Charlotte suspiró esperando que alguien tomara la iniciativa. Al parecer ninguno estaba seguro de tener la suficiente valentía como para contarle a su padre lo que habían pensado. Ni siquiera ella.
Pero como el caballero que era, Frankie se aclaró la garganta.
-Bueno…- Comenzó. –Esta mañana, Lili y yo hemos descubierto algo.-
-Aunque en realidad, teníamos ciertas sospechas antes, pero…- Agregó la rubia.
-Y yo lo sabía…- Dijo Charlie también. –Y te vas a enfadar muchísimo conmigo, pero no podía hacer nada. No yo sola…-
Alioth levantó las manos para silenciarlos a todos.
-Uno, solo uno. Por favor.- Suplicó.
Frankie asumió que sería él quien tenía que hablar, pero como siempre, Charlotte se adelantó.
-Geraldine y Duncan son amantes.- Soltó con gran velocidad. –Desde el verano, desde que ella y Brad regresaron de sus prolongadas vacaciones.-
Su padre solo clavó sus ojos en ella, sin pestañear. No dijo ni una palabra.
Charlie continuó.
-Lamento mucho no haberte dicho. De verdad lo siento, papá. Pero es mi hermana y… bueno, ella dijo que era mi deber cubrirla. Y no creo que lo haya hecho por malicia, pero… ¿Papá me estás escuchando?-
-Perfectamente, Charlotte.- Musitó con una calma que hizo que los demás se estremecieran.
Y ella no se acobardaba, su abuela le había enseñado muy bien que no debía temerle a nadie. Pero no hacerlo en ciertas ocasiones, la dejaría como una insensata. Así que con dificultad, tragó saliva.
-Creo que ha perdido la cabeza. Dice que… Que está enamorada.-
El rubio movió la cabeza hacia Frankie y Lili.
-¿Desde cuándo lo saben ustedes?-
-Vimos a Duncan entrar en la habitación de Geraldine esta mañana.- Susurró Lili.
Las facciones del rey se volvieron más duras, si eso era posible.
Charlotte se puso de pie y caminó hasta la puerta, y salió con el teléfono ya en la mano y marcando el número de su madre.
-Necesito que vengas al despacho de papá, ahora.- Dijo sin dejar hablar a la persona al otro lado de la línea.
-¿Char? ¿Estás bien?-
-Yo sí, pero tienes que venir ahora, mamá. – Y cortó. Si seguía dando explicaciones, nunca llegaría a tiempo. Y su padre lucía como si fuese a explotar en cualquier momento.
-¿Deberíamos marcharnos?-
Lili no sabía porque su prima se había levantado y partido. Pero ella ya se sentía bastante incómoda y deseaba hacerlo también. Pocas veces había visto a Alioth tan… bueno, no tenía ni idea de cómo estaba. Brooke había tomado la noticia de una forma mucho más razonable, al menos.
ESTÁS LEYENDO
Bésame o Dispara. #Descontrol en la Realeza 3
General FictionHan pasado trece años desde el asesinato de los McGregor, doce de los cuales Emalene pasó recluida en un orfanato, y ahora solo tiene un objetivo: Vengar la muerte de sus padres. El príncipe Robert Van Helmont está comprometido con sus responsabilid...