[ 4 ]

34.8K 1.8K 67
                                    

Ashley's POV

Debo de admitir que tanto para Harry como para mí, el fin de semana había cerrado con el más auténtico broche de oro. Esto gracias a que su compañero de piso -un tal Lewis o algo así- había decidido hacer una pequeña visita a su familia en Doncaster, de tal modo que eso significaba para nosotros tener el departamento a nuestra plena disposición. Sin querer desperdiciar ni un solo segundo, nos enfocamos en nuestros propios "negocios" para aprovechar la situación al máximo. Nos divertimos bastante, e incluso conseguimos disfrutar en otros aspectos de la compañía del otro. En el fondo, Harry era un gran amigo. Lo más sorprendente de todo fue que esa mañana realizó un gesto extremadamente caballeroso proviniendo de él hacia mí. Ciertamente, el rizado jamás tenía cuidados conmigo, y yo tampoco solía tenerlos con él, aquel detalle era esencial en nuestra relación. Entre nosotros no existían presiones o reglas que cumplir, por lo cual el hecho de que él mismo se ofreciera para ir a dejarme a la cafetería era un tanto... Impactante, totalmente fuera de lo común.

-Gracias por traerme, Harry. De verdad no era necesario -le digo una vez que nos encontramos frente a Dolce Ristretto. Mi lugar de trabajo es un sitio sencillo, acogedor, pequeño, que entrega un ambiente bastante cálido y amistoso.

-Hey, no voy a permitir que mi rubia favorita se marche así nada más -me sonríe, posando una de sus manos sobre mi muslo. Puedo sentir la electricidad recorriendo todo mi cuerpo. Es asombroso como jamás tengo suficiente de este hombre.

-Ahora vete a trabajar, te prometo que ya nos veremos tarde o temprano -me sonríe con una mirada coqueta que se oculta tras sus gafas-. Te llamaré cuando pueda.

-Espero que sea más temprano que tarde, Styles -le guiño el ojo antes de bajarme del auto.

Nada de besos, ni más caricias, ni otras demostraciones de afecto que pudiesen surgir. Nos encontramos en un lugar público -y según las propias advertencias de Styles- no podemos permitir exponernos de tal manera, para eso está nuestra habitación del hotel. De hecho, pensándolo bien, hasta el sencillo hecho de subirme al auto con él conlleva una especie de peligro, sin embargo, Harry prometió asegurarse e intentar pasar desapercibido, ya sea escondiéndose con su camuflaje que consistía en el beanie, sus lentes de sol y ese polerón. Y si bien no hacían que fuese irreconocible, al menos le permitían mezclarse entre las personas con más disimulo.

Harry's POV

Tras dejar a Ash en la puerta de la cafetería, partí directamente de vuelta a mi edificio, esperando encontrarme ya con Tomlinson, quien probablemente ya había llegado de su última visita a Doncaster. Y efectivamente, una vez que entro lo descubro ahí, bebiéndose una lata de cerveza y observando algo que mantiene sostenido entre sus manos.

-¿Tan temprano y bebiendo? -pregunto, tras cerrar la puerta con una sola patada certera.

-Nunca es demasiado temprano para una cerveza -se excusa-. Hey, ¿De quiénes son estos? -pregunta, saltándose todas las preguntas triviales que nos corresponden. Acto seguido, alza entre sus dedos los aretes que utilizaba Ashley la tarde anterior.

"Mierda."

-No lo sé, probablemente son de Eleanor -murmuro, evadiéndolo-. Hey, hablando de ella, ¿Cómo les fue en la visita a tu familia?

-Fantástico, mamá y los gemelos están genial. Gracias por preguntar -responde secamente-. Entonces, ¿A quién te estás follando que no me quieres decir? -parece dispuesto a sonsacarme la información, a averiguar el chisme antes de que sea estrenado.

-A nadie Louis, solo es una chica que conocí el otro día con Zayn -explico diciendo lo primero que escapa de mi lengua mentirosa-. El día que tenga nueva novia serás el primero en saberlo -agrego, restándole importancia. No quiero darle más explicaciones ni hacer como que lo que está sucediendo ahí fuese realmente relevante-. Y ahora que lo pienso, ni siquiera recuerdo como se llamaba -añado, pasándome una mano por mis rizos, tratando de ayudar a darle credibilidad a mi tan mediocre actuación. Dios, soy patético.

-Sí, sí, cómo no, dame un segundo para creerte -dice él, con sarcasmo, frente a las que debían haber sido las más patéticas mentiras que había escuchado en su vida.

Louis me conoce tan jodidamente bien, tanto que con solo escucharme es capaz de discernir saber cuándo es que estoy mintiendo y cuando no. Soy evidente, especialmente si consideraba que la mayoría del tiempo me comporto como un libro abierto muy fácil de leer.

Es entonces cuando decido tratar de tranquilizarme y volverme un poco más cauteloso con todo este asunto de Ash. Probablemente, no ver a Ashley durante un par de días sería una buena idea. Y para darle más interés hasta podría hasta hacer de esto una competencia conmigo mismo y mis instintos, algo así como "cuánto tiempo aguanto sin follármela". Valdría la pena, a ver si así le daba un respiro a Tomlinson antes de que mis salidas repentinas empezaran a tornarse más sospechosas de lo que eran.

Ashley's POV

Los días pasaron con rápidez. Acabó una semana y empezó la siguiente, y así. A estas alturas, ya van poco más de tres semanas sin ver a Harry. Me siento un tanto acostumbrada a sus estancias esporádicas, no obstante, me extraña no haber recibido siquiera un mensaje de su parte. De cualquier forma, mi trabajo ya era suficiente como para mantenerme ocupada, especialmente en momentos como este donde he optado por comenzar a atender también en los turnos de los fines de semana.

Es miércoles por la tarde. La cafetería parece estar extremadamente tranquila, con solo un par de personas que se pierden en sus teléfonos celulares o en el periódico. El reloj marca las seis y treinta mientras que me preocupo porque todos mis clientes estén bien atendidos y satisfechos. Y vaya, todo parece estar bien, igual de aburrido y rutinario que cada día.

James, mi jefe, se dedica a pasar cada cierto rato a mi lado, percatándose de que no me quede dormida mientras espero que llegue algo de vida a este lugar. Tengo mucho sueño y me pesan los ojos. Empiezo a creer que no vale la pena perder mi fin de semana trabajando, que tal vez es mejor aprovecharlo en casa durmiendo. Aunque al rato lo analizo con más detención, y considero cómo mis ingresos aumentan un poco más si trabajo un sábado o domingo.

-¡Ash, vuelve a la tierra! -exclama Michelle a mi lado, haciendo que me sobresalte.

Michelle es mi compañera de trabajo, tiene veintitrés años, cabellos negros y una hermosa piel color aceituna. Sus brazos están decorados con montones de tatuajes que tratan de ocultar un par de cicatrices en la muñeca. Cinco años atrás mi amiga había quedado embarazada de Jeremy, su único hijo, y tras lo que había sido un intento de suicidio, intentaba reintegrarse a la sociedad asumiendo su realidad. Una vez que Jeremy había nacido, Dolce Ristretto la acogió siendo su salvación para conseguir llegar a fin de mes con todas las deudas saldadas. Chelle es una chica que ha crecido muchísimo en el último tiempo, mas aún continua con ciertos rasgos de inmadurez incertos en ella que saltan a la vista de vez en cuando.

Sin lugar a dudas es una gran amiga, y agradezco contar con alguien como ella que amenice mis aburridas tardes en la cafetería.

-Cállate -farfullo, cerrando los ojos nuevamente. Estoy apoyada del mesón, apoyando mi cabeza entre mis manos.

-Mejor que sea yo quien te lo diga y no James -me advierte, obligándome a abrir los ojos una vez más-. Por cierto, tienes un par de clientes en tu mesa, y están buenísimos.

-Ya voy -digo distraída, desinteresada. La verdad no tengo interés alguno por ir a coquetear con nadie. Lo único que deseo es que acabe mi turno y volver a casa.

Recojo un par de menús y me acerco hacia la mesa veintidós.

-Buenas tardes, bienvenidos a Dolce Ristretto -los saludo con la mejor voz que puede escapar de mi garganta en esos instantes. Le entrego el menú al rubio que se encuentra a mi izquierda, y posteriormente estiro el brazo para que el pelinegro que se esconde tras las gafas de sol lo acepte.

Sí. Gafas de sol en el interior de la cafetería en un día nublado, donde el sol no podría estar más oculto. Y precisamente, las mismas Ray-Ban que había visto un par de semanas atrás.

-¿Zayn? -suelto, sin contenerme, recordando al misterioso chico de las bolsas.

Él, por su parte, se quita las Ray-Ban para observarme plenamente con la misma expresión de: "¿Qué diablos estás haciendo aquí?"

Shared » Harry Styles » Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora