Batfamily One Shots || Son Adoptados

No. 10 || Supermarket Flowers

Una lágrima cayó al suelo. Sus pies rápidamente la pisaron, mientras él seguía corriendo. Gritos que clamaban perdón resonaban en los pasillos, mientras los internistas se llevaban la camilla deprisa al quirófano. El cuerpo de Dick se movía violento sobre las sábanas blancas, su cabello azabache, revuelto. Las intravenosas penetraban crueles sus venas, los médicos exclamaban instrucciones.

Y él corría.

Como siempre había hecho desde que lo conoció, Jason corría todo lo que sus piernas le daban para poder alcanzar a Dick. Pero él estaba tan lejos.

-¡Dick! -gritó. Porque eso siempre funcionaba cuando estaba cansado. Richard era del tipo de persona que se gira y regresa, que avanza contigo, que no te deja solo.

-¡Dick! -pero esta vez no se detuvo, no se giró hacia él y sonrió como solo Dick Grayson sabía hacerlo.

Los médicos siguieron corriendo, todos parecían hablar a un tiempo, soltando indicaciones que nadie más que ellos podía entender. Jason no se quedó atrás.

-¡Por favor! ¡Por favor! -rogó, pero no sabía lo que pedía.

"Por favor no se lo lleven"

"Por favor que no sea cierto"

"Por favor permítanme despertar"

A su lado, voces familiares también gritaban ruegos sin sentido. Se preguntó a dónde se irían esas voces cuando las luces blancas las hubieran consumido por completo. Gritó de nuevo. Sus piernas ardían, de pronto, una mujer vestida de azul se interpuso en su camino.

-No pueden pasar -dijo, pero su voz sonaba acuosa en los oídos de Jason.

-Mi hermano -fue lo único que pudo decir-, tengo que ir con mi hermano.

Su respiración estaba agitada, sus pies se movían por sí mismos tratando de avanzar. Empujó a la mujer hacia un lado e intentó de seguir. Manos nuevas, enfundadas en guantes, llegaron para detenerle. Jason gritó de nuevo.

-¡Dick! -sus pulmones quemaban por el esfuerzo. La camilla estaba cada vez más lejos, los murmullos de los médicos resonaban como ecos ininteligibles a lo largo del corredor.

Jason arrojó a otras dos personas a un lado, él tenía que ir con Dick. Tenía que ir con su hermano.

<< Somos familia >> Richard le había asegurado con sus ojos azules suplicantes.

<< Pero no una de verdad >>.

Jason se removió con furia en el agarre de los paramédicos. Él no había querido decir eso. Él sabía, Jason lo sabía; ellos eran familia.

-¡Suéltenme! ¡Tengo que ir con él! ¡Tengo que disculparme! ¡Dick!

Otras dos personas salieron volando. Jason trató de correr de nuevo, pero entonces, él le detuvo.

-Jason, por favor -Bruce sostuvo a su hijo contra su pecho, bloqueándole el paso-. No podemos hacer nada.

El pecho de Jason se infló dolorosamente, sus ojos se llenaron de lágrimas que hervían en el borde de sus pestañas.

-No... -su voz amenazaba con quebrarse- ¡No! ¡NO! -gritó, resistiéndose- ¡DICK! -le llamó de nuevo. Él tenía que venir. Él siempre venía- ¡DICK!

-Jason, hijo -Bruce tomó aire, utilizando toda su fuerza para contener a Jason dentro de su agarre-. Él no va a venir, Jay... Dick no va a venir.

Jason se agitó, sus labios temblaron hasta que su rostro se contrajo en una mueca de dolor. Arrugas brotaron alrededor de sus ojos, y el primer sollozo broto con su voz cortada, mientras sentía que sus piernas se rendían.