Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLE

Capítulo 17.

Faltaban siete minutos para que tocaran las doce de la noche, hacía frío y el lugar se hallaba rodeado de personas vestidas de negro con cubrebocas para ocultar sus rostros de los demás, formando un círculo alrededor de una silla de metal iluminada por una luz bastante fuerte y en donde se encontraba sentado un hombre de cabello azabache con varias canas. Las personas que veían el espectáculo lo hacían en completo silencio, pues R.M. se hallaba frente a ese tipo, golpeándolo con más intensidad a cada que este no respondía sus preguntas. El rostro de ese hombre estaba demasiado destrozado, casi no se podía reconocer.

—Te pregunté... —apretó su agarre sobre el cabello ajeno—. ¿Qué mierda es lo que buscan aquí?

—No te diré —escupió algo de sangre y observó desafiante a R.M.—. Pronto se van a morir todos ustedes.

Un golpe seco, dado con el mango de la pistola, destruyó el labio superior de aquel hombre, haciéndole sangrar más. Sí, el jefe entendía que ese tipo no iba a hablar, aunque lo torturaran con miles de cosas, pues ya habían probado demasiado y este no cedía, incluso con J-Hope. Chasqueó su lengua y volvió a golpear el rostro ajeno. Necesitaba saber qué era lo que quería su organización ahora.

—Somos la organización más grande de toda Corea, nuestro nombre ya llegó hasta el resto del mundo —alardeó—. ¿Y tú crees que tu maldita mafia corrupta va a poder contra nosotros? ¿En verdad, Park?

Soltó una risa—. Pudimos con ustedes muchas veces. Si no es así, dime por qué la ciudad sigue eligiéndonos como sus líderes.

—¡Pudieron interferir, pero nunca destruirnos! —lo golpeó—. No van a poder ganar esta vez, entiéndelo, su época de auge y corrupción ya se terminó.

—Lamento decirte que muy pronto tú y toda tu maldita mafia va a caer —lo observó con osadía—. Este país debe ser gobernado por los tres apellidos más importantes.

—¿Jeon, Min y Park? —se rio—. ¿Piensas que ustedes pueden con todo esto? Van a morir, uno por uno.

—Ya verás que...

—Me cansé —le interrumpió—. ¡Traigan a Jin! ¡Él sabrá cómo quitarle información a este tipo! Te espera una pesadilla... —susurró en el oído ajeno para luego alejarse.

Varios salieron del lugar, siguiendo las órdenes de R.M. y los demás se quedaron observando cómo este golpeaba cada tanto al señor Park. Hoseok, Taehyung y Suga se aproximaron a su jefe luego de ver que les hacía una señal y les indicaba que vigilaran al hombre, pues él debía retirarse ahora.

—Manténgalo allí —aclaró—. Si ven algún movimiento extraño, lo golpean.

—Entendido —hablaron los tres al unísono, observando al tipo atado en la silla de metal.

—Saben que si...

Se vio interrumpido por el sonido de un disparo que dio justo en la pierna del señor Park, quien gritó por el dolor agudo. Todos se pusieron en guardia y el jefe observó hacia muchos lugares para ver de quién era. Suga sintió un escalofrío al oír la risita de esa voz que tanto conocía ahora, pues supo al instante que se trataba de Jimin, quien empezó a avanzar sin hacer nada de ruido hasta que la luz pudo iluminarle. Oh, no. El joven de cabello rosa pastel se hallaba empapado, seguramente había caminado hacia allí bajo la tormenta. Tenía una expresión algo desequilibrada, pues lloraba mientras reía al mismo tiempo, no sabía qué hacer. R.M. les indicó a todos que bajaran sus armas, ya que se encontraban apuntándole por si este hacía alguna locura.

—Jimin... —susurró Suga, observándolo con tristeza.

—No hable —espetó con la voz más fría y monótona que podía tener.