Capitulo XLIII

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Capitulo XLIII

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Capitulo XLIII

Sangre...

Tanta sangre en mis manos...

Muevo mis dedos frente a mi rostro, la sangre caliente deslizándose por ellos, resbalando por mis palmas hasta mis muñecas para caer al vacío.

Detente...

Esa voz suave... angelical...

Me giré pero a mi alrededor solo había oscuridad, ¿Dónde estoy?

Te devolveré ese mordisco, princesa roja.

La voz de Mason en la distancia hizo que cayera sobre mis rodillas, un fuerte dolor extendiéndose por mi cabeza, apretando mi craneo, haciéndome jadear en agonia.

No me interesas tu, me interesa Fleur.

Pierce...

Duele mucho.

Escuché pasos acercándose a mi, eran lentos y seguros, quien quiera que fuera no tenía apuro. Sosteniendo mi palpitante cabeza, me las ingenié para levantarme, tambaleándome de un lado a otro.

La luz volvió a mi alrededor, cegadora e imponente y ahí frente a mí estaba mi padre.

—¿Papá?— no podía creerlo, me apresuré hacía él, —Papá, mi cabeza duele mucho.

Al estar frente a él, mi padre sonrió y me abrazó, pero en vez de sentirme bien, fue lo opuesto, una sensación desagradable me invadió.

Mi padre besó un lado de cabeza para susurrar en mi oído, —Hola, zorra.

Antes de que pudiera reaccionar, un dolor punzante atravesó mi estomago y cuando mi padre me soltó, vi horrorizada el cuchillo de caza enterrado en mi estomago, sangre emanando rápidamente de la herida.

Mi padre alzó su mano para golpearme y solo pude observar como su puño descendía sobre mi rostro.

—¡Fleur!— abrí los ojos de golpe, gritando desesperada.

—¡No! ¡Sangre! ¡Hay mucha sangre!— me senté, revisando mi estomago con mis manos una y otra vez.

—Fleur, fue solo un sueño, estas bien.— esa voz suave... ese tono tranquilizador... —Mirame.

Me encontré con esos ojos grises que había comenzado a amar antes de que todo esto se volviera una locura.

—Pierce...— mi voz apenas era un susurro, sonaba carrasposa, mis mejillas mojadas por las lagrimas.

Él estaba sentado a mi lado en la cama, sus manos sobre mis hombros, su rostro estaba a apenas centímetros del mío, había olvidado lo hermoso que era. No sabía si era el miedo o el estado vulnerable en el que me había dejado esa pesadilla pero no lo aparté.

Fleur: Mi desesperada decisión ✔️[Darks #0] ¡Ya en librerías!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora