Over Again. ~ Secuela de Loverboy - Nathan Sykes Fanfic. (versión español)

Epílogo.

1 meses después. 

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Viendo en su reloj que faltaba poco tiempo para terminar su turno en el trabajo, Ashley soltó un suspiro. Había sido una noche larga, especialmente porque el restaurant había estado lleno de estudiantes hambrientos con sobredosis de testosterona que sólo querían tomar y ver el partido de fútbol américano. 

Repasó en su mente todo lo que tenía que hacer esa semana: entregar 2 trabajos, presentar 3 exámenes y además, salir a cenar con Roxanne, Aubree y Josh porque tenía días sin verlos. Pensar en todo aquello la agotó. 

—Oye, Ashley, creo que después de recoger los platos de la mesa 5 te puedes ir. —Dijo Rebecca, la gerente del lugar. 

—Vale, está bien. Gracias. —sonrió ella y se apresuró a recoger todo. 

Después de tomar su cartera y chaqueta del perchero, le dijo adiós a sus co-empleados y salió al frío por la puerta trasera del lugar. Sacó su teléfono de su cartera para ver si tenía algún mensaje. Sonrió al notar que Nathan le había escrito horas antes. 

De: Nathan. 

"Llámame cuando llegues al dormitorio. :) x"

Sacó su mano izquierda del bolsillo de su chaqueta para responder, pero no pudo. 

No sabía que nunca llegaría al dormitorio. No en realidad. 

En ese preciso momento, sintió cómo alguien envolvía sus manos alrededor de su cabeza, cubriéndole la nariz con una toalla mojada que olía extraño. 

Lo próximo que vió fue cómo la oscuridad la consumía. 

Horas después, fue capaz de abrir un ojo, pero vio que no debió hacerlo, porque todo el lugar en donde estaba comenzó a dar vueltas. Instantáneamente, como un acto reflejo de su cuerpo, llevo su mano a su cabeza, la cual dolía con intensidad. Logró impulsarse hacia arriba con uno de sus brazos y sentarse derecha.  Pero todo era tan confuso, negro y borroso. 

—¿Qué...? —trató de decir, pero no encontró su voz. 

Miró a su alrededor mientras todo seguía dando vueltas. Estaba haciendo frío, y notó que seguía vestida con el ridículo uniforme que tenía que usar al trabajar, aunque no tenía su chaqueta puesta. Trató de enfocar su mirada en algo. La única luz del lugar provenía de la Luna y entraba oblicuamente por los marcos de las ventanas inexistentes. Miró hacia arriba. Vio que el techo estaba hecho de madera, al igual que piso, y todo parecía tan viejo, ya que el polvo y las telarañas cubrían todo. Una cabaña, abandonada, probablememte. 

Tuvo la extraña sensación de ya haber estado ahí antes.

Humedeció sus labios y tragó, tratando de curar la sequedad de su garganta.

—¿Hola? —dijo, pero salió en un susurro. Lo intentó de nuevo—. ¿Hola? —no hubo respuesta—. ¿Hay alguien aquí?

Después de esperar varios segundos sin obtener respuesta alguna, escuchó cómo desde la esquina  oscura del lugar, alguien hacia crujir el piso viejo con los pasos que tomaban hacia ella. 

Pudo distinguir una silueta oscura aproximándose. 

Con el miedo lentamente acumulándose dentro de ella, unió el poco valor que tenía para hablar de nuevo. —¿Hola? 

La persona de repente fue bañada por la luz pálida de la noche. Una sonrisa perversa brilló en la habitación. 

—Hola, Ashley. 

Tuvo que resistir el deseo de jadear. —¿Patrick?