Capítulo 11 parte I

414K 32.7K 3.8K
                                    

🦋

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


T E S S A N D R A

Mientras camino a la parada de autobuses, no presto mucha atención gracias a los auriculares en mis oídos, pero un bulto negro, detrás de una columna gruesa de arenisca, definitivamente no es normal. Detengo mi andar para visualizar con mayor detenimiento y me saco los audífonos sin apagar el sonsonete.

El ente se percata de que ha conseguido mi atención, se escabulle dentro del edificio. No sé qué clase de demonio me posee, pronto me encuentro corriendo en su dirección, esquivando los carros que manejan apresurados con destinos diferentes.

El lugar es llamado «Teatro Monroe». No es que haya muchas funciones en Hartford, pero el estado lo usa para espectáculos pequeños como shows navideños y graduaciones escolares.

Me meto al edificio, sintiendo cómo mis pulmones aspiran el aire que encuentran a su paso debido a la agitación. La oscuridad vence a la luz y el aroma a viejo reina en el ambiente, provocándome arcadas. Corro mis yemas por los asientos de tela —que apenas puedo distinguir—, un ruido me hace saltar del susto. Giro mi cabeza, buscando hacia los lados la fuente de dicho estruendo. Sin embargo, no tengo que buscar demasiado.

La cortina del escenario ha caído revelando un mensaje en letras rojas, ahora me llega el olor a pintura, no obstante, no puedo pensar en nada coherente.

Las dos simples palabras plasmadas en la pared del fondo me provocan un escalofrío. Ahora sé que el bulto con capucha me miraba a mí y esperaba que entrara a este lugar para darme un mensaje. Doy cortos pasos hacia atrás con la esperanza de salir lo antes posible, toda la situación me eriza los poros de la nuca. Me apresuro a salir y a retomar mi camino, con los pensamientos hechos un caos.

De pie, en el autobús que me llevará a Hushington, las palabras «The Garden» martillean crudamente en mi cerebro, casi perforándolo.

Alguien lo sabe, alguien me está amenazando.

Cuando entro a la facultad voy distraída. Un dedo toca mi hombro, llamándome. Me detengo de golpe, rogándole a la divina providencia que no sea él porque podría matarlo y no quiero ir a la cárcel siendo tan joven.

Gardenia © ✔️ (TG #1) [EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora