023.

165K 18.4K 20.7K
                                    

Jungkook no era de esas personas que entraban en pánico fácilmente. Más bien siempre era él quien exigía a los demás que mantuviesen la calma cuando la situación sobrepasaba los limites. Pero cuando despertó ese día y estiro la mano por sobre las sabanas se levantó asustado mientras miraba a cada lado de la habitación.

Jimin no estaba.

La noche anterior ambos habían caído sobre la cama sin dejar abrazarse para luego quedarse profundamente dormidos. Jungkook estaba tan cansado que no había vuelto a despertar hasta ese momento, así que no había podido notar la ausencia del peli-rosa. Por eso, con el pulso acelerado y tragando saliva, se colocó los zapatos para salir de inmediato a revisar el resto del departamento.

Muchas cosas habían cambiado el día anterior y Jungkook estaba un poco mareado gracias a eso. Había dado un gran paso en lo que sea que tuviese con Jimin primero, diciéndole que si le gustaba, y segundo, hablándole de su pasado. Sentía que había un peso menos encima de él y que quizá a pesar de ser un malhumorado podría tener una verdadera oportunidad con el chico que estaba metido en sus pensamientos día tras día.

Caminó por el pasillo y llegó hasta la cocina. Allí estaban Taehyung junto a Seokjin hablando de forma animada sin hacer caso a su presencia. Miro hacia todos lados pero no encontró rastros de Jimin. Algo dentro de su estomago le dolió, no quería hacer un escándalo pero ahora se estaba preocupando mucho más.

− Si buscas a Jimin ya se fue.

Jungkook se da media vuelta mirando a Taehyung quien estaba de lo más concentrado comiendo cereal. No lo entendía, Jimin le hubiese dicho que se iba.

− ¿Qué te ha dicho?

− Que su madre lo estaba llamando. Se levantó a prepararte el desayuno y luego le pidió a Namjoon que lo fuese a dejar a su casa, dijo que estabas durmiendo tan bien que no se atrevía a despertarte... Está todo sobre la mesa de la cocina por si tienes hambre.

Miró hacia donde indicó su amigo encontrándose con una bandeja perfectamente preparada. Jungkook no pudo evitar fruncir el ceño un poco. Definitivamente a Jimin no le costaba despedirse al menos de pasada, ahora andaría de mal humor todo el día por el simple hecho de que se quedo con las ganas de saborear un beso matutino. Pero claro, no lo diría en voz alta.

Se sentó a la mesa y comenzó a comer todo lo que el chico le había dejado. Sus dos amigos le miraban porque estaba tragando como una verdadera bestia que se devoraría todo a su paso. La verdad era que comía de esa forma porque muchas cosas habían pasado en la fiesta dejándolo realmente cansado, simplemente fue una noche bastante movida y eso que ni siquiera asistió al círculo. 

− ¿Y tú no tienes nada que contarnos? −Pregunta Seokjin levantando una ceja.

Jungkook lo mira y revolotea los ojos. Como odiaba que sus amigos fueran tan chismosos, no lo dejaban disfrutar tranquilo de su comida.

− Nada que les importe.

Seokjin se coloca una mano sobre el pecho bastante ofendido pero a Jungkook le da igual. Le gustaba mantener su vida privada lejos de cualquiera de esos dos porque tenía lo primero que iban a hacer era llenar de preguntas a Jimin apenas lo vieran cohibiendolo por completo.

− ¿Ya son novios? −Pregunta Taehyung.

− Que no les importa, idiotas.

− ¿Se besaron? −Pregunta Seokjin.

− Basta.

− ¿Al menos le dijiste que estas loquito por él? −Insiste nuevamente Taehyung.

− ¡Dejen de joder!

Jungkook se levanta con las mejillas ruborizadas para irse a su habitación. En ese momento odiaba demasiado a sus amigos porque lograban hacerlo ver débil gracias a los sentimientos que albergaba por Jimin. Todo este asunto era muy nuevo para él, deseaba que alguien le explicara como controlar aquella calidez en el estomago que aparecía cada vez que mencionaban al chico. Si seguía así terminaría actuando como una colegiala enamorada más temprano que tarde.

Agridulce ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora