06.

1.8K 180 55
                                    

Día 10.

Yugyeom.

Luego de la sesión de fotos, Jinyoung y yo habíamos invitado a Bettie a cenar algo. Ella no quería salir, así que terminamos ordenando algo y quedándonos en el apartamento de Jinyoung.

Si bien sí teníamos hambre, la idea de reunirnos era para averiguar qué tenía tan preocupada a Bettie.

No la había visto de esa forma en mucho tiempo y temía que el estrés de su próximo matrimonio la estuviese haciendo sentir mal.

- No saben cuánto estaba necesitando esto. - dijo Bettie mientras veíamos una película en la sala. - Necesitaba tiempo a solas con ustedes dos, con las dos personas que más valoro en este mundo. - añadió, clavando su vista específicamente en mí. No supe bien por qué, pero ese gesto me puso nervioso.

- Yah, Ely, está bien que nos ames, pero no te pongas sentimental ahora. - bromeó Jinyoung, intentando que ella dejara esa expresión melancólica y volviese a sonreír. Pero falló tremendamente porque Bettie comenzó a llorar.

Jinyoung y yo nos dirigimos miradas preocupadas y a pesar de que no era la primera vez que la veíamos llorar, esa se sintió diferente.

- ¿Bettie? - le llamé al envolverla con mis brazos, pero no hubo respuesta, solo escondió su rostro en mi cuello y continuó llorando.

- Ely, ¿qué sucede? - intentó Jinyoung. - ¿Fue por lo que dije? - ella negó. - ¿Qué sucede? Sabes que puedes contarnos lo que sea.

- No sé cómo decírselos. - se lamentó antes de despegarse de mí y comenzar a secar sus lágrimas. - No sé cómo lo vayan a tomar.

- ¿El qué? - me apresuré a preguntar, preocupado porque ella no nos dirigía la mirada.

Algo estaba mal, muy mal. Jinyoung también lo percibía.

- Chicos, yo... - Bettie tomó una bocanada de aire que fue soltando de a pocos y cuando terminó, dijo: - Andrew quiere que vayamos a Estados Unidos en cuanto nos casemos.

- ¿Qué? - balbuceé y busqué la mirada de Jinyoung al instante. Yo no podía hablar, pero él tenía que hacerlo, tenía que decir algo.

- ¿Por cuánto tiempo? - preguntó, intentando ser él quien se mantuviese fuerte, pero era evidente que la noticia le había impactado tanto como a mí.

- Indefinido. - respondió Bettie antes de continuar llorando y sentí un dolor intenso en el pecho.

Había pasado más de diez años con Bettie. Si el solo hecho de salir de tour y no verla por unas semanas me causaba ansiedad, la posibilidad de que se fuera ella y no supiese cuándo regresaría, me dolía demasiado.

Me volví hacia Jinyoung, quien se mantenía en silencio, y vi cómo sus ojos comenzaban a cristalizarse. Esto era difícil para él también.

¿Qué pasaría con nosotros si nos separábamos? ¿Qué pasaría con nuestra amistad? ¿Siquiera existiría una amistad entre nosotros, luego de que Bettie se casara?

- Debemos hacer algo. - le dije a Jinyoung en cuanto nos aseguramos que Bettie durmiese en la habitación de huéspedes. Se había quedado dormida en mis brazos de tanto llorar y como no tenía el corazón ni las fuerzas para despertarla y volver a verla de aquella forma, prefería llevarla a que descansara. - No podemos dejar que ese tipo la lleve lejos.

- Ese tipo va a ser su esposo. - me recordó, pero esa vez no fue con su tono de voz usual, lo hizo como si solo su cuerpo estuviese presente y su mente hubiese viajado lejos.

- Si la conociese, como dice que lo hace, sabría que Bettie no ha tenido la mejor experiencia al adaptarse a un ambiente nuevo. - añadí entre dientes y con los puños apretados. - ¿Qué va a hacer ella allá? ¡Bettie no va a sobrevivir, no lo va a soportar! - Jinyoung llevó una mano a mi boca para callarme y luego, se quedó obsevandome un largo rato, como intentando descubrir algo en mi rostro.

- Te gusta. - afirmó al cabo de unos minutos y yo abrí los ojos de par en par. Pensaba que Jinyoung ya había olvidado ese tema. - No, tú estás enamorado de ella, Yugyeom. La amas.

- ¿Qué? - intenté excusarme, pero por mucho que lo pensara, no lograba formar una oración coherente.

- No se lo diré, Yugyeom. - me aseguró, más tranquilo, pero manteniendo esa expresión analítica en su rostro. - Pero al menos admitelo. Creo que necesitas decirlo en voz alta.

- Jinyoung hyung, yo no...

- Es tan obvio, Yugyeom. - me interrumpió, negando con la cabeza y con los brazos en jarra. - Y lo he dejado pasar porque pensé que era lo mejor o que yo estaba imaginando cosas, pero no es así. Tú estás sufriendo, estás muerto en vida desde que ella comenzó a salir con el innombrable. - continuó y aunque sabía que no era su intención, sentía que me acusaba. Me sentía vulnerable y expuesto. - Y ella también la está pasando mal. No logro descubrir si es porque siente lo mismo, pero sí se que ella no es feliz con esto. Tal vez creyó que quería a ese tipo, pero ahora reconozco la confusión en sus ojos y el dolor al pensar que tendrá que dejarnos.

Parpadeé un par de veces, sin saber qué responderle a Jinyoung, al amigo que habíamos conocido por pura casualidad, pero que se había vuelto tan cercano como un hermano. Me conocía bien, lo sabía, pero en ese momento me di cuenta que tal vez me conocía mejor que yo mismo.

Era eso. Esa era la obstrucción en mi garganta y la sensación extraña en mi pecho cada vez que Bettie hablaba del innombrable. Ese era el dolor punzante cuando nos enteramos de su compromiso.

- Bien, no lo digas en voz alta. - dijo Jinyoung, en vista de que yo no podía hablar. - Pero sí quiero que respondas una cosa.

- ¿Qué podría ser eso?

- ¿Qué vamos a hacer para impedir esa boda?

¡No te cases! | Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora