Capítulo 13: Cadenas del pasado

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***Sonnet***

Terminé de hablar con la policía. El padre de Lyra llegó a casa muy rápido, luego de haber recibido las malas noticias. Serina llegó también después de un rato. Todos estábamos en la sala, y los policías seguían interrogando a los padres de Lyra.

—Lyra... —Serina estaba muy triste.

Observaba los adornos de la mesa en el centro de la sala, mientras empezaba a recordar algo... tratando de recordar algún indicio que me indicara qué era lo que estaba mal. Sentía como si me hubieran succionado toda la energía del cuerpo de un solo golpe. Estaba cansado, tenía hambre, pero, sobre todo, estaba preocupado por mi amiga... más que nunca en la vida.

Revisaba una y otra vez los mensajes con Lyra, buscando alguna pista sobre qué era lo que había sucedido. Era imposible que escapara. ¡Todo estaba bien en su vida! Tal vez... todo estaba muy normal en su vida. Ella solía quejarse de lo aburrida que estaba, decía que quería algo nuevo, diferente. Ella antes no era así... no antes de haber conocido a Frederick.

•—Empezar Música—•

Lyra conoció a Frederick en su universidad, hacía tres años. Él estudiaba microbiología, y ella no estudiaba, pero iba a cursos de enfermería. El día que Lyra me presentó a Frederick, habíamos ido a comer los cuatro: Lyra, Frederick, Serina y yo. Él era un muchacho energético, de cara amable... pero con una sombra oscura. Siempre había podido sentir una vibra extraña de su presencia.

Frederick y yo salimos varias veces a tomar un par de cervezas y hablar de la vida. Superficialmente se veía normal. Un chicho común, inteligente, incluso hasta gracioso a veces. Sin embargo, nunca supe nada de su vida privada... lo evitaba a todas costas, haciendo comentarios sobre algún asunto del día a día, por lo que nunca quise hacerle incomodar con más preguntas.

Después de muchísimo tiempo, Lyra y Frederick estuvieron actuando muy raro. Se veían mucho, pero en su casa o en la de él, y estrictamente en sus habitaciones, sin salir en todo el día. Desde que eso empezó a suceder, Lyra se comportaba un poco más fría con sus amigos y su familia.

Lyra estaba un poco aparte. Siempre lo había estado, pero ahora lo hacía de una manera más expresiva. Estaba más alejada de nosotros que nunca. Luego, pasó un tiempo en el que empezaron a desarrollar una extraña relación codependiente. Ambos peleaban en secreto, y se arreglaban, pero la tensión seguía presente en la relación.

Llegó un punto en el que Frederick quiso obligar a Lyra a hacer ago. Ella no quiso, y llegó a comentármelo. No especificó qué diablos había sido lo que él le pidió, ni las razones de sus peleas. No quiso profundizar nada, y lo respeté. Pero sabia que algo malo estaba sucediendo entre ellos... Ella terminó con él, y luego de cierto tiempo, él la empezó a buscar de nuevo.

Siguieron con su tóxica relación, y tuve que intervenir. Hablé con Frederick por aparte, saliendo a tomar una cerveza. Aquella noche, él estaba sudando, estaba tenso. Por más que le pedí que me contara qué era lo que sucedía, nunca me quiso contar nada. Siempre veía hacia los alrededores, hacia mis espaldas, como si hubiera alguien vigilándolo en todo momento... estaba muy distraído y distante. No pude sacar información alguna de la conversación.

No hasta que me puse serio.

Empecé a demandar que no siguiera buscando a Lyra. Él exclamó que yo no entendía nada del asunto, que me quedara lejos de sus problemas. Le dije que estaría bien, que me quedaría lejos, así como siempre lo había hecho, pero que dejara a Lyra en paz. Ella nunca haría algo que no quisiera, por más que otra persona la obligara o la chantajeara.

Frederick sabía eso muy bien, al igual que todos los que la conocieran. La conversación terminó, y nunca supe si él reflexionó sobre el asunto, pero dejó a Lyra en paz. Pasó el tiempo, cuando sucedió la pelea entre él y las personas que Serina me contó.

Al día siguiente tomé el celular de Lyra, y estando junto a ella, lo bloqueé. Ella estaba dispuesta a darle fin a esa relación, y todo estuvo bien... hasta que, al pasar dos semanas, ella lo desbloqueó.

¿Por qué lo había hecho?

Supuse que era parte del perdón... aunque el perdón era gris, pues yo nunca supe cuál había sido el detonante de todo el problema. Nunca supe si aquel perdón había sido digno de darse, pero al parecer no había funcionado. Empezaron ad discutir de nuevo. Ella lo bloqueó de nuevo, hacía un tiempo, y todo estuvo bien, hasta que recibí los nuevos mensajes de Frederick. Ese mismo día había sucedido todo junto. Él murió, y ella desapareció.

—Sonnet... ¿estás bien? Necesitas descansar. —Serina habló, al notar que me había perdido entre los pensamientos.

—¿Crees que Lyra está descansando en este momento? Creo que puedo ser mejor que esto. —Me levanté—. No quiero que te sientas mal Serina, pero no puedo hacer nada más que intentar saber en dónde se encuentra.

—Sonnet... —Ella veía hacia mis ojos—. Lo entiendo.

—Nos vemos mañana, descansa. Te quiero. —Le di un abrazo.

—Adiós Sonnet, gracias. —La madre de Lyra se despidió.

Caminé hacia las afueras. Paré justo frente a la casa de Lyra.

—Pase lo que pase... te encontraré. —Suspiré, iniciando el camino hacia mi hogar.

Tenía algo planeado para hacer esa madrugara. Iría a pensar en absolutamente todas nuestras conversaciones en los últimos días que la vi. Había algo que estaba olvidando... y estaba decidido a recordarlo.

Las esperanzas se tambaleaban entre la oscuridad. ¿Qué traería el destino?

El Desfile Macabro (#1 ¡EN FÍSICO YA!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora