Capítulo XXVIII

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***ADRI***

Tras comunicarle la noticia a Elric, éste había palidecido. Gracias a años en la corte podía saber lo que mi compañero pensaba sin duda alguna. Tenía miedo a tomar una decisión de tal alcance. La verdad es que no podía culparle. Podía cambiarle la vida por completo. Además siempre existiría la incertidumbre de que hubiera pasado de tomar la otra decisión, y esa incertidumbre se vería realzada si la vida no le iba muy bien.

Mi sentido egoísta quería que Elric aceptara la oferta de mi padre y ascendiera a ser un conde de Arkadia. No es que el título me importase, pero no podía casarme con un campesino. Mi deber como princesa era casarme con alguien que pudiera aportar beneficios al reino, y un conde de Arkadia podía mantener a la estabilidad y progreso de mi reino. Pero otra parte de mi no quería que aceptara el título nobiliario. Tenía cierto miedo de que la gente de la corte atacase a Elric y yo no pudiera defenderle. Además mi compañero de viaje era un alma libre, en la vida de la corte se sentiría enjaulado. Por ello había decidido no intervenir en la decisión de Elric. La noche anterior simplemente le había expuesto los hechos objetivamente. Era su decisión, no la mía. No podía imaginarme a Elric miserable toda su vida por mi egoísmo. Me mantendría al margen por más que me costara.

—¿Qué opinas respecto al plan?—pregunté intentando distraerle de sus pensamientos y devolverle a la realidad.

—Eeeh...bien. Os acompañaré, pero ahora no puedo decirte si os acompañaré a la capital. Gran parte de mi decisión se verá afectada por lo que tengan que decir mis padres.

—Lo entiendo Elric, por eso no te pido que me digas ahora qué harás ni cuanto tardarás en tomar la decisión. Tienes todo el tiempo que necesites para pensar.

Elric asintió con la cabeza en señal de agradecimiento.

—Con tanta cosa en la cabeza se me olvidó ayer preguntarte por tu hermana.

—¿Alyssa?—pregunté esperanzada de que la conversación no fuera en esa dirección. Pero Elric aplastó mis esperanzas al asentir con la cabeza. Me recompuse antes de comenzar a hablar. Odiaba que ese tema me afectara tanto—.  Después de que Eddard y tu abandonarais el comedor la conversación se puso entretenida. Mi padre preguntó a Alyssa que si sabía algo de quien me había traicionado pero Alyssa lo negó. Luego le contamos a Alyssa lo que sabíamos y las pruebas que había. Alyssa me atacó verbalmente y me acusó de traidora, pero la verdad quedó expuesta gracias a las pruebas. Lorelei y Damara no se tomaron muy bien la información, se cabrearon bastante. Y mi madre finalmente asimiló la realidad.

—¿Y tú? ¿Tú como estás?

—Yo estoy bien Elric.

—Adrienne, te conozco más de lo que te gustaría. Vi como reaccionaste cuando descubriste lo de tu hermana y que conllevó eso. Se que no estás bien.

—No estoy mintiendo Elric al decir que me encuentro bien—no aparté la mirada. Cuando la gente solía apartar la mirada era porque mentía, y yo no quería que Elric supiera la verdad.

—Adri, puedes desahogarte conmigo—cogió mis manos entre las suyas y se inclinó para acortar la distancia entre nosotros.

Me debatí en mi interior entre contarle como me sentía o callarme. Jamás había sido de expresar mis mayores sentimientos, ni si quiera a Aeron, pero Elric había estado durante las situaciones más difíciles de mi vida, por lo que me había visto abrumada por todo y había confiado en él contándole cosas personales. Pero entonces me vino a la cabeza como Elric se había apartado bruscamente cuando nos estábamos besando.

—Ya te he dicho que estoy bien Elric—le corté en un tono más cortante del que pretendía mientras que me levantaba de la cama poniendo distancia entre nosotros.

La Princesa de HieloWhere stories live. Discover now