[ONE SHOT] Youngjae

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Creo que en todo salón hay todo tipo de alumnos, los inteligentes, los que solo hacen desastre, las chicas que parece encantarles él maquillaje y ser lindas, los deportistas, los promedio, antisociales nerd y algunos que otros extraños. Pero dentro de este salón hay uno en especifico que junta los 3 últimos tipos de alumno. Nadie sabe nada sobre su familia, es muy lindo y cariñoso con todos, pero no suele hablar con nadie, así mismo se corren muchos rumores sobre él. Casi siempre se escapa al finalizar las clases, nunca quiere ir a salidas escolares o sociales, y nadie nunca lo ha visto en el camino de regreso. Muchos dicen verle ir detrás de las gradas con extraños objetos en las manos, otros afirman verlo con algo moviéndose dentro del bolso escolar, pero todos coinciden en que nadie se atreve a espiarle.

En cambio ella lleva sólo un par de semanas oyendo todas esas cosas. Un par de semanas tratando de romper esa barrera que él mismo se ha formado. Invitándole a tomar algo después de clases o a comprar el almuerzo juntos, pero las respuestas siempre son las mismas. "Lo siento, tengo cosas que hacer." "Otro día será." "Me surgió algo, lo siento." viendo como se aleja entre la gente corriendo; dejando a la chica solo con la boca llena de preguntas sin respuesta.

Ella incluso ha tratado de preguntar a sus compañeros que es lo que ocurre, pero nunca obtiene las respuestas que desea. Incluso son más confusas que las que el chico le da. Su corazón se siente inseguro, inquieto de amar a alguien que no confía en ella. Inseguro de los secretos que él pueda guardarle. Decidida ha intentado seguirle, ir detrás de las gradas en los recesos e incluso espiarle al terminar las clases, pero la mayoría de sus intentos han terminado en fracaso o descubiertos por otra persona.

Muchas veces le han advertido que se aleje de él, pero el corazón siempre es necio y nos hace actuar sin pensarlo. Más cuando se trata de la persona amada. Ella se siente cálida, sabe que esta sola y descansa dentro del aula solitaria. Sabe que el chico no se ha ido y solo espera que regresé para ponerle fin a la incognita y apartar las dudas que le impiden poder decirle lo que verdaderamente siente al chico castaño.

Su pecho se mueve lento mientras respira y se abraza a si misma dormitando mientras algunos rayos del día se cuelan por la ventana iluminando justo el asiento de su amado. Esta tratando de no cerrar los ojos y un suspiro se escapa de sus labios, quiere rendirse al cansancio del colegio, pero un alboroto fuera se lo impide. Se levanta perezosamente de su pupitre y se estira un poco, escuchando cada vez mas nítido los ruidos de afuera. Parecen ser gritos.

Sube de rodillas en su asiento mientras talla con cansancio sus ojos y trata de enfocar lo que afuera, en el patio, ocurre. Nota lo que parece ser una pelea, abre ligeramente la ventana y acomoda sus brazos en el marco de la misma obteniendo una vista más comoda del suceso.

???: ¡MARK! —Escucho gritar a una chica en medio de todo el alborotó.

"¿Mark?" se pregunto la de la ventana, totalmente desconcertada. "¿Sera alguno de los que pelean?" y noto como la chica que había gritado corría a interferir en la pelea, causando que solo la arrojasen lejos de ahí.

Tú: Que idiota. —Sonries para ti al ver a la otra caer al suelo mientras perezosamente con un bostezo notas a una pareja salir del escándalo en medio de toda la gente.

Estas por entrar de nuevo al aula, ajena al alborotó, cuando escuchas acercarse a algunas patrullas, quizá una ambulancia al lugar. Miras de nuevo y todos aquellos que observaban y grababan la situación han salido corriendo cuando los autos de luces rojas y azules se han parado frente al patio. Los paramedicos ayudan inmediatamente al chico que la otra chica ha tratado de ayudar, subiéndolo rápidamente al auto blanco y saliendo disparados de ahí con las sirenas al tope, seguidos de una limosina.

Los oficiales retienen a algunos que grabaron el suceso, al que violento a la chica y persiguen a otros más que han huido. Tu sonrisa es inevitable, hasta que escuchas unos ladridos del otro lado. Una perrita blanca esta totalmente alterada debido al gran escándalo. Miras desconcertada hacia ella y notas a un chico detrás de las gradas llamando a la cachorra. Asustado y tímido como siempre, lps oficiales notan a la perra, pero la ignoran hasta que descubren al castaño.

—¡Hey, tu!— señalan hacía él. —¡No te muevas!—

Y los oficiales tratan de subir lo más rápido posible a los acusados al auto para retener a tu amado. Sin pensartelo dos veces sales del aula, corriendo a una velocidad que incluso tu desconocías; no sientes las piernas cuando bajas las escaleras y te sorprende ver que no caes al suelo al saltar de ellas para llegar mucho más rápido a la puerta de emergencia. La abres y te topas de frente con las gradas, sigues tu camino y notas que ahora los oficiales estan por correr a donde él.

Tú: ¡YOUNGJAE!— Gritas a todo el aire que tus pulmones lo permiten y extiendes tu mano hacia él.

—¡Detenganse, ambos!— grita un oficial detrás de ti cuando tomas su mano y ambos salen corriendo.

Youngjae: ¡Vamos, Coco!— menciono él y la perrita le siguió el rápido paso al que iban.

No sabes de donde has sacado la energía para correr a tal velocidad sin sudar, pero agradeces que no te falte el aire. Su mano es suave y cálida, pero tu mente ahora sólo piensa en ponerlo a salvo, así que doblas la esquina del edificio principal y con la fuerza de tu mano libre abres la puerta del edificio de mantenimiento, cerrando una vez que la cahorra blanca ha entrado. Se quedan en silencio cuando escuchan a los oficiales acercarse, y ambos aprietan sus manos aun sujetas cuando pasan de largo el edificio donde estan.

Sueltan todo el aire que habían contenido y al fin sus pulmones buscan reponer el aire que perdieron en la huida, se miran unos segundos y sueltan sus manos al instante. Sus mejillas se sonrojan más de lo que ya estaban y ríen al unísono colocándose uno frente al otro.

Youngjae: Gracias.— emite de manera suave y pausada. Niegas con una sonrisa.

Tú: No es nada.— Acomodas tu uniforme y sonríes.

Un pequeño silencio se produce entre ambos.

Youngjae: ¿Por que?— se detiene inseguro. Con una mirada lo animas a seguir. —¿Por que me has ayudado?

Tus mejillas se tornan carmesíes, al fin caes en la cuenta de que has actuado sin pensarlo. Bajas la mirada hacia tus manos y notas que han comenzado a jugar con tu falda de manera nerviosa.

Tú: Bueno yo...— lo miras un instante y el acomoda un mechon de tu flequillo. —Tenia miedo de que algo te ocurriera.

Tu voz sale hecha un hilo tembloroso y vuelves a bajar la mirada ocultando tus coloradas mejillas. Sientes un cosquilleo en tu barbilla y alguien levanta tu mirada robando una caricia de tus labios. Te ha besado.

Tus pupilas danzan confundidas cuando él se aparta y le miras suplicando una explicación.

Youngjae: Gracias.— Es lo único que murmura aún sobre tus labios y sonríe.

Instintivamente le devuelves la sonrisa, así como el gesto. Pasando tus temblorosas manos por sus mejillas y uniendo nuevamente el contacto entre sus labios mientras el te abraza por la cintura.

Coco no puede evitar ladrar, emocionada.

Ambos sonríen sobre los labios ajenos y sientes que ya nada puede ocultar los sentimientos que se guardaban mutuamente.

Los secretos de ambos han sido descubiertos.

Imagina GOT7 დ One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora