Capítulo 3

12.8K 951 582
                                    

Pov Peter

Anoche fue casi un desastre, lo peor de todo fue que MENTI, Y A UNA CHICA DISCAPACITADA, no puedo ser peor persona. Aun así no puedo evitar sonreír cuando pienso en la idiotez que cometí- ¿Tocar  a su ventana?, ¿No se me pudo ocurrir algo mejor?- pero ver su sonrisa me tranquilizo mucho, sentí una enorme calma - es increíble lo que causa en mi esta chica.

- ¿Peter?- mi tía tocó la puerta- ¿Ya estás despierto?- oh diablos, olvide quitarme el traje.

-Qué asco, ¿acaso me duche?

-¡Peter!- me levanté rápido y abrí levemente la puerta para que ella no pudiese ver mi traje.

- Buenos días tía May- dije sonriente.

- Oh Peter, ¿Qué hacías? ¿Porque no contestabas?- parece asustada.

- Estoy bien, tía- pobre mujer, siempre le estoy causando problemas- solo me ducho y ya bajó.

- ¿Porque no abres bien la puerta?- pregunto mientras trataba de entrar.

- Vamos tía, un poco de privacidad por favor- le dije con una media sonrisa.

- Está bien mi niño-se dio media vuelta para comenzar a bajar las escaleras

- Tía- dije para captar su atención - Te amo.

- Yo más Peter-  sonrió.

Al estar en la ducha no dejaba de pensar en lo que vi anoche, sí, me refiero a Lissa- ¿Que me sucede?- no es que fuera horrible,  digo tampoco fue mi intención verla, pero no era algo que me esperara, tal vez si fue horrible, no ella...agh mejor me tranquilizo.

Salí de la ducha con la toalla enroscada a mi cintura, estaba a punto de vestirme cuando de repente comienzo a escuchar música la cual supongo proviene de casa de mi vecina- Dios ¿Ahora qué cosa piensas hacer?-  su ventana se encuentra abierta por lo cual me permite verla moverse al ritmo de la canción. Estaba cantando con un cepillo como micrófono, el cual de vez en cuando lo pasaba por su cabello. Me coloque rápidamente la camisa y el pantalón para poder acercarme a la ventana.

Pov Lissa.

Tendré un perro, al fin! Estoy muy contenta, obviamente amo a Dorian pero como siempre digo, es un gato flojo y gordo que no hace gracia alguna más que maullar suplicando por comida, pero fuera de eso es lo único.

Antes de irnos papá me pidió que me vistiera y que hiciera la cama, me da mucha pereza pero tengo que obedecer. Para alegrar un poco la mañana puse algo de música, “Here comes the Sun por The Beatles”, adoro esa canción,  tengo buenos recuerdos de ella, recuerdos en los cuales aún podía ver.

Busco el cepillo para cabello que usé como micrófono, no estaba como loca y la música no estaba tan fuerte como otras veces, porque vuelvo a repetir si lo hago me mató.

Estaba concentrada desenredando mi cabello cuando de repente escucho como llaman a mi ventana.

- ¡Hola!- me tomo por sorpresa provocando que el cepillo que se encontraba en mi mano terminara volando para después caer sobre mi pie, por cierto el cepillo era de madera.

- Mierda- grite para después poner pausa a la música. Bravo Lissa ahora Peter sabe la bocota que tienes. Trate de masajear mi dedo, así es, el dedo pequeño otra vez.

- ¿Estas bien?- se escuchaba preocupado pero aun así pude escuchar como reía un poco.

- Estaría mejor si ayudarás en lugar de burlarte.

- Disculpa, no reía de ti sino de lo que dijiste.

Busque mi bastón y me acerqué a la ventana

Te Siento (Andrew Garfield y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora