52.- Bruce Banner

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- No quiero dormir - lucho contra Steve, en un intento de alcanzar el pomo de la puerta, para salir con ellos en la misión.

- Lo siento Delia, órdenes de la doctora - responde con media sonrisa -. Aunque deberías verlo por el lado positivo, al menos no dejarás sólo a Bruce.

- Muy gracioso - respondo, tratando de empujarlo fuera de mi camino, sólo resbalando.

- Delia, es en serio que no puedes ir. Ni siquiera puedes moverme del sitio cuando en un día normal me tendrías amordazado en el piso - dice, y yo me detengo. Tal vez si esté un poco mal.

- Pero no me gusta estar en cama todo el día, con ustedes afuera luchando sin mí - murmuró, bajando la mirada, respirando con dificultad.

- Piénsalo, si te quedas aquí, por el momento podrás recuperar tus fuerzas, es un simple resfriado, pero no podemos arriesgarte - agrega, colocando una mano en mi hombro -. Te prometo que todos estaremos bien - agrega, y yo asiento, levantando la mirada.

- Sé que estarán bien, sólo quiero salir a patear unos cuantos traseros - pongo un puchero, provocando que Steve ría.

- Lo siento Delia, pero si te quedas hoy, probablemente en la siguiente misión vayas - se disculpa, antes de salir por la puerta. Me quedo parada en medio de la habitación. Suspiro y me siento en la cama, sirviendo mi nariz. Tal vez si esté un poco más enferma de lo que creo.

Bufo por desesperación y regreso a la cama, acostandome en ella, cubriendo mi cuerpo hasta el cuello con el cobertor. Cierro los ojos y caigo dormida en poco tiempo.

.......

Escucho como alguien golpea con suavidad la puerta. Veo el reloj a mi lado. Dormí casi cuatro horas.

- Maldición - murmuro -. Adelante - exclamo, para que Bruce se muestre con una expresión divertida al abrir la puerta.

- Al menos estas viva - saluda divertido -. Hice de comer ¿quieres que te traiga de comer o vamos a la cocina? - pregunta, y yo me siento en una orilla de la cama, con un suspiro.

- Debo de salir de la maldita cama, o seguire durmiendo - respondo, caminando hasta la puerta.

- Entonces pasa, pequeña dama - responde con media sonrisa, dejándome salir y caminar frente a él.

Caminamos en silencio, yo sin ganas de seguir viviendo con gripe, y Bruce con su característico andar.

- ¿Qué vamos a comer? - pregunto, cuando llegamos a la cocina. Trató de captar algún olor que delate la comida, en vano. Mis fosas nasales están selladas como la tumba de Tutankamon.

Debería de trabajar en mis referencias, Steve estaría molesto.

- ¿Alguna vez comiste el famoso pastel de carne de Bruce Banner? - pregunta y yo niego con la cabeza, riendo ligeramente -. Pues yo tampoco. Los chicos dejaron una sopa de pollo - agrega burlón.

- Que bien, empezaba a asustarse la idea de que además de mi gripe, tuviera una intoxicación - respondo con una sonrisa, fingiendo alivio.

- No cocino tan mal - musita, y yo sonrío.

- ¿Quieres apostar? - pregunto, con una sonrisa malvada.

- ¿Qué si yo gano? - pregunta, sirviendo la sopa en platos, mientras yo me siento.

- ¿Hay algo que quieras más que nada en el mundo? - pregunto, con sarcasmo -. Pues bajale tres rayitas a eso, y probablemente eso sea lo que haré - río, provocando que el también lo haga. Pone un plato frente a mí y se sienta justo a mi lado.

- Tal vez... ¿Recuerdas aquella promesa vacía de la Universidad? - pregunta y yo asiento. Como no recordarla.

Ambos habíamos hecho un pacto. Si seguíamos solteros después de los 33, ambos tomariamos nuestro amor mutuo y seríamos pareja.  Eso era tonto. Bueno. Al menos yo lo veía así.

- Claro que lo recuerdo - murmuro -. Y creo que el tiempo pasó volando - río.

- ¿Qué dices? Si te gusta como cocino, tomaremos de nuevo la promesa. Y sino, podremos llevar la vida normal que habíamos llevado - propone, y yo asiento con una sonrisa. Estornudo al instante, comenzando a comer la sopa.

- Bien. Lo haremos. Pero tiene que juzgar alguien imparcial - comento, sin dejar de comer la sopa, provocando que él me vea divertido y asqueado.

.....

- ¿Y? - le miro expectante, sonriendo, dejando mi taza de café a mi lado -. ¿Que te pareció? ¿Delicioso? ¿Horrible? ¿Asqueroso? ¿Podría matar o intoxicar a alguien?

Steve me mira confundido, y yo no puedo evitar reirme ante su expresión. Bruce observa atentamente cada movimiento del rubio, que pasa la mirada de Bruce a mí, y viceversa.

- Sólo dilo - exclamo, para después comenzar a estornudar -. Lo siento.

- ¿Estas bien? - pregunta Steve, después de mi ataque de estornudos. Yo asiento.

- Capitán, solamente tiene que decir si sabe bien, o no - dice Bruce, un tanto ansioso. Yo río ante su tono de voz, provocando que me vea mal.

- ¿Qué? - pregunto -. Sólo que no se hacía donde va dirigida tu ansiedad - me encojo de hombros.  El sonríe en mi dirección, para después regresar la mirada hacia Steve.

- ¿Entonces Capitán? - pregunta, y Steve nos mira con ternura.

- Realmente les hace mal quedarse juntos tanto tiempo - responde, negando ligeramente -. Y si sabe bien, aunque no sé que sea - agrega, poniéndose de pie. Coloca el plato en el lavabo, y antes de salir de la cocina, nos mira -. Se ven bien juntos, Tony tenía razón - sale sin más, y yo rio con nerviosismo.

Debo de ser un tomate. Bruce guarda silencio, y supongo que debe de estar igual de incómodo que yo. Rasco mi nariz, y vuelvo a estornudar. 

- Es muy tarde Bruce - murmuro -. Deberíamos de ir a dormir.

- ¿En serio cumpliremos la apuesta? - pregunta, mirando al vacío. Yo frunzo el ceño.

- No lo sé - suspiro, para después levantarme. Comienzo a caminar hacia mi habitación, y escuchó a Bruce seguirme.

- Delia...  Podemos cambiar la apuesta - dice, detrás de mí y yo me detengo.

- Bruce, no voy a hacerlo. Piensa en lo divertido que será si ambos salimos - digo riendo, dándome la vuelta para verlo -. Además, ya escuchaste al Capitán, somos lindos juntos - le lanzo un guiño, antes de seguir caminando. Abro mi habitación y me detengo en la puerta. Me doy la vuelta y me recargo en el marco.

Lo veo con media sonrisa y el hace lo mismo. Me acerco a él, y me posiciono junto a su oído.

- Si acepto, si es lo que esperabas, aunque no estés en una rodilla - susurro, dejando un beso en su mejilla.

Bruce ríe con ligereza, depositando un pequeño y casto beso en mi boca.

- Buenas noches, entonces - se despide, caminando hacia el otro lado.

Estoy a punto de cerrar la puerta, cuando veo a Steve saliendo encorvado, tomando su abdomen. Suelto una carcajada. Steve voltea a verme, con súplica, mientras yo vuelvo a estornudar.

- Creo que la comida no era buena, Delia - murmura, recargandose en la pared.

- Pero no se lo digas a Bruce - respondo, acercandome a él para ayudarlo -. Mañana ambos estaremos enfermos - murmuro, antes de estornudar.

.-.-.-.-.-.-.-
N/A: Ah que cosas. Jajajajaja. 27 dias después del OS de T'Challa. El siguiente... No se si hacerlo de Peter o de Bucky, porque ambos son pedidos. Ustedes deciden el orden.

-EatComments, gracias por tu idea xdxdxd Y si. Tomé al pequeño Hulk de mi estante.

Cambio y fuera.
-Cocinacomentarios.

One Shots-MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora