Capitulo 10

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Desperté y al ver la luz del sol me enderecé y cogí mi móvil corriendo,¡dios! De seguro ya volvía a ir tarde,¡ainss! no tengo remedio, pero cuando al fin pude ver la hora con claridad,  me di una sorpresa de la ostia, porque eran las 6:30 am, aún no había sonado ni el despertador.

La verdad es que si lo pienso tiene hasta gracia, mi ultimo día el cual asistiré a mi trabajo a que me despidan y me levanto media hora antes,la verdad es que hoy poco habría importado la hora a la que llegase,porque sera ir para volver a mi casa de nuevo, pero al menos iría bien descansada.

Me levanto y ya que será mi ultimo día decido arreglarme un poco, me visto, me echo una capa fina de maquillaje,un poco de delineador, rímel y para terminar mi brillo favorito de fresa, me dejo el pelo suelto y lista, al menos se que en mi ultimo día le daré guerra a doña Agatha ya que la única que puede llevar el pelo suelto es ella, porque dice que es mejor que en el trabajo se nos vea bien la cara que causa mejor impresión ¡bahh!

Sí definitivamente lo mejor de todo esto sera no tener que volver a aguantarla nunca más.

Bajo las escaleras y cojo las llaves de mi moto, una vez la arranco siento que me relajo y cuando el viento choca contra mi cuerpo, la sensación que me causa es genial, es de libertad, me encanta la adrenalina, es directamente la caña.

Una vez llego al hotel estaciono la moto, me quito el casco y suspiro, ahora viene la peor parte, allá vamos.

Me armo de valor y me encamino hasta el despacho de la directora y toco la puerta con tres golpes suaves pum, pum, pum.

—Adelante.—Siento la voz de ella, asomo la cabeza y cuando la veo me hace un gesto con la mano para que pase.

—Buenos días Fabiola, toma asiento me gustaría hablar contigo, aunque supongo que ya sabes de que ¿no es asi?— Se me queda mirando seria y como no soy capaz de hablar solo me limito a asentir con la cabeza.

—Bueno, como estaba diciendo, he estado pensando y debido a que el señor Lawler me lo ha pedido personalmente no he podido negarme, además creo que tus compañeras no tendrán problema alguno con este pequeño cambio.

No lo puedo creer ¿ pequeño cambio?¿mis compañeras no tendrán problema? claro que sí me echaran de menos, me gustaría gritarle en su cara,esta piensa que todo el mundo es tan frío como ella, que lo único que le importa es tener plástico en el cuerpo, ya me cansé, al menos ya que me voy me iré a gusto, si señor le diré todo lo que se mere....pero no puedo terminar porque ella me interrumpe antes.

—Fabiola no se porque motivo el señor Lawler ha pedido esto, ni llegaré a entenderlo la verdad,—me mira de arriba abajo con desaprobación—solo espero que no nos dejes en mal lugar con él ¿de acuerdo?— voy a contestar pero me vuelve a cortar.

—A partir de hoy, el tiempo que el señor Lawler se aloje en el hotel tu serás la única que le haga su habitación, así lo ha pedido el explícitamente, por lo que ya que te han dado esa confianza, espero que hagas bien tu trabajo ¿queda claro?

Me quedo con la boca abierta al terminar de escucharla ¿como? ¿que ha pedido que yo haga su habitación?¿eso quiere decir que no me despiden? Uff madre mía no bailo por que no es el momento, sino bailaba incluso por bulerías ¡bien! conservaré mi trabajo, adiós al desempleo que alegría.

—Fabiola ¿me estas escuchando? ¿Puedes hacer el favor de prestar atención aunque sea por un segundo en tu vida? —vuelvo asentir con la cabeza y mientras lo hago me doy cuenta de que estaba tan recta que parecía un robot y que tras escucharla se me ha escapado un suspiro de alivio.

—Si señora directora, la estoy escuchando y de acuerdo haré lo que usted me ha dicho, si no le importa me retiro a empezar mi jornada laboral.

—Si retirese... —hace un gesto con la mano para que que salga, pero antes de salir me vuelve a llamar—Fabiola, haga el favor y recojase ese pelo, no quiero quejas de los clientes diciendo que hay pelo suyo en cualquier parte.

La miro con desagrado pero ella ya tiene la vista en su ordenador y no se percata, salgo de allí a toda mecha porque si no de la que habrá pelo por todas partes sera de ella.

Cuando entro a lavandería están mis compañeras preparando todo para el día de hoy y como era de esperar en na que giran y me ven empieza la lluvia de preguntas.

—Fabi ¿que paso eh?

—Si dinos ¿te han despedido?

—¿has venido por tu finiquito?

–Vamos,no te quedes muda habla niña.

—Vale esperad, me estáis agobiando con tanta pregunta.—Las dos me miran como diciéndome que me deje de rollos y hable así que prosigo.

—Espero que os guste la idea de aguantarme por que no, ¡no me han despedido!

—AAAHHHHHHHH!!!— gritan las dos a la vez mientras me abrazan fuertemente, sí de esta me fallara la audición de un oído fijo.

—Oye que me vais a dejar sorda.—Me quejo pero ellas ni caso.

—Bien Fabi, pensamos que ese hombre te acusaría y haría que doña Agatha te despidiera,pero ya vemos que no es así, ¿que es lo que ha pasado? ¿el señor Lawler no ha dicho nada? —Pregunta Marizza con cara de asombro.

—No se muy bien que es lo que ha pasado o pasará, lo único que sé,es que al entrar al despacho de doña Agatha pensaba que saldría con mi finiquito y no con que lo que quería hablar conmigo o más bien informarme es que a partir de ahora,durante la estancia del señor Lawler seré yo la única que haga su habitación.—suelto un suspiro con pesadez, ese hombre no deja de sorprenderme.

Ambas se me quedan mirando, y no saben ni que decir, la verdad es que yo tampoco pero si sé que eso es algo muy raro, y de seguro ese hombre solo quiere molestarme un poco mas, pero ahora que tengo otra oportunidad no la pienso desaprovechar, pasare del tema y conservaré mi trabajo, además tengo a favor que las habitaciones no se hacen con los clientes dentro casi nunca siempre cuando salen,en mi boca se forma una sonrisa, eso quiere decir que no tendré que verlo mientras esté en su habitación, así que no he de preocuparme, con eso me olvido del tema y mis compañeras y yo empezamos otro día más.

No te daré mis alas (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora