10. El chico nuevo-Larry Stylinson (Terminada).

Capítulo Veintisiete.

Aunque Liam era muy feliz siendo el novio de Harry, con el tiempo, este notó que él lo fuese, a pesar de por sus esfuerzos y aunque intentó mantener la relación a flote, ésta parecía estar destinada al fracaso.

Funcionaban genial como amigos pues se divertían juntos saliendo pero a la hora de intimar, el ojiverde se mostraba reacio a besarse a acariciarse y demás.

Pasada la efusividad, el ojimiel se dio cuenta de que el rizado no se entregaba al cien por cien y entonces cobraron fuerza, sus sospechas de que el interés del más joven por Louis todavía no había decaído.

Harto de esa situación, justo cuando cumplieron dos meses de novios, esa noche luego de ir al cine y dar un paseo, Harry decidió ser sincero y terminar lo que nunca debió comenzar.

...-Lo siento mucho Liam pero no funcionamos como pareja y creo que tú también lo sabes... Me encantas como amigo y te tengo mucho cariño pero no siento por ti amor ... Lo he intentado pero esto es un error porque he comprendido que yo jamás podré amarte como tú te mereces, creo sinceramente que tú y yo estaremos mejor en una amistad si lo deseas intentar y buscar el amor en otra persona.

-Harry yo te quiero pero creo que tienes razón — Habló entonces el ojimiel—...Sé que no puedo obligarte a amarme como yo lo hago, por eso te pediré que me des algún tiempo, quizás finalmente pueda llegar a verte tan solo como un amigo, ¿ok?.

—Ok, Hasta luego Liam.

—Hasta luego Harry.

Verdaderamente fue una despedida bastante tranquila pues Liam no quería verlo triste, ni apagado y eso era lo que había estado viendo en el ojiverde en sus últimas salidas.

A pesar de que Harry no iba por la cafetería, Niall, Josh y Zayn si fueron alguna que otra vez dejaron pues amaban ese lugar y tenían la esperanza de que tras pasar el luto por la ruptura, el ojiverde regresaría.

Por su parte, Louis sintió un gran alivio cuando se enteró del fin de que esa relación ya era historia pues le era una inmensa tortura saber que Liam hacía lo que él no podía.

Sabía que era egoísta por su parte pues seguía teniendo Danielle, a pesar de no amarla y sabiendo que Harry sufría por ello pero no podía hacer nada por remediarlo, sin poner en peligro la vida de su delicada novia.

Mas tiempo pasó y entonces William cumplió seis meses de vida, por lo que tanto su padre, como su abuela paterna y sus tíos, le compraron un montón de cosas y como Danielle se encontró mejor, el médico la dejó salir de su encierro, así que lo celebraron en el jardín de los Tomlinson, con una gran fiesta.

Para ello, Louis se levantó temprano y condujo hasta Doncaster para recoger a su familia y llevarlos a Holmes Chapel.

Los padres de ella no estuvieron presentes pues estaban de viaje y no regresarían en dos semanas más, aunque antes de irse, se aseguraron de que su hija estuviese bien atendida por dos enfermeras, además de las personas de servicio de la casa.

Los hermanos de Louis estuvieron encantados de que por fin tener con ellos a su adorado sobrino y no dejaron de achucharlo y darle mimos.

Cuando se hizo tarde, Louis volvió a llevarlos pues Danielle necesitaba sus medicinas y la enfermera de la noche llegaría para cuidarla y ayudarle con el bebé.

Una vez llegaron a la casa de los Campbell, Danielle intentó que Louis se quedase con ella a dormir, ya que sus padres no estaban, por lo que esta insistió e insistió hasta que al final el ojiazul acabó cediendo.

A la hora de acostarse juntos, Louis tuvo que fingir que estaba muy cansado pues notó que su novia quería intimar pero no quería tener que rechazarla porque ya no la deseaba.

Finalmente esta se conformó con unos cuantos besos y unos abrazos, los cuales su novio le dio como muestras de cariño nada más.

En la mitad de la noche, Louis se despertó muy agitado pues un nuevo  sueño con Harry lo desveló, así que rápidamente se levantó, se metió en el baño, donde se mojó la cara y se miró al espejo.

Se odiaba a su mismo pues ante él estaba el hombre mentiroso, vil y rastrero, ya que su corazón, su vida y su alma, le pertenecían a Harry pero compartía lecho y engañaba a una inocente chica, que lo único que hacía  era amarlo.

Se sentía vacío por dentro y aunque su hijo le daba las fuerzas necesarias para seguir con la farsa, cada vez estaba más próximo a hundirse en un pozo sin retorno.

Finalmente salió del baño y fue a la habitación de William, éste dormía plácidamente pero aún así lo cogió pues quería sentirlo contra su pecho, quería oler su rico aroma de bebé, ya que lo extrañaba mucho y no podía verlo todo lo que quisiera.

...-Te quiero hijo...perdóname por no poder darte la vida que te mereces con un hogar consolidado, con unos padres que se aman.... Ni tampoco poder dedicarte todo mi tiempo, de verdad siento mucho la vida en la que te tocó vivir.

Minutos después, este dejó al bebé de nuevo en su cunita y se fue a ver un poco la tele a la sala pues no sintió ganas de volver a la cama con su novia, ya que de alguna manera sentía que era como traicionarse a si mismo.

—Cuanta falta me haces, Harry

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