Ready For It? (KaiSoo, ChanBaek, VKook, JenSoo, Seulrene) 1 Y 2 Temporada

16. BEHIND OF: Parte 2

BEHIND OF: Kim Irene & Kim Jennie.

—¿Me compras esa muñeca papi?—Pidió Irene a su padre mientras veía fascinada una barbie.
—Claro pequeña, ¿No quieres una Jennie?—Le pregunto su padre a la otra pequeña.
Pero Jennie estaba mirando al suelo, se veía distraída, demasiado, tanto que su padre tuvo que hablarle varias veces para que ella despertara.
—¿Qué?—Pregunto distraída y su padre la miro preocupado.
—Que si quieres una muñeca...—Le dijo su padre aún con el ceño fruncido.
La pequeña sonrió débilmente.
—Si, Claro...
Pero ell presentía algo malo, muy malo.
La noche anterior había sentido su corazón romperse al escuchar la pelea de sus padres, y es que no era como las demás peleas, esta era aún más intensa.
Recuerda claramente como su madre le gritaba a su padre que era un idiota por haberse hecho cargo de un hijo que no era de él, a lo que él sollozando le respondía que era porque la amaba a ella y a sus hijos, que amaba a Jungkook como si fuera su hijo porque el lo vio nacer y crecer pero ella solo le gritaba que era un estupido y que ella ya había encontrado a alguien mejor que el, alguien que le iba a da más dinero que él.
Ella se fue a su cuarto sollozando, era la única que lo había escuchado ya que sus demás hermanos estaban viendo una película a todo volumen y ella había decidido bajar por más agua cuando escuchó la desagradable conversación de sus padres.
¿Entonces Jungkook no era Hijo de su padre?
—Jennie, toma.—La distrajo de sus pensamientos su padre entregándole una barbie con una sonrisa.
El hombre se veía cansado y triste pero aún así recibía a sus hijas con una sonrisa y muñecas.
Pero eso no le hacía olvidar lo horrible que había sido su madre con el el día anterior.
Esa tarde su padre se dirigió con sus dos hermanos a ver unos videojuegos que ellos querían y Jennie decidió que no podía seguir callada y le contó todo a su hermana.
—Ya no llores tanto, papá va a sosprechar si te ve así unnie...—Susurro Jennie tratando de no llorar y abrazó con todas sus fuerzas a su hermana quien hacía todo el esfuerzo posible para no llorar.
Ese día camino a casa fue un poco incómodo ya que las dos pequeñas hermanas de 6 y 8 años iban calladas todo el camino mirando hacia la ventana, Jongin y Jungkook platicaban un poco con su padre para no hacer nada más incómodo de lo que ya era.
Jungkook tan solo tenía 4 años y Jongin 8.
Al llegar a su casa Jennie vio que su madre platicaba muy romántica con otro hombre, tal vez Irene aún era muy pequeña pero nunca había sido tonta, de hecho siempre había sido muy lista y pudo notar que su madre era muy cariñosa, un tipo de cariño que no se le daba a cualquiera, solo a su padre o eso se suponía ya que su madre era su madre, era cruel por naturaleza.
—Suban a sus cuartos porfavor.—Les dijo su padre pero Jongin se acercó a él.
—Padre, ¿puedo ir a la casa de Yixing?—pregunto nervioso de que le respondiera un "no" pero sorprendentemente accedió.
—Está bien, te llevo.—Dijo y acto seguido lo fue a dejar a cada de su amigo.
Jennie, Irene y Jungkook subieron pero se quedaron en el balcón de las escaleras ya que Irene los había detenido.
—Esperen, quiero saber que dice...—les Susurro a sus pequeños hermanos quienes la veían confundidos.
—Hoy me desharé de él, ya no lo aguanto, ya quiero que estemos juntos.—Decía su madre al teléfono.—Bueno, ya se que no del todo, se que tú tienes a tu esposa y eso pero si yo me deshago de él podremos estar juntos sin que nadie interrumpa en mi casa.—Sonrió.—Ellos no escucharán nada, los encierro en su cuarto o los dejo en casa de uno de sus amigos, realmente no me importa.—Dijo encogiéndose de hombros.
—¿Hablaba de nosotros, unnie?—Preguntó triste Jennie y Jungkook solo jugaba nervioso con las mangas de su suéter rojo.
Irene ya empezaba a llorar y volteó a ver a sus hermanos, podía mentirles pero eso sería aún más cruel, o eso pensaba ella así que solo se limitó a asentir levemente.
De pronto escucharon la puerta de su casa abrirse y centraron su atención de nuevo en la sala, donde se encontraban sus padres.
—¿Con quien hablabas?—Pregunto su padre claramente enojado.
—Eso a ti ya no te interesa.—Respondió a la defensiva la mujer.
El frunció el ceño.—¿Porqué?—Preguntó confundido.—Eres mi esposa, obvio que por esa razón.
Ella empezó a reír amargamente.—EX esposa.—Dijo remarcando el "EX".—Quiero el divorcio.—Sentenció.
El la miro atónito.—¿De que hablas?—Pregunto y acto seguido el hombre empezó a sentir las lágrimas correr por su mejilla.
Ella empezó a reír al verlo así.—Porque no te quiero, me enamore de alguien más, ya te lo había dicho, no te hagas el idiota, bueno...—Hizo una pequeña pausa, sonrió descaradamente y prosiguió.—Idiota ya eres.
—¡¿SOY UN IDIOTA POR HABERME ENAMORADO DE TI Y HABERTE QUERIDO AYUDAR?!—Empezó a gritar desesperado.
—¡NUNCA PEDÍ TU AYUDA, IMBECIL!, ¡TU DECIDISTE SEGUIR CONMIGO AUNQUE JUNGKOOK NO FUERA TU HIJO!—Gritó enojada.
Jennie sollozaba tapando su boca para evitar que sus padres la escucharan e Irene trataba de no hacer ruido mientras tapaba los oídos de su pequeño hermano quien la miraba confundido al verlas sollozando.
—¡A EL SIEMPRE LO QUISE COMO UN HIJO!
—¡PUES QUE ESTUPIDO ERES!
Ellas solo veían como su padre no dejaba de sollozar y cada vez más.
—Tienes razón, soy un estupido por haberte aguantado, eres una persona detestable...—Apenas pudo decir y salió de ahí enojado.
Cuando su auto arrancó vieron a su hermano Jongin entrar desorientado al ver el auto de su padre irse.
¿Ahora que iban a hacer sin su padre y con la loca de su madre?
Los años pasaban y la tortura parecía no acabar.
Era la fiesta de cumpleaños de Irene quien cumplía 15 años, su madre había decidido hacerle una pequeña fiesta solo para convivir con sus amigas y presumir.
—Se supone que era MI fiesta...—Dijo Irene sentándose en una silla.
—Se supone...—Dijo Jungkook rodando los ojos.
—Ya sabes cómo es.—Respondió Jennie negando con la cabeza.
—Estoy tan aburrido.—Dijo Jongin recargándose en el hombro de su pequeño hermano.
De pronto su madre volteó a verlos y sonrió hipócritamente.
—¡Irene!—Gritó provocando que la chica volteara a ver a su madre confundida.—¡Ven para acá un momento!—Gritó y dirigió de nuevo su vista hacia sus amigas.
—Suerte...—Le Susurro Jennie e Irene sonrió de lado.
La chica se acercó nerviosa hacia su madre y sus amigas.
—¿Porqué tu hija trae una falda tan corta?—Pregunto una de las señoras mirándola mal.
—¡Te he dicho que no te vistas así jovencita!—La regañó su madre provocando que Jennie se confundiera.
—Pero... madre, tú me dijiste que me vistiera así hoy.—Respondió confundida mirando su falda corta color rosa.
Y eso bastó para que esa noche sus hermanos no dejaran de escuchar gritos de súplica y sollozos provenientes del cuarto de la chica.
—¡Por favor madre!, ¡Para!—Sollozo Irene mientras su madre le pegaba con un cinturón, la chica se encontraba tirada en el suelo, sufriendo.
—¡Hasta que aprendas a mantener tu maldita boca callada!—Gritó su madre enojada y siguió golpeándola.

Después de eso jamás volvió a contradecir a su madre, no en su cara.

A los 16 se encontraba en la fiesta de la hija de una de las amigas de su madre.
Cuando Irene se encontró con la chica y la abrazó felicitándola por su cumpleaños no pudo haber evitado mirarla como tonta pues Irene siempre había sentido algo por aquella chica y ese día se veía demasiado hermosa, lamentablemente salió de su trance gracias a un pellizco de su madre, cuando la chica se había ido Irene giro a ver a su madre asustada y su madre solo se limitó a tirarle en la cara su vaso de agua.
—Despierta, no seas una enferma.
Y eso vasto para que Irene nunca jamás se hubiera fijado en alguien más, pues le tenía tanto miedo a su madre, cuando los chicos le daban rosas ella siempre las tiraba, nunca le habían atraído y nunca le iban a atraer, ella se sentía tan vacía.

Cuando Jennie tenía 8 había hecho un dibujo de su padre, o al menos como lo recordaba, pero había sido despistada pues lo había dejado en su cama al salir apurada a la escuela.
Cuando regreso y subió a su cuarto se encontró con su madre sentada en su cama mirando el dibujo enojada.
—Hasta que llegas.—Dijo en un tono que le provocó escalofríos a la pequeña.
—Mi dibujo...—Susurro asustada.
Ella sonrió, con su sonrisa amarga de siempre.—¿Esto?—Pregunto señalándolo. Jennie asintió levemente con la cabeza.—¿Esto es un dibujo? Yo solo veo mierda.—Respondió riendo.
Pero a ella no le daba risa, ni a ella ni a sus hermanos que se encontraban tras ella parados en el marco de la puerta.
Jennie sintió sus ojos llorosos.
—No lo es...—Volvió a susurrar mirando al suelo.
Su madre se levantó enseguida.—¿¡NO LO ES!?, ¿¡COMO TE ATREVES A DECIR ESO MALDITA ESTUPIDA!?—Le gritó jalándola del cabello y arrastrándola a su cama, tirándola ahí.
Su madre camino hacia la puerta y aventó a sus otros hijos fuera para después girarse a ver a su hija sonriendo falsamente y cerrar la puerta sin antes decir.—Todo por eso te quedas si comer y cenar, de todas maneras, tabla ya estás.
Y eso vasto para que la pequeña niña de quedara llorando en su cama, mirando el dibujo de su padre.—¿Donde estás padre?—Le Susurro al dibujo sollozando.
Ese día después de la comida sus hermanos con ayuda de Irene (ya que solo ella podía pasar a la habitación) le dieron un poco de comida y cena que alcanzaron a tomar a escondidas de su madre.

A los 14 años Jennie había sido invitada a casa de una de sus amigas, Ciertamente Jennie sentía algo por esa chica, desde ya hacia mucho, su primer beso fue con esa chica, y cuando estaba en el jardín tomada de la mano de ella, jennie tomo una rosa y se la dio a la chica, pero no se había dado cuenta que su madre la observaba, pues había llegado más temprano de lo previsto.
—¿¡SE PUEDE SABER QUE HACES KIM JENNIE!?—Gritó caminando hacia ellas.
—Mamá...—Susurro Jennie, asustada, como siempre lo estaba por culpa de su madre.
La jalo del brazo hasta el carro provocando que Jennie solo mirara por última vez a su primer amor, con lágrimas en los ojos.
Se metió rápido al auto y en cuanto su madre arranco ella siguió llorando más y más.
—¿¡PUEDES DEJAR DE LLORAR!?—Gritó su madre con la vista aún en el volante.
Jennie tapo su boca para evitar que la escuchara.
—No puedo creer lo que vi... ¿¡TE GUSTABA ESA NIÑA!?—Le pregunto asustada.
Jennie tomo el valor y asintió retractándose cuando su madre paró de repente en la orilla y la miro mal.—¡QUE PUTO ASCO!—Gritó dándole con el puño en la nariz provocando que esta sangrara.—¡BÁJATE DE MI AUTO!, ¡NO SE COMO LE HARÁS PARA LLEGAR A LA CASA PERO QUIERO QUE CUANDO REGRESES TE HAYAS OLVIDADO DE ESA ESTUPIDA IDEA Y SEAS UNA PINCHÉ NIÑA NORMAL POR PRIMERA VEZ, CARAJO!—Le Gritó y Jennie abrió rápidamente la puerta saliendo asustada.
Era invierno, estaba nevando, así que el camino a casa fue más difícil de lo que iba a ser.
La chica se congelaba mientras sollozaba y susurraba.—¿Dónde estás papá?
El camino iba a ser largo y peligroso...
Había perdido a su primer amor, su nariz sangraba, se estaba congelando y sollozaba mientras pensaba en donde podía estar su padre para poder salvarlos.

Pero el nunca regresó después de eso.
Ahora se encontraba 3 años después preguntándose lo mismo de siempre.
—¿Dónde estás, papá?—Susurro mirando el viejo dibujo que había hecho cuando era pequeña.
—Lo mismo me he preguntado todos estos años...—Dijo Irene entrando a su cuarto.
Se sentó a su lado y la abrazó mientras las dos sollozaban.
Su madre les había hecho muchas más cosas, pero estas eran unas de las más importantes.
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Gracias por leer 💕
Bonita tarde/mañana/noche 💕✨