Un beso y una declaración frustrada

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El sábado llegó y con éste, la exposición de fotografía.

Por la mañana, Trisha se quedó en la tienda y yo me pasé ayudando a Curi a montar las obras, preparar los sándwiches para los invitados y organizar las bebidas. Nunca había visto a mi mejor amigo con tanta ansiedad encima.

La galería era enorme y todas las paredes del salón estaban decoradas con las fotos concursantes. Terminamos de preparar todo justo para la hora de la clase de pintura de Trisha, así que volví a la tienda y me quedé en su reemplazo cuando ella se hubo retirado.

Estuve lista y arreglada puntualmente para las siete de la tarde. Me puse un vestido rojo, algo ceñido arriba y suelto abajo hasta la rodilla, un zapato con tacos altos y algunos accesorios. Pero incluso así, me sentí un poco desarreglada apenas vi a Trisha subir al auto de Curi. Mi amiga llevaba puesto un vestido estampado que llamaba mucho la atención por ser ajustado en todo el cuerpo, se había arreglado con más maquillaje del que solía utilizar y hasta se atajó el cabello en un elegante moño.

Curi y yo nos quedamos con la boca abierta.

—¿Se les perdió algo en mis pechos? —preguntó ella con impaciencia.

—No... —contesté rápido. —Es solo que... te ves estupenda.

Curi tragó saliva y volteó hacia adelante. Ella lo miró por el retrovisor y frunció el ceño.

Nos pusimos en marcha y llegamos a la galería. Estaba abarrotada de gente bien puesta.

Casi todas las manos sujetaban copas y casi todos los ojos admiraban el arte desplegado en las paredes.

Nos ubicamos en el sector que le correspondía a Curi y me dediqué a destapar los bocadillos para que se acercara la gente.

—Esta es tu noche —le susurré a mi amigo, intentando calmar un poco sus nervios. Deposité un beso carmesí en su mejilla y a continuación limpié con la mano el labial que le quedó plasmado.

Él asintió. Un grupo se aproximó y Curi se ofreció a explicar la temática de sus fotografías a todos los interesados.

Trisha estaba acaramelada con una copa de champagne. Me acerqué a ella. Miraba entre la multitud como buscando a alguien.

—¿Va a venir alguien junto a ti? —pregunté.

—No, ¿por qué? —contestó con desinterés.

—Supongo que no te vestiste así para nada —insinué.

Trevor y Jacob llegaron en ese instante. Una chica diferente a la de noches anteriores estaba colgada del brazo del segundo. Nos saludamos entre todos y la chica se presentó como Amy, probablemente olvidaría su nombre minutos después, pero mientras tanto me propuse recibirla con agrado.

—¿Qué hay de aquel? —le pregunté a Trisha cuando los chicos se alejaron a servir bebidas. Le señalé un muchacho con lentes que estaba recostado por uno de los pilares interiores.

—¿Qué hay con él? —inquirió ella.

—Tal vez podría gustarte...

Ella me miró con recelo.

—No estoy examinando chicos, Jackie —me reprochó.

—¿Entonces a quién estás buscando desde hace rato? —cuestioné. —Y por qué estás de tan mal humor. ¿No deberías estar feliz por Curi? Es su gran noche.

—Estoy feliz por Curi —se defendió.

Iba a volver a preguntarle por qué estaba tan distante, pero en ese momento Penny se abrió paso entre la gente, y Trisha posó su mirada en ella.

Casa NO en venta (completa✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora