- Jimin hyung... Esto está mal. No puedo hacerlo, no aquí en la empresa... - dice Jungkook cuando Jimin ya había puesto seguro al baño y estaban ambos solo en ropa en interior.
- Oh vamos Jungkook-ah, no es tan difícil... - responde Jimin acercándosele.
- Soy más pudoroso de lo que crees - suelta el menor nervioso retrocediendo frente a la cercanía del rubio.
- Mmmm. ¿Y si le mandamos una foto de mis nalguitas? - propone Jimin al ver a su dongsaeng tan nervioso.
- Querrás decir nalgotas.
El mayor rueda los ojos.
- Quizás sea suficiente... tómala. - dice ignorándolo y quitándose el bóxer, quedando completamente expuesto ante el menor.
Jungkook al verlo comienza a sentirse extrañamente sofocado. Pero aun así, toma la foto y comienza a hablarle a la stalker.
JK: Yah, estoy algo enfermo, así que no puedo desnudarme así como así y menos ahora porque estamos en BigHit. Pero puedo sacarle una foto a Jimin.
Stalker: Owwww :c
¿Estás comiendo bien mi vida?
JK: Sí 😒
Stalker: Ok, acepto eso por ahora...
Pero en la noche me mandas algo de los dos 👀
Un frotting bien rico estaría bien.
JK: Sí, sí como sea...
Pero me dejas en paz durante el día.
Ahí va:
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- Creo que le gustó - dice Jungkook - ¿Qué es un frotting?
- Ni idea. Después lo googleamos - dice Jimin ya con sus bóxers puestos otra vez y mirando la foto - Wahhhh, mi trasero se ve excelente.
Jungkook se ríe levemente pero está totalmente de acuerdo con él.
Justo en ese momento el pomo de la puerta comienza a moverse. Los dos se exaltan pero recuerdan que aseguraron la puerta. Sin embargo se escucha el sonido de unas llaves moverse.
- Oh shit, ¡debe ser el señor de la limpieza!.
Ambos recogen rápidamente sus ropas del suelo y se encierran en uno de los cubículos.
- ¡Verá nuestros pies! ¡Súbete al inodoro! - suelta el menor muy alterado.
- ¡Ni loco! ¡Que asco!
- ¡Hyung, nos descubrirán!
Entonces el mayor desesperado y justo en el momento en que la puerta se abre se sienta en inodoro y obliga al menor a subirse sobre él, con la piernas rodeándolo sin tocar el suelo y el tomando firme su cintura.
Jungkook simplemente se aferra fuerte al cuerpo de su hyung como un koala para no caer, escondiendo su cabeza en el cuello del mayor para que no notara el fuerte sonrojo que se estaba apoderando de sus mejillas.
Pero más allá de la tensión que se formó entre ambos, no les fue ajeno el ruido del encargado de limpieza que trapeaba los pisos mientras silbaba la intro de DNA.
- Apuesto que una foto como estamos precisamente ahora sería suficiente para esa pervertida - bromea Jimin para calmar un poco al menor.
Jungkook al escucharlo sube su cabeza y lo mira a los ojos totalmente enojado. Pero cuando iba a contestarle simplemente no pudo. No cuando sus rostros estaban tan cerca y su entrepierna comenzaba a reaccionar.
El rubio también vuelve a inquietarse, pues repentinamente siente la necesidad de acercarse más y eliminar la distancia que los separaba.
¿Sería muy estúpido si beso a Jungkook?
Lentamente comienza a acercarse. Jungkook estaba petrificado. Estaba tan impactado por las intenciones de Jimin, que simplemente optó por cerrar sus ojos fuertemente y entregarse a lo que quisiese hacer con él.
Jimin extasiado al ver al menor tan dispuesto, decide jugar un poco más antes de fundirse por completo, por lo que comienza a rozar los suaves labios de Jungkook moviendo su cabeza de arriba a abajo, provocando que sus aceleradas respiraciones se mezclaran y la tensión entre ambos creciera más y más.
Pero cuando estaba a un segundo de unir sus bocas...
- Oiga señor, tengo que limpiar los cubículos, dese prisa por favor - los interrumpe el señor de la limpieza, rompiendo la mágica burbuja que se había formado en donde se habían olvidado incluso que estaban en un baño público.
- Mierda... - murmura Jimin alejándose un poco del rostro rojo de Jungkook - Ehhh sí. P-pero... ¿podría irse?
- ¿Uh?. ¿Por qué o qué?
- Yo... yo... - comienza a balbucear Jimin sin saber qué inventar pero entonces tose un poco y continua con una voz ronca - Soy Bang Sihyuk y... ¡no me gusta que los empleados me escuchen cagar!
Jungkook tiene que taparse la boca con una mano para no reir como retrasado.
- ¡Oh Dios!. ¡Sí señor!. ¡Disculpe! - suelta el hombre nerviosamente pasando a golpearse el pie con el balde del trapeador mientras iba hacia la puerta - ¡Haga sus necesidades tranquilo!. ¡V-volveré en media hora! ¡Lo siento! ¡Lo siento!
Cuando la puerta se cierra y ya no se escuchan los acelerados pasos del empleado ambos comienzan a reir como estúpidos.
Rápidamente salen del cubículo y comienzan a vestirse, evitando mirarse mucho y se van con los demás, optando cobardemente por hacerse los idiotas por lo que casi ocurre en ese lugar.
