•Baile de graduacion•

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Evan y Nataly estaban muy felices bailando. No podían creer que ya se estaban graduando y saber que irían a la misma universidad también los emocionaba.

Estaban en una canción lenta y estaban en el centro de la pista.

Nataly pensaban que eran un completo cliché, "polos opouestos", su primer conversación fue por medio de una nota y su primer beso fue uno robado.

Pero sin duda alguna ella volvería a recorrer todo ese cliché para llegar a donde estaban, juntos.

Muchas veces Nataly pensó si de verdad Evan era feliz con ella, su sarcasmo a veces era muy grosero, casi siempre era muy seca y una vez hasta le lanzó un libro a la cara.

Claramente ella nunca noto la sonrisa de este cuando hablaba, cuando le explicaba su punto de vista sobre un tema o como le brillaban los ojos al hablar de sus libros.

Evan estaba enamorado de Nataly, por ser muy fuerte a tal punto de hacerse cargo de su hermana menor desde los 16, de aguantar el dolor de cuando perdió a sus padres.

O bueno mínimo eso creían los que que los veían juntos. Cuando en verdad, el se enamoró de su sarcasmo, de como cuando sonreía se le hacían unos lindos hoyuelos en sus mejillas, también de eso de lo que el mundo pensaba, pero sin duda a el le gustaba cada una de las facetas de Nataly, desde la sarcástica hasta la tierna.

A Nataly lo primero que la cautivo del chico era su simpleza, la cual ya no se encuentra en muchas personas.

Simplemente los dos podrían hacer una lista de lo que le enamoraban del otro y nunca acabarían.

Evan ya se había aburrido y cuando vio que su novia solamente estaba recargada en su hombro porque ya se estaba durmiendo, le dijo que ya se fueran a sus casas.

— Pero si apenas son las 11—. Contestó la pelirroja, ¿tanto se había tardado arreglandose para que sólo fueran 3 horas?

— Nataly, apenas y puedes mantener los ojos abiertos, mejor nos vamos y luego salimos a bailar a donde tu quieras.

¿A donde ella quisiera?, ni siquiera le gusta bailar.

— Tienes razon, vámonos.

— ¡Hey!, ¿ocupan que los lleve?— pregunto amablemente Derek al ver como una de sus amigas se iba— por mi no hay problema.

Evan y Nataly se miraron, no era necesario, ellos vivían como a 4 cuadras, no era mucho y por donde ellos pasaban era un lugar seguro.

O eso creían ellos.

— No, está bien Derek, sólo cambiaremos 4 cuadras y en mi casa Evan tiene su auto. Sigue disfrutando la fiesta.

¿Por qué Evan no se trajo el auto?, fácil, no había estacionamiento en su escuela, así que prefirió dejarlo en la casa de Nataly.

Se despidieron de algunos conocidos, ya que después de esa fiesta no se volverían a ver en un largo tiempo.

Evan y Nataly iban bromeando y para que mentir, también compartiendo chismes que pasaron durante la fiesta.

Entonces frente a ellos se apareció un chico, no más de 1.90 de estatura, con un arma.

— Denme todo lo que tengan—su voz era ronca y casualmente a Nataly se le hacía tan conocida.

Evan sacó su cartera y se la entregó, gracias a que siempre estaba prevenido, los billetes los tenía escondidos en el zapato y su celular era un iPhone 4 lo tenía con clave y con su cuenta icloud, entonces se lo entrego sin problemas y sin miedo a que le robara información importante.

— Tu también sunshine, dame todo lo que tienes.

Entonces Nataly reaccionó, solamente alguien le había dicho así en su vida.

— ¿Mark?— en cuanto el nombre salió de sus labios el chico que tenía enfrente la había reconocido.

Idiota, idiota, idiota. Era lo que pensaba.

— Mierda—despues de que el dijera eso se escuchó un disparo.

Y también se vio como la pelirroja caía al piso con un disparo en el lado izquierdo y por lo que podía ver el pelinegro muy cerca del corazón.

Oye, ¿estás leyendo un libro? (#EM1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora