Capítulo 61: Presión

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***Duke***

—Acepto... —repite Lyra.

—Trato hecho, entonces —confirmo—. Ya te puedes ir, Jerry.

Su celular empieza a sonar.

—Hola —dice—. ¿Qué? ¿Desvaríos? —Me voltea a ver, muy enojado. Entrecierra sus ojos.

Me entra una llamada a mí. Es Awstin... esto no puede significar nada bueno.

—Awstin —pronuncio.

—Duke, Duke... qué suerte la tuya. Por tu estúpido actuar vamos a entrar en guerra hoy mismo, en este momento —comenta riéndose—. Ya sabes el trato, mi querido amigo. Ven de inmediato. Así como tuviste las bolas para iniciar esto, termínalo.

—¿Qué? ¿De qué hablas? —Intento hacerme el ignorante—. No entiendo.

—¡Deja de actuar, imbécil! Te espero en este instante, en el centro de la ciudad. —Termina la llamada de golpe. Jerry también termina la suya.

—¡¿Qué hiciste?! —exclama con todas sus fuerzas—. ¡Quién sabe cuántos morirán hoy por tus acciones!

Lyra nos observa callada y atemorizada.

—Se metieron conmigo. Solo me defendí —explico.

—Volvemos al mismo tema de siempre, Duke. —Jerry se tapa la cara con las palmas de las manos—. Y esta vez involucraste a muchas más personas...

—Lyra, ven —comando, arrastrando otra silla—. Ven ya.

Ella camina y se sienta. El momento es realmente tenso. La amarro de nuevo, mientras Jerry está pensando en silencio, caminando a los alrededores.

—¡Duke! —exclama Julie desde arriba, está llegando a la bodega.

—Aquí —hablo. Ella se asoma por las escaleras.

—¡¿Es esto cierto?! —exclama sosteniendo su celular—. ¡¿Habrá una puta guerra?!

—Sí, la habrá —confirma Jerry obstinado.

—¡Estúpido! —Julie baja las escaleras y me empuja—. ¡Qué te pasa! ¡Todos hablan de tu estupidez!

Me controlo para no pegarle un puñetazo en la cara.

—Pues vamos entonces. —Empiezo a caminar—. Vamos a terminar todo esto de una vez.

—No es tan fácil... —dice Jerry—. No sabemos contra quiénes lidiamos, ni cómo nos enfrentaremos a ellos.

—Son unos estúpidos Desvaríos —rio—. Cuando lucharon contra mí ni siquiera estaban armados, además...

Jerry me agarra de la camisa y me arrastra contra la pared.

—No subestimes al enemigo, Duke —amenaza con severidad—. No subestimes a nadie en este mundo. Por esa razón podrías caer más bajo de lo que ya estás, si siquiera eso fuera posible.

—Bien, bien. —Me sacudo la camisa, apartándolo—. Vamos a ver qué sucede hoy. Prometo no subestimar a nadie.

—Tengo que llamar a todos... nos veremos ahí, Duke y Julie. En especial tú... —Me señala.

—No faltaré —prometo—. Me alistaré ya.

***Steiner***

Serina se encontraba todavía en la estación de policía. Toda la evidencia seguía siendo colectada, y el juicio sería el día siguiente. Ya estaba todo planeado y organizado.

El Desfile Macabro (#1 ¡EN FÍSICO YA!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora