Capitulo 12: Malas noticias

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Ya habían pasado varios días desde la pijamada, ahora todo era diferente para la de pelo corto pues cada vez que pasaba rato con la rubia su hermana las miraba con picardía o manda indirectas muy directas poniendo incomoda a la menor.

– ¿Tu que opinas? – Preguntó la rubia.

– ¿Que? Lo siento, no puse atención – Dijo apenada rascándose la nuca.

– Últimamente estas distraída ¿Pasa algo?

– No nada, solo un poco de estrés por las tareas, eso es todo – En los últimos días la albina debatía mentalmente, había veces que le quería decir que le gustaba pero luego se arrepentía pues no quería perder su amistad, pero era una necesidad que tenía, se lo tenia que decir, no sabia exactamente la razón pero el impulso era muy grande.

– ¿Segura?

– Chica... Quiero decirte algo importante – Dijo decidida.

– Claro dime

– Desde hace tiempo... – Esta se puso nerviosa pues la rubia la miraba fijamente, respiro hondo y se armo de valor – Me di cuenta que... – Esta fue interrumpida por una voz.

– Puppet

– ¿M-Mamá? – Dijo extrañada.

– No hagas preguntas y vámonos – Dijo seria.

– ¿Que? Pero si aun tengo clases

– No puede sacar a un estudiante sin autorización señora – Hablo la rubia tratando de ayudar a la de pelo corto.

– Tu no me mandas niña, yo me llevo a mi hija cuando se me pegue la gana así que no te entrometas

La rubia fruncio el ceño ante las palabras de la madre de la albina.

– No tienes derecho a hablarle así – Hablo la de pelo corto.

– ¿Crees que me interesa? Ella no es nadie

– Claro que soy alguien, soy la persona que la ha apoyado en los momentos mas difíciles, con la que cuenta en cualquier momento ¿Usted quien es? ¿Su madre? Pues no lo demuestra – Las palabras de la rubia salían con enojo.

La albina se quedo sin palabras, nunca espero que dijera eso. La señora solo se quedo viendo a esta y la paso de largo ignorándola

– Te esperó en el auto en 5 minutos – Sin nada más que decir se fue.

– Como lo siento, ella suele ser así – Se disculpo la albina.

– Pero que carácter ¿Como es que de una persona arrogante, grosera y mala saliera una hija buena, extraordinaria, grandiosa y genial como tu? – Dijo la rubia aun mirando por donde se fue la señora.

– No lo se – Esta también miraba donde se fue su madre hasta reacciono –Espera ¿Que? – El sonrojo no tardo en aparecer.

La rubia soltó una pequeña risa por la reacción de la otra.

– No querrás meterte en más problemas, ve por tus cosas, luego me dices lo que tenías que decir

– Je... Esta bien, nos vemos mañana – La de pelo corto abrazo a la rubia en forma de despedida y fue a recoger sus cosas para luego ir con su madre al auto.

– Tardaste – Esta miraba su teléfono tecleando.

– Tuve que pedir permiso para que me dejaran salir – Dijo sin interés.

– Ya vamos tarde, si no llegamos no te aceptaran en el trajo – Esas palabras hicieron que la de pelo corto la volteara a ver sorprendida.

– Esto debe de ser una maldita broma

– Cuida tu vocabulario señorita y para tu mala suerte no estoy bromeando, trabajaras como asistente en la empresa – Esta comenzó a conducir.

En su mente se le ocurrieron todos los insultos que existieran, en ese momento quería salir del coche y comprar otros padres que no la hagan trabajar a temprana edad pero lamentablemente eso no se podía, solo se dedico a mirar por la ventana, ahora si odiaba su vida.

"Todo lo que has soñado es el dolor que sientes y reprimes"

Esas palabras resonaban en la cabeza de la albina, desde que soñó eso no entendía el significado de aquello, ella sabía perfectamente que estaba bien emocional y psicológicamente, solo sobre pensaba las cosas. Dejo de pensar al momento de ver el gran edificio frente a ella.

– En el piso 5 te esperan – Con mala gana bajo del auto y como le dijo su madre subió hasta el piso 5.

– Trabajar ¿No se supone que eso se hace hasta que tengas carrera? – Dijo enojada mientras subía las infinitas escaleras con paso fuerte

– Debiste de haber tomado el elevador – Dijo un señor.

– Me lleva... ¿Usted es a quien asistire? – Preguntó sin humor.

– Si, tu debes ser Puppet el hijo de Shira

(N/A: Imagenemos que la madre de Puppet se llama Shira)

– Hija – Corrigió.

– Oh, lo siento

– Pasa muy seguido, digame que tengo que hacer para terminar esto rápido

– ¿Ya te quieres ir? – Preguntó burlón.

– Si, se supone que no debería de estar en un lugar de personas engreídas como usted

– Eres una joven rebelde – Este se acerco a la albina y la jalo de la camisa – Si estas aquí te comportaras bien, no reprocharas, me respetaras y me obedecerás ¿Entendiste?

La albina lo miro con odio, no toleraba a las personas que se creían superiores a todos.

– Como usted diga... Señor – Dijo con sarcasmo.

– Ahora ve por los papeles que están en mi oficina ¡Rapido! – Dicho este soltó a la de pelo corto quien camino hacia donde le ordenaron.

– Maldita basura – Susurro esta acomodándose la ropa.

(...)

Las clases habían acabado por fin, la albina de pelo largo al oír el toque corrió en busca de la rubia pues no había visto a su hermana desde mitad de clases, lo mas lógico es que ella tuviera respuestas.

– ¡Hey Chica! – Grito al verla en los pasillos.

– Mai, que gusto verte – Sonrió.

– ¿Por casualidad has visto a Puppet? – Preguntó preocupada.

– Si, se fue con su madre, vino por ella a mitad de clases

– Que raro, ella nunca viene aquí – Esta comenzó a pensar detalladamente sobre la situación, no lograba comprender por que su madre había venido a la escuela por su hermana, era más que claro que algo pasaba.

– Me tengo que ir, espero que no pase nada malo y si pasa dile a Puppet que no se desanime – Dicho esto la rubia se retiro.

– Lo mismo digo... Ojalá no haya sido nada malo











Continuará

Mi mejor error  [Puppica]  ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora