Capitulo 13: Empujoncitos.

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Ema miró a su antigua niñera a través del reflejo del espejo. Shaila estaba observándola con una extraña expresión en su rostro desde hacía un largo rato mientras ella se arreglaba para ir al palacio. De nuevo.

Era el cumpleaños del príncipe Nolan, y había sido invitada por Rob y Geraldine, quien hacía una semana había vuelto a la universidad después de ausentarse por tan solo dos días, y actuaba como si nada hubiese sucedido nunca. Había evadido la única pregunta que Ema le había hecho y nunca había mencionado el tema.

Rob le había contado que actuaba de aquella misma forma con todos y nadie había sido capaz de sacarle la verdad acerca de lo que había sucedido cuando se había escapado o de cómo se sentía. Ella cedería con el tiempo, le había asegurado también. Nadie podía guardarse el dolor por mucho tiempo sin explotar.

En cuanto a los demás, Ema prefería mantenerse lejos de Bradley, a quien por desgracia tenía que ver cada vez que se acercaba a Geraldine, y de Nina, quien parecía siempre estar rondando alrededor de Robert y cuchicheando con Bradley cuando creían que no estaban viéndolos. Había algo entre esos dos, y a ella se le dificultaba saber si tenía que preocuparse o no. Su paranoia podía estar mal infundada, y solo causarle distracciones.

Eran increíbles los detalles que uno se perdía observando desde lejos. Siempre había estado tan segura de cómo llevar las cosas y de lo perfecto que era su plan, pero ahora que lo estaba llevando a cabo, no todo era tan fácil e ideal.

-¿Vas de dejar de observarme de esa forma? Me estás poniendo nerviosa. -

Shaila ladeó su castaña cabeza y soltó un suspiro entrecerrando los ojos.

-Solo estoy asegurándome de que recuerdas bien como esto debe de terminar. - Dijo la mujer.

-¿De qué estás hablando?- Siseó Ema. -Tengo que terminar de prepararme, Shaila. No puedo llegar tarde. -

-El príncipe es encantador. Guapo, carismático y no me cabe duda de que es todo un caballero. -

-No veo porqué eso es relevante.- Murmuró aplicándose máscara de pestañas.

-Emalene, de todos en esta casa, siempre fui yo quien más tiempo pasaba contigo. Solías hablarme ¿Recuerdas? Eras una niñita adorable y...-

La joven se giró sobre sus talones y clavó sus fríos ojos en ella.

-Tu punto, Shaila. - Reclamó apretando la mandíbula.

-Lo único que quería era que supieras que recuerdo lo enamorada que estabas de ese niño. De príncipe. -

-¡Por Dios!- Refunfuñó. - ¡Qué tontería! Como has dicho, era una niña. ¿Por qué habrías de creer que todavía estoy enamorada de él? -

-No, Ema. No digo que todavía lo estés, mi temor es que vuelvas a hacerlo. Cuando todo esto termine, tendrás que marcharte lejos de ellos. Te mereces una nueva vida, empezar de nuevo, tener la oportunidad de formar una familia. Él no es una opción. Los nobles son tóxicos. -

Levantando una ceja y colocando los brazos en jarras, Emalene contestó.

-¿Tú crees que no lo sé? ¿Qué lo he olvidado?-

-Lo único que te pido es que no te encariñes con ellos. No son buenos para ti.- Recomendó apoyando una mano en su hombro. -Lo único que conseguirías, Ema, sería un corazón roto. -

La joven rodó los ojos, pero en el fondo, y quizá no tan adentro, ella sabía que era cierto. Y también que necesitaba recordárselo más veces de las que lo había creído necesario.

**************

-¿Puedo decir algo, Lexi?- Preguntó Charlotte mirando a su prima, y como de costumbre, no le dio tiempo a responderle antes de volver a atacar. -Pareces una mandarina. ¿Quién usa un color cómo ese? -

Bésame o Dispara. #Descontrol en la Realeza 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora