El profe

125 6 0
                                    


Quiero contarles, que la mayoría de los pelotudos los conocí en un boliche. Y este obviamente, no fue la excepción (aunque hay un par de excepciones, que ya van a conocer).

Fue una de esas noches en las que salí sin ganas de mi casa, pero ya me había comprometido. La previa estaba organizada, y una amiga estaba de visita...no podía fallar. Me cambie desganada, pero vi a mi amiga manija por salir. Arrancamos temprano, porque si me quedaba un rato más en casa me dormía.

Caminamos a la previa, charlando cosas profundas personales y contándonos algunos momentos que nos perdimos por la distancia –ella estudia en La Plata -. Llegamos con Guada.

Nos encontramos con un grupo de 10 minas re enfiestadas, jugando a las cartas con apuestas de por medio. La buena onda y carcajadas contagiaban. 40 minutos después nos encontrábamos bailando todas con las luces apagadas mientras los flashes de algunos celulares ambientaban el departamento.

A las 3 a.m arrancamos al boliche, llegamos enfiestadas en fila entramos jugando a ser bailarinas de twerking. La noche transcurrió sin muchos preámbulos, nos ganamos dos champagne por ser "el grupo más fiestero". Termino la noche.

Nos quedamos afuera del boli, un poco desconcertadas no se puede terminar ahora es re temprano les dije a mis amigas... obviamente coincidieron conmigo.

DONDE SE HACE EL AFTER GENTE empecé a gritar, entre risas, y me escondía atrás de mis amigas. Después de gritar por cuarta vez, se acercaron dos pibes – bastantes lindos eh – a invitarnos a un after. Sin dudar, fuimos. Ya estábamos en el baile no?

Nos bajamos del auto de algun pibe que nos llevo. Y vimos una casa enorme, dos pisos... super grande. Adivinen qué? El after era en esa casa.

La fiesta estaba ahí, sin dudas. Pasamos al patio... la poolparty climatizada había iniciado hace rato. Mientras las pibas estaban en la pile en ropa interior, yo me instale en la barra que estaba al costado. No podía desperdiciar tanto escabio gratis, no me lo iba a perdonar después.

Mientras estaba probando la variedad de esa barra se acercó. Sebastián, músico, rockerito, barbita, flaco, alto, sonrisa picara, ojos claros, canchero. Inicio la conversación con un chiste- la hizo bien – y se sentó al lado mio a tomar unos tragos. 10 minutos después  nos encontrábamos cogiendo en un baño del segundo piso. Fue cuestión de miradas, se paró mientras me agarró la mano y fue suficiente para ir juntos a buscar algún lugar en esa casa enorme.

Cogiendo parados, en el baño mientras nos veíamos en un espejo que ocupaba toda la pared.

Una piba quiso entrar, sin darse cuenta que estaba ocupado, interrumpió el polvo. Fue inevitable... tuvimos que salir de ahí. Seguimos re calientes caminando por esa casa, encontramos una pieza. Una pieza enorme, absolutamente vacía. Solo tenía una cama de dos plazas en el centro de la habitación. No hay que pensar mucho para darnos cuenta que lo único que hicimos fue coger, hasta cansarnos. Yo empecé arriba, no se porque estaba tan caliente – quizás ese ron tubo algo que ver- mientras él me manoseaba las tetas, después el siguió con un cunnilingus. Se acostó al lado mío y empezamos a coger acostados, o de costadito como decía él. Ese día descubrí que podía abrir más las piernas de lo que creía. Nos divertimos bastante y terminamos con mi favorita. En 4.

Mire la hora -10 a.m -, baje a buscar a mis amigas. Las descubri cogiendo a todas, asique por lo menos tuvimos una buena noche.

NOCHON grito Guada mientras íbamos  5 en el taxi de regreso a casa.

Llegue a casa, y ya tenía un mensaje en whatsapp del rockerito. Quería volver a verme. Jooooooya pensé. Organizamos una cita para el día siguiente.

Así fue, al día siguiente pasamos toda la tarde cogiendo en mi casa. (Cuando digo toda la tarde no estoy exagerando, llegó a las 15p.m y se fue a las 20p.m.) No podía caminar chicxs, ese pibe no tenía la verga más grande del mundo pero la tenia súper gorda y no para nunca. Por un momento pensé que se había tomado un viagra o algo. Esa tarde la catalogue como "el entrenamiento de rambo" mientras le contaba a las pibas por whatsapp.

A este polvo lo tengo que cuidar me dije a mi misma, mientras me bañaba después que logre pararme. Salí de la ducha y agendé su número – disculpen pero eso es un paso muy grande para mí-. Y le escribí, me contesto con la mejor de las ondas.

Un par de días después, caminando por el centro me lo crucé. El iba con su esposa. Se frenó – yo intente fingir que no lo vi – me inventó un nombre (Georgina) y el muy pelotudo me saluda "ella es georgi amor, una de mis alumnitas de guitarra de los fines de semana a la tarde" dijo presentándome, aja los findes en mi cama pelotudo pensé.

Delfina Lucero

  Seguinos en twitter --> @HPelotudos  

Historias de pelotudosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora