Endless Challenger

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Invierno

Capítulo veinte

Endless Challenger

—... Y cuándo el príncipe Diamante terminó por desvanecerse. Amethys, uso todo su poder por primera y última vez congelándolo todo...

Desdé ese día, el reino de Endless ha permanecido congelado.
Es un hielo que nada puede derretir.

La montaña con su castillo, el bosque y todo el reino, quedaron sepultados bajo toneladas de nieve que hasta hoy en día no deja de caer.

Amethys jamás imagino el alcance de sus acciones.
Esmeralda, Zaphiro y Rubeus, no despertaron de su letargo. La primavera, el verano y el otoño jamás regresaron a la montaña. Y la misma Amethys cayó en un profundo sueño congelado esperando el regreso de su amado...

—¿Otra vez hablando solo, señor Winter button? No importa cuantas veces le cuente esa misma historia, ella no va a despertar.

—Eso lo sé señora White. Pero al menos tendrá hermosos sueños...

Continúe puliendo el hielo, solo la señora White y yo permanecimos  despiertos; aunque debo decir que ella ya se rindió, pero yo no pierdo la esperanza de que algún día volverán todos ellos...

(...)

" Empieza la cuenta regresiva. En menos de cuarenta y ocho horas dará inicio el desafío Endless..."

Así daba inicio el noticiero matutino en el canal de televisión. Todos en el poblado de Endless estaban pendientes del gran evento deportivo. Grupos de esquiadores, surfistas y patinadores habían arribado al pueblo con semanas de anticipación.

Todas las pistas estaban listas.

Endless,era la montaña más alta del mundo, ningún alpinista había conquistado su cima aún. Según estudios oficiales,su altura era de 9731 kilómetros sobre el nivel del mar.

Aquella mañana Damient se levantó con los primeros rayos del sol y una vez listo se dirigió a la montaña para hacer su recorrido,amaba el snowboarding.

Ya en posición se detuvo un instante a admirar aquel espectáculo que tanto la hipnotizaba. Desde que era niño y sus padre lo habían llevado a esquiar en aquella montaña quedó fascinado con ella.

Y ese día, la montaña parecía estar cubierta por terciopelo de un blanco inmaculado cubierto de pequeños diamantes que resplandecían a la luz del sol.

Le encantaba ese lugar. La nieve lo atraía como ninguna otra cosa en el mundo.

En lo alto de la cima,sin saber cómo o por qué, seguía nevando.

Nunca dejaba de nevar.

Se acomodó los googles se montó sobre su tabla y se preparó para iniciar el descenso. Estaba listo para hacer su recorrido cuando la montaña tembló.

Sin darle tiempo a reaccionar,el suelo se abrió bajo sus pies y Damient se precipitó en una caída vertiginosa al vacío.

No supo cuanto tiempo paso antes de tocar suelo. El golpe fue duro,giró y rodó por el suelo sin poder aferrarse a algo mientras era perseguido por toneladas de nieve que se habían desprendido con la avalancha.

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