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Ya era otro día, el sol pegaba en la cara del comunista, haciendo que éste se levante.

Se había levantado una hora antes de que la alarma sonara.

–¿En serio? –El comunista soltó un gruñido de fastidio y cerró la cortina de su ventana, impidiendo que el sol le siguiera molestando.

Volvió a reconciliar el sueño.
Por lo menos recobró fuerzas.

La alarma sonó, y como de costumbre, golpeaba el dicho objeto para que dejara de emitir ese "molesto ruido".

Se levantó, hizo su misma rutina y salió del departamento. Dirigiéndose al transporte.

Entró en él, y pudo volver a ver a "Thomas".

Estaba con su misma ropa de siempre.

–¿Qué tanto me ves? –Preguntó el de cuencas, percatándose de que el noruego lo estaba mirando.

–"Mierda" –Pensó el de sudadera roja.

No tenía respuesta, quedó callado por unos segundos.

–Cómo sea –El de sudadera azul sólo siguió en lo suyo, sin decir otro comentario.

Mientras el contrario sólo optó por mirar a la ventana. Mirando disimuladamente al otro chico

Se le hacia muy llamativo aquél...

–"Hay algo de ti que me encanta, pero no logro comprender qué cosa" –Pensó el amante del hentai.

Llegaron a su destino, lo normal, los estudiantes salieron del metro y agarraron el camino a su instituto.

Edd y Matt no sé encontraban en el lugar esperando a Tord

–"Seguro entraron temprano" –Pensó el de rojo y sólo fue a su salón.

Entro al aula y el profesor lo recibió con un "Buenos días".

–Buenos días, profesor. –Devolvió el saludo Tord y se sentó en un puesto libre.

Ya empezaron las lecciones.

Luego de largas 4 horas, Tord salió de su salón, estaba a punto de irse.

–¡¡¡Tord, Tord!!! –Gritó una voz reconocida, su mejor amigo, Edd.

–¡Edd, pensaba que no iban a venir, es decir, no los vi por ningún lado. –Dijo el de sudadera roja sacando un cigarrillo para después encenderlo.

Matt le tocó el hombro a Tord.

–Recuerda que aquí está prohibido –Matt hizo un puchero haciendo que Tord riera.

–Ya tengo veintiún años, bebito –Siguió riendo.

–Tord, hazle caso, si después te mueres, no es mi problema –Edd le quitó el objeto de su boca.

–Edd, no seas ridículo, además, yo no fumo taaan seguido

–¿No tan seguido? ¿¡no tan seguido?! –el de sudadera verde estaba a punto de estallar de furia –¡Tu te fumaste cinco de estas cosas la semana pasada! –El amante de la cola reclamó mientras señalaba el cigarrillo, después lo partió en dos.

–Oh vamos –Tord rodó los ojos.

–Es por tu bien

–Sí, mamá Edd

–¡Ni se te ocurra llamarme así otra vez, Larsson!

–Muy tarde, mami Gould

Matt sólo veía cómo discutían, riendo leve, sacó un espejo de su mochila y empezó a hacer su rutina narcisista.

–Bueno, me tengo que ir –El noruego se despidió de los dos británicos y fue al metro.

Mientras iba caminando, tropezó con alguien...

–¿Estas bien? Lo siento –Tord le dio la mano al desconocido tratando de ayudarle, sin embargo, este rechazó.

Pudo ver que era Tom.

–Fíjate por dónde vas, maldito fisgón.–El de sudadera azul sólo pasó de largo, dejando atónito al de sudadera roja por su actitud.

–Está bieeen... –Susurró el comunista extrañado.

"¿Por qué el es así?" Se preguntaba aquél chico con cabellos de cuernos.

–"Parece Tsundere" –Rió por ese comentario que se hizo en la mente.

...

 Subway ; [TomTord/TordTom] Where stories live. Discover now