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Lupin se encontraba en el sillón, revisando las partituras de la banda sonora que Malfoy y Potter habían compuesto juntos y comparándola con los tiempos de las escenas en la obra que representarían. Harry había llegado con las partituras sólo una hora antes, había llegado a casa del profesor y su padrino saliendo directamente de Malfoy Manor, la música estaba casi lista para la obra que tendría lugar en dos días, pero Harry no se encontraba pensando en eso, al menos no con la misma intensidad con la que le daba vueltas a la fotografía de Draco y Remus que había encontrado en un libro en la sala de música de los Malfoy.

Harry no alcanzaba a comprender del todo lo que estaba sucediendo, ya antes había notado que Remus hablaba del chico Malfoy con cierto cariño o comprensión, como si no le importara que el bastardo le escupiera directamente en el rostro, porque lo hacía, Draco no perdía la oportunidad de burlarse de Lupin, ya fuese por su profesión, su humildad o su homosexualidad. Malfoy no se empeñaba tanto con ningún profesor como lo hacía con Lupin, quién, cabe recalcar, jamás le había mandado detención o un reporte, el hombre solamente se limitaba a ignorar al malcriado rubio como si aquello no le afectara.

Y Harry, por supuesto, que era curioso por naturaleza, no podía simplemente quedarse con los brazos cruzados, debía obtener información a toda cosa y como sabía que no ganaría nada preguntándole a Malfoy o a Remus directamente, había decidido que no le quedaba de otra más que husmear por aquí y por allá en busca de información. Sabía que esculcar en la casa de su padrino y su novio podía no ser muy buena idea, pero tampoco era como si tuviera otra mejor. En Malfoy Manor Draco no se separaba de él y ni si quiera le dejaba ver su habitación y ahí, en el apartamento de Remus tenía libre acceso.

El soundtack que habían gravado sonaba, invadiendo la habitación, mientras Lupin leía el guion y sonreía complacido por los cambios de tonos que le daban el impacto necesario a cada situación; el romanticismo, la tensión, el enojo, la indiferencia, etc. Y Harry supo por su mirada que el profesor pensaba lo muy bien que había hecho en hacer que él y Malfoy trabajaran juntos.

—Mañana terminaremos la última pieza —Dijo Harry. —La de la muerte de Romeo y Julieta, y luego podremos ensayar con toda la música antes de presentar la obra, lamento la demora, pero sabes que Malfoy y yo...

—Lo sé, Harry, no se llevan muy bien. —Sonrió condescendiente. —Pero esto que han hecho es fantástico, la banda sonora es parte importante de una obra y ustedes han logrado un gran efecto, pese a solo ser dos personas. Draco es bastante bueno con el piano, se complementaron muy bien.

—¿Lo sabías? —Preguntó Harry, no dispuesto a dejar pasar aquella oportunidad. —¿Sabías que Malfoy podía tocar el piano? —Lupin asintió distraídamente, pausando la música.

—En cuarto año le tocó participar en el festival navideño con la clase de música, todos quedaron fascinados.

Harry asintió, aquella no era la respuesta que esperaba, pero tampoco era como si supiera que tipo de era la que quería escuchar. Lo único que tenía claro es que quería saber que era lo que aquellos dos ocultaban y por qué lo ocultaban. Parecía que en el pasado se llevaban fantástico, si hasta se tomaban fotos juntos. ¿Qué había pasado después? ¿Qué había dañado tanto las cosas como para causar que Draco mirara a Lupin como si lo odiara? ¿Tendría que ver con Sirius? ¿Por eso cuando su padrino y Malfoy se habían encontrado no habían dejado de mirarse como si quisieran asesinarse mutuamente? Harry tenía muchas preguntas y pocas respuestas.

—Voy a dejar a Sirius al trabajo y me quedaré un rato a ver su presentación ¿vienes? —Preguntó el profesor, poniéndose de pie y sacándolo de sus pensamientos.

—En realidad... ¿crees que podría darle un vistazo a tu biblioteca personal? Estoy buscando información para un ensayo de historia. —mintió.

impossible MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora