Examenes Chuunin: el examen escrito.

58.3K 3.6K 2.1K
                                    

Narra Naruto

Ya ha pasado el mes, y ya han llegado los esperados exámenes chuunin. Me siento ansioso por poder participar. De echo, creo que es en lo único que he pensado en todo este tiempo de entrenamiento.

Gracias a la ayuda de Kurenai, he podido terminar mi entrenamiento de genjutsu, y puedo decir que ahora me es más fácil escapar de estos. Aún me cuesta crear buenas ilusiones, pero van mejorando paso a paso.

Por otro lado, en kenjutsu ya he alcanzado un buen nivel, según mis dos senseis: Uzuki Yugao y Hayate Gekkō, la pareja experta en kenjutsu de Konoha. Aunque aún me cuesta bastante seguirles el ritmo y pierdo los duelos más por su experiencia que por su fuerza.

Yugao destaca en su flexibilidad a la hora de usar su kenjutsu y Gekkō es más de velocidad. Los dos son muy buenos en su arte.

Por otro lado, la convivencia con mi equipo ha sido buena. Hemos mejorado a la hora del trabajo en equipo, lo cual nos hace terminar los ejercicios puestos por nuestra sensei muy rápido y con una buena efectividad. Ryū y yo, seguimos las órdenes de Akeno sin rechistar. Es la mejor a la hora de hacer estrategias del grupo, a pesar de todo lo que he mejorado, y sinceramente, nunca se me ha pasado por la mente el desobedecer una de sus órdenes. La última vez que Ryū lo hizo, nuestra bella compañera, le dio una paliza delante de los bandidos a los que debíamos derrotar, acto que hizo que estos se postraran ante ella. Akeno da mucho miedo cuando se enfada.

Anko por su parte, me ha estado acosando las veinticuatro horas del día, todas las horas del día, a lo largo de las semanas. Desde que se mudó a mi casa, no ha parado de seguirme, lo cual, aunque parezca raro, no me molesta en lo absoluto. Me parece gracioso cada cosa que hace, aunque siempre termina dejándome un mordisco en el cuello.

Ryū y Akeno, terminaron por vivir con nosotros, o más bien conmigo y es algo que realmente me extraña. Somos un equipo, que vive en la misma casa, y cuando nos reunimos para una misión, llegamos tarde. Es algo incomprensible y estúpido a mi parecer.

Gracias a la ayuda de Kurama, he conseguido terminar mi nueva técnica de Katon, muy semejante a la de mi ex sensei, pero creo que mucho más potente y útil. El punto débil de la técnica que uso en el puente, es que es un jutsu de ataque en línea recta, lo cual es muy ha de evadir, mientras que el mio es de ataque direccional.

Según él Kyubi, estoy a punto de poder quitar los sellos. Ya quiero ver lo que ocasiona su retirada.

Narrador yo

Naruto se levanta pesadamente de la cama, con el cuerpo rígido tras la última sesión de entrenamiento por parte de sus senseis.

Aparta la sábana y se mete al cuarto de baño. Aún no se acostumbra a su nueva casa, a pesar de que ya lleva dos meses ahí, y tal vez nunca lo logré.

Antes si quiera de que pueda relajarse en la ducha, bajo el agua tibia perfecta para él, los gritos de Akeno se oyen por toda la casa, o mejor dicho, mansión.

Desde que sus dos compañeros se fueron a vivir con el, así como su sensei pervertida y sádica, los gritos iban siempre de un lado para otro en la casa, más por parte de la Uchiha que del Uzumaki pelirrojo, el cual se la pasaba molestando a la joven.

Si no fuera porque el chico tenía una novia, tanto el rubio como la sensei del grupo pensarían que estaba colado por la azabache, la cual nunca mostraba sus sentimientos a nadie, salvo al Jinchuriki. Los dos se habían vuelto muy unidos.

Naruto sale de la ducha con el cuerpo mojado y con una toalla enredada en la cintura. Las gotas de agua, resbalan por su torso, brazos, cabello y rostro, en el cual se formó una sonrisa al verse en el espejo.

Uzumaki Naruto: El Jinchuriki PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora