El rostro del asesino (Malec)

16. Mi ángel

Es mío. Mío para hacer feliz. Mío para amar. Mi responsabilidad. Ahora y siempre.
(Ella Frank)

* * *

POV MAGNUS

-Eres especial, Alexander Lightwood. Porque ves más allá de un disfraz perfecto.

Porque eres el único que logra verme a través de las capas que me ocultan.

Porque quiero que me veas. Porque tu piel no lastima a la mía. Tu mirada no duele. Tus ojos y tus manos son dulces.

Vuelvo a quedar sobre él. Su cuerpo bajo el mío. Duro, cálido, y receptivo. Sus labios, y todo él, se amoldan a los míos. Se derrite bajo mi toque, se entrega al beso. Un gemido se me escapa. Y dios, creo que vale la pena, tal vez es el ángel que puede verme realmente, el ángel que verá lo malo en mí y decidirá quedarse.

Las caderas de Alexander se elevan. Restriega su entrepierna contra la mía. Mis manos vagan por su cuerpo, acarician su torso, deseando liberarlo de la ropa, llegan temblando hasta el borde de su pantalón, pero me detengo. No quiero forzarlo, cometer un error, perderme en el momento como en nuestro primer encuentro.

Separo nuestros labios, con un sonido indecente que lleva una corriente de placer hasta mi erección ya palpitante. -Si no quieres... -mi voz sale ronca. Alexander, debajo de mí, se estremece, sus párpados se deslizan y ese azul tormentoso me lo dice todo.

Una de sus manos atrae mi rostro de nuevo hacia el suyo, la otra se posa en mi cadera mientras las mías luchan contra su pantalón, para liberar ese miembro caliente y sedoso que ya conozco, que quiero conocer más. La sola idea me hace gemir. Y cuando por fin está en mi mano...

...el móvil de Alexander suena.

POV ALEC

La risa de Magnus sobre mi cuello y su mano congelada, envuelta en mi erección, me dificultan pensar. Tardo en darme cuenta por qué se detuvo, aunque no se separa de mí. Una de sus manos palpa sobre mí, encendiéndome más, buscando hasta dar con el móvil.

Intento sentarme y no puedo evitar ruborizarme cuando veo mis pantalones y ropa interior medio bajados, mi miembro libre y la mano de Magnus empieza a acariciar, su mirada no se aparta de mí. Hay en esos ojos verde dorado pasión, deseo, pero también algo más. Algo tan real, y oculto, que sólo vi en el primer encuentro que tuvimos. Sin dejar de mirarme o mover su mano, me pasa el móvil.

Mi respiración es pesada, dificultosa. Me dejó caer de nuevo sobre el colchón, no quiero perder este momento con él, esta conexión más allá del sexo. Pero si lo veo, además de sentirlo, no podré concentrarme ni para una palabra.

-¿Hola? -mi saludo apenas se entiende. La mano de Magnus sigue como una caricia, acerca su rostro al mío, a la voz al otro lado. Nuestras sonrisas se congelan cuando la escuchamos.

-¡Alec, tengo una pista sobre el asesinato! -es Izzy y suena feliz y orgullosa.

CONTINUARÁ...

¿Ya me han dicho quién creen que es el asesino/a?

¿Cómo va esta historia? Opiniones buenas o malas son bien recibidas 🙈