Capitulo 16: De camino

422 33 5
                                    

– Y así termino mi día ¿Cómo te fue a ti? – Pregunto la mayor a su hermana.

– Bien, sentí el día tranquilo – Dijo con una sonrisa que nadie le podía quitar.

– Parece que estar en la casa te sirvió, hoy te vi muy contenta

– Si, estar en la casa me sirvió de mucho – La de pelo corto de un movimiento rápido paso su brazo por los hombros de la otra y con la mano libre la despeino un poco.

– Estar de floja te hace estar de hiperactiva – Sonrió.

– Es una buena técnica, deberías de usarla también – Esta finalmente se separo, a lo lejos vio a una peli-rosa que perfectamente conocía, al aparecer trataba de llamar la atención de su hermana – Mai, creo que alguien te habla – Dijo señalándola.

– ¡Es Maggie! ¡Si vino! – Con emoción dio algunos saltitos

– ¿Ya planeaban verse?

– Si, ella me dijo que vendría para pasar un tiempo juntas

– Eso me suena a una cita

– Cita la que nunca tendrás tu – La de pelo corto la volteo a ver con los ojos entrecerrados.

– ¡Nos vemos al rato! – Dicho eso se fue corriendo como un correcaminos a donde estaba aquella peli-rosa.

– Le daré su lección cuando llegue a casa, ahora... Supongo que caminaré sola – Dijo para luego meter sus manos en sus bolsillos y caminar rumbo a su casa, su sonrisa no desaparecía, cada segundo del día anterior lo recordaba con detalle. Dio un gran suspiro mirando al cielo, ahora en lo único que pensaba era en la rubia que hacía que su corazón latiera desenfrenadamente. Su caminata paro al verla sentada en la banca de espera del camión, le extraño un poco pues ella no lo tomaba.

Sin que se diera cuenta se sentó al lado de ella, vio lo que tenia en sus manos, observo como estaba pasando algunos apuntes de los días que faltó, eso le hizo recordar que ella también lo tenia que hacer.

– Tienes bonita letra – Dijo aun observando sus apuntes. La rubia volteo a verla un poco sorprendida, no se espero que estuviera a su lado.

– Gracias – Dijo para volver a escribir.

– ¿Esperas el camión? – Preguntó.

– Si, la calle por donde siempre me iba la cerraron y tengo que tomar otra ruta

– Ya veo...

Las dos se quedaron en silencio, la mas alta no sabia de que hablar, los temas de conversación por un momento se le habían ido. La rubia cerro los cuadernos y los metió en su mochila.

– Ya viene el camión... Eh... Nos vemos luego Puppet – Dispuesta a darle un beso en la mejilla se acerco hasta que reacciono, paro y solamente le dio unas palmaditas en el hombro.

– Te acompaño – Dijo rápidamente.

– Tu vives muy cerca, no quiero hacerte ir mas lejos – El camión se detuvo en donde estaba la rubia quien se acerco a este y subió a el.

– Dos por favor – La albina se adelanto y pago el pasaje logrando la mirada de la rubia.

Estas se fueron a sentar en los asientos que quedaban libres, ninguna de las dos hablaba, se encontraban en un silencio incómodo. De vez en cuando las dos se miraban y desviaban sus miradas con leves sonrojos.

La rubia quería encontrar un tema de conversación pero por mas que pensara no se le ocurría nada, en cambio la de pelo corto se le ocurrían muchas cosas de que hablar, pero las palabras simplemente no salían, esta suspiro y decidida hablo.

– ¿Como te fue hoy? – Preguntaron al mismo tiempo logrando otro silencio incomodo.

– Bien, hoy termine un vestuario – Dijo mirando al suelo.

– Vaya, lo mas seguro es que... te haya quedado bien – Esta miraba hacia la ventana.

– ¿Por que no fuiste a la clase? – La rubia jugaba con sus manos.

– Deje el taller antes de faltar a clases – Explicó.

– Volverás... ¿Volverás a entrar? – La albina miro a la rubia, podía notar el pequeño sonrojo que tenía.

– No lo se, tal vez – Dijo rascándose la nuca.

– ¡Tienes que regresar! – Dijo en un tono alto exaltando a la mas alta – Eh... Las clases se pusieron mas interesantes – Rió nerviosa – Mira aquí bajamos – Dicho esto la rubia se paro y bajo del camión seguida de la otra quien la miraba un poco divertida.

– Si tu me lo pides hay mas probabilidad de que vuelva – Dijo sin pensar logrando que la rubia la mirara.

– No quiero obligarte a algo – Dijo un poco apenada.

– No me obligas a nada – Las dos continuaron caminando, la incomodidad no desaparecía en el entorno de camino a la casa de la mas baja.

– Hace tiempo no venía a tu casa – Comentó viendo aquella casa.

– Solo has venido una vez, no es para tanto – Esta soltó una pequeña risa – ¿Te gustaría... Pasar?

– No quiero causarle molestias a tu madre

– No lo haces, solo por unos minutos, vente – La rubia tomo de la mano a la de pelo corto y la guió hasta la casa, el lugar se encontraba en silencio. Un poco extraño para la menor pues siempre solía llegar a su casa con algún mínimo sonido.

– ¿Mamá? – Dijo en un tono alto.

– ¡Estoy aquí! ¡Voy enseguida! – Se oyó desde una habitación, en un par de segundos la madre de la rubia ya se encontraba con ellas – Puppet, que milagro, hace tiempo que no te veía – Dijo acercándose a saludar.

– Lo mismo digo señora – Saludo con una sonrisa.

– ¿Puede quedarse a comer? – Preguntó la rubia.

– Claro, aquí siempre sera bienvenida tu amiga, pasen al comedor les serviré de comer, lo mas seguro es que ya tengan hambre ¿Verdad?

La señora amablemente les sirvió de comer, las tres ya se encontraban en el comedor con un plato de sopa servido, la madre era la que hacía mas la platica, les hacía varías preguntas a la de pelo corto y de vez en cuando esta contaba una anécdota que vivió junto a su hermana haciendo reír a todas.

– No puedo creer que les haya pasado eso – Dijo entre risas la señora.

– Eso nunca me lo habías contado – Hablo la rubia.

– Paso recientemente, como hace algunos días – Esta se rasco la nuca.

– Eres muy simpática jovencita

– Muchas gracias señora – Esta tomo su cuchara y comió un poco de la sopa echa en casa.

– ¿Y ya tienes novio? – Esa pregunta hizo que la albina se atragantara un poco haciéndola toser.

– N-No señora – Dijo a duras penas.

– Que lastima, ya deberías de tener a alguien, debe de gustarte alguien ¿Cierto?

– Son muchas preguntas ¿No crees mamá? – Dijo nerviosa la rubia.

– Solo tengo curiosidad, espero no incomodarte – Dijo la señora mirando a la mas alta.

– No se preocupe, no lo hace, a todos siempre nos da curiosidad

– Entonces ¿Si hay alguien especial por ahí?

– Pues...











Continuará

Mi mejor error  [Puppica]  ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora