"El destino de la Elegida y Sus Guardianes"

Capítulo 30.

Un mes había pasado, faltaban solo días para volver a casa a pasar el invierno, el frio y la nieve de diciembre se acumulaban y la alegría de la época se hacía notar.
- un mes, Theo ha pasado un mes y todavía no me habla. – dijo Draco
- Lo siento hermano – dijo Theo – de verdad lo siento, no encuentro justificación. – Draco solo asintió. – te ayudare a recuperarla, si quiero a alguien de cuñado ese eres tú.

Por otro lado en la oficina del director.

- Profesor, por favor. – Pidió Harry – no nos veremos en varias semanas y queremos disfrutar de una fogata juntos
- Sr. Potter una fogata en medio de diciembre no parece una idea muy inteligente, hará frio – dijo como si fuera obvio
- Lo entiendo profesor, pero hasta los momentos el frio no ha soplado tan fuerte. – dijo una vez más.
- Esta bien – accedió rendido el profesor – pregunte a los jefes de casa si los pueden acompañar. Tomen todas las medidas de seguridad y Sr.Potter protéjanse bien del frio.
- Si quiere puede acompañarnos también profesor. – el viejo director sonrió
- Estaré encantado.

***
Una semana antes de las vacaciones de invierno.
- Todo está preparado. – Dijo Harry – la carpa está montada, y los profesores aceptaron nos veremos allí a las 20 minutos. – Todos asintieron y volvieron a sus labores. – Malfoy - llamo Harry a Draco antes de que se fuera – todo está listo Luna la llevaran allí. No lo eches a perder. – Draco asintió.

***
- ¿Dónde vamos? – dijo ella a Luna
-Vamos a buscar unos pinkypuys que estaban por aquí.
- ¿unos pinky… que?
- pinkypuys son criaturitas que revivan el amor. – Hermione asintió y no dijo más nada, caminaron en silencio un rato largo rato por el bosque hasta que Luna rompió el silencio – Mione ve por ese sendero y yo voy por este y si encuentras algo lanza chispas rojas ¿vale? – Hermione asintió y siguió el sendero
- No sé que voy a encontrar – dijo la chica a la nada –adoro a esa chica pero la mayor parte de las veces no sé de qué demonios habla. – resoplo pero lo que había al final del sendero la dejo sin aliento, allí había un claro sin nieve, el claro estaba iluminado por pequeñas velas, había varias mantas y allí parado estaba Draco.
- Quiero que me escuches, lo de Chang es un mal entendido – dijo él
- Lo sé – dijo ella ruborizada
- ¿lo sabes?-preguntón cofundido
- Si, siento todo lo del último mes. – Se le escapo una lagrima – de verdad lo siento Draco pero los celos me cegaron  y…. – él la interrumpió
- Te quiero. Mione Te quiero. Más que a nada. – dijo él.
- Yo también te quiero Draco.
Draco la abrazo, acortando toda distancia que había entre ellos, Hermione, al sentirse rodeada por aquellos poderosos brazos, se sintió feliz,Segura,Protegida pero mas Feliz. Feliz de estar nuevamente cerca de él, Merlín sabia que ese último mes había sido una tortura.   Hermione se humedeció los labios resecos por el frio y Draco sintió su cuerpo arder.
- No hagas eso - musitó él con una advertencia en los ojos
- ¿El qué? – ella se volvió a humedecer los labios
-¡Joder, eso! - gimió Draco ya con la respiración acelerada
La agarró por el cuello y la besó en la boca, anhelante, intenso, y lleno de pasión. No hubo espacio para la duda. Sus labios estaban sobre los ella,  y Hermione dejo de respirar por fracción de segundos, Draco se estremeció y de su garganta salió un sonido que era mitad quejido mitad gruñido. Ella sintió escalofríos de placer y el pánico la invadió al ver que Draco besaba con más intensidad. La atrajo con firmeza hacia él. Entreabrió los labios y su lengua rozó la de ella, incitándola a abrir la boca. Ella separó los labios con un gemido y se estremeció cuando él la tomó por completo, incapaz de pensar, solo consciente de su sabor. Su lengua la provocaba y la saboreaba con avidez, mientras la apretaba contra sus caderas. La besó con más fuerza, exigiendo la respuesta que estaba provocando en ella.  Hermione enterró los dedos en su pelo; tan suave y sedoso que sintió el corazón le iba a explotar. El abanico de emociones que ambos experimentaban era enloquecedor.