Capitulo 18: Conversaciones en una fiesta Real.

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-Lo siento. – Dijo Lili de repente sorprendiendo a Frankie con quien estaba de pie junto a la mesa de las bebidas.

Él, que había estado mirando hacia la pista de baile, esperando que se unieran algunos más para así poder invitarla a ella a disfrutar también de una pieza, y de paso, observando todo en busca de su hermana menor, quien había venido acompañada por uno de los mayores rompecorazones del mundo si podía decirse, y se habían separado de ellos tan solo ingresar en la fiesta. No creía que ella hubiese olvidado su encaprichamiento de toda la vida por Robert, pero tenía miedo que hiciese alguna locura solo por estar enojada con él por haberla cambiado esa noche por otra chica. No era que pensara que Brad era un mal chico y no creía que intentase algo con Nina siendo amigos de toda la vida, pero no iba a confiarse demasiado.

Aunque cuando Lili le habló, se olvidó de todo por un momento.

-¿Qué? – La había escuchado, pero no estaba seguro de que hubiese oído bien.

-Lo siento, por todo. Por todos estos días… Todo este tiempo. – Aclaró apretado los labios y desviando la vista hacia otro punto que no fuesen sus ojos.  

-¿De qué estás hablando, Lil? – Inquirió parándose frente a ella y acariciando su hombro desnudo. Lilibeth lo miró directamente y para su asombro, levantó una mano hasta posarla en su mejilla.

-Lo que quiero decir, es que me estoy comportando como si tuviese dieciséis de nuevo. E incluso en ese momento siempre tuve en claro lo que quería. –

-Todo eso ya pasó, no deberías pensar en eso. – Murmuró observándola e inclinando la cabeza para atrapar su mano entre su rostro y un hombro. –Y tampoco en mi horrible propuesta del otro día. Fue una tontería. No era ni el momento, ni el lugar adecuados. Soy yo quien lo siente. –

-No puedes cargar con la culpa de todo. – Dijo ella con una mueca.

-No lo hago. –

-Sí. Si lo haces. – Soltó una risita. –Pero eso hace que te quiera más. Porque te quiero. Aunque sea una tonta la mayor parte del tiempo, y pase la mitad de las horas de mi vida huyendo, te quiero. –

Con sus veintinueve años, Frankie quizá debería sentirse bastante tonto sonriendo de aquella forma en medio de una fiesta llena de muchos de sus compañeros de trabajo, familia y amigos, pero no lo hizo, ni siquiera se le ocurrió que había alguien cerca además de ellos dos.

También se olvidó que se había prometido a sí mismo no besarla en público hasta arreglar las cosas en forma definitiva y así no incomodarla. Así que la atrajo a sus brazos y pegándola a su pecho se inclinó para tocar sus labios.

Y se detuvo.

La miró a los ojos recobrando un poco la razón y decidió que ella decidiría esa vez. Él podía contenerse, no era un niño aunque actuase como uno muchas veces.

Pero cuando fue a abrir la boca para decirle lo que deseaba hacer, ella lo silenció tomando la iniciativa y besándolo con el mismo deseo que el poseía.

*******

-¡Todo arreglado! – Max sintió que alguien exclamaba detrás suyo y no tardó en reconocer la voz.

Y cuando se giró vio algo que le decepcionó un poco.

-¿Qué hiciste? – Quiso darse un golpe por el comentario que no había podido retener, pero la verdad era que Charlotte estaba mucho mejor con el mini vestido dorado que con el nuevo azul que se había puesto ahora.

Bésame o Dispara. #Descontrol en la Realeza 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora