Capítulo 15: Secretos Públicos y Traiciones Inesperadas

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Secretos Públicos y Traiciones Inesperadas

“You think you know,

What everyone needs,

You always take time,

To criticize me.

It seems like every day,

I make mistakes,

I just can't get it right.”

Shut Up por Simple Plan

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Después de vivir en Nueva York a base de robar a las personas, espiar para la CIA durante tres años y tener dos años de entrenamiento previo para llegar a eso, el trabajo encubierto siempre fue el más aburrido.

Sobre todo cuando dicho trabajo encubierto es el de ser bibliotecaria en una escuela a medio tiempo, y el resto del día trabajar en una librería.

Y no es que Sidney tuviese algo contra los libros pero… eran aburridos. Las páginas llenas de historias que, por más acción que tuviesen, jamás se compararían a la adrenalina que sentía al saltar de una de las montañas más altas del mundo con uno de los chicos malos colgando de tu pierna.

Sidney ya había hecho eso.

Y comparado con la monótona cuidad de Clearberry Lake, Clearberry Lake era como estar muerta.

Sidney sacudió la cabeza y enterró sus manos en su cabello, tirándolo ligeramente en frustración. Tenía suerte de que la señora Traydman estuviera tomando un descanso en la sala de profesores. No quería tener que explicar que ella, en realidad, encontraba los libros aburridos.

La señora Traydman la mataría, entrenamiento de espía o no. Para la mujer los libros eran sagrados. Y no quería ni imaginar lo que sucedería con ella si la señora Coleman, la dueña de la librería local y su jefa de medio tiempo, llegaba a oír la palabra.

Sidney continuó mecánicamente acomodando los libros del carrito hasta los libreros, hasta que un golpe de nudillos contra la puerta de la librería la sobresaltó.

Tuvo que reprimir la urgencia de sacar el arma en su tobillo y apuntar a la puerta. Hasta donde sabía, podía ser un estudiante —y esos eran chismosos. No quería que corriera el rumor de que la bibliotecaria temporal era una especie de fugitiva.

Así que se forzó a, tranquilamente, apoyar sus manos en sus muslos para levantar de su posición de cuclillas —había estado acomodando los libros del último estante—, para luego girar calmadamente para mirar a la puerta.

Sidney parpadeó, tomándose unos momentos para reconocer la cara —porque se veía conocida.

Un hombre enfundado en un elegante y de aspecto caro traje de oficina gris oscuro, zapatos de la misma calidad. Su cabello oscuro estaba peinado hacia atrás y él entrelazaba las manos en su espalda profesionalmente, una sonrisa cordial en su cara.

Sidney localizó la cara en segundos. Aun en días comunes, en una ciudad como Clearberry Lake, la cara del alcalde Blackwing y los rumores que venían con ella eran algo que se repetía seguido en las noticias de la cuidad.

—¿Puedo ayudarle, alcalde? —preguntó Sidney amablemente, mientras intentaba no paniquear. ¿Qué tanto sabía el alcalde? ¿Qué tanto estaba permitida a decirle si presionaba el tema?

—¿Usted es Sidney Scott? —inquirió casualmente, lentamente dando un par de pasos para entrar a la biblioteca, intercambiando su mirada de los libros a Sidney.

Lady Kittenحيث تعيش القصص. اكتشف الآن