Capítulo 2

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La mente se le vacía al instante y aquellas palabras hacen un martirizante eco por varios segundos. Todoroki intenta decir algo, quizás replicar o exigir una explicación más clara sobre lo que la azabache había dicho pero lo único que su mente reproducía era el nombre de ella.

—Yaoyorozu...

—Pienso que... Ya no hay caso seguir con esto, estamos muy ocupados como para vernos y eso me hace sentir mal Todoroki-san. Además estoy segura que si terminamos tendrá una cosa menos de que preocuparse.

Las lágrimas salen sin permiso del rostro de Momo y las mejillas le duelen al igual que su garganta, se abraza en busca de consuelo propio desviando la mirada puesto a que no tiene el valor de verlo a la cara, cuando pensó en lo que diría no imaginaba que dolería tanto al momento de hacerlo pero así era, una parte de su corazón se sentía lastimada por el simple hecho de que estaba haciendo algo cobarde, cobarde porque podía esforzarse más para superar los problemas que su noviazgo tenía pero había algo que en esos momentos no se explicaba claramente que era, que le impedía hacer caso omiso a todo y sin embargo, deseaba más que nada en el mundo dejar de hacer sentir a Todoroki que ella era una carga porque muy en el fondo eso pensaba Momo que era en esos instantes, una carga nada más. En cambio Shouto estaba hecho un lío de sentimientos pero su expresión solo mostraba molestia ante todo.

—Yaoyorozu de qué estás hablando. No eres una cosa, si no he podido verte es porque la delincuencia ha subido en estos meses ¿lo sabes no? Dime que esto es sólo una broma.

Ella niega al instante, cierra los ojos y su mano cubre la parte donde su corazón latía ferozmente, dándole la impresión de que en cualquier momento haría estallar sus costillas por la rapidez con la que latía.

—Lo siento. Esto es por nuestro bien, supongo —atina a decir mientras sus llorosos ojos deciden darle una mirada furtiva.

—¿Nuestro bien? —cuestiona molesto, le comenzaba a doler el pecho y la desesperación parecía dominarlo, no podía creer que alguien razonable como lo era Momo decidiera echar a la basura lo que con esfuerzo habían construido. Aunque si lo pensaba, no habían logrado convivir mucho desde que se graduaron, así que podía atribuirle un punto, sin embargo no imaginaba estar sin ella. Momo le había transformado la vida de una manera inefable.

—Sí, nuestro bien.

Shouto se da la vuelta y comienza a masajear el puente de su nariz en busca de tranquilidad, en otras situaciones quizá se hubiese mostrado de una manera impasible, pero la petición tan repentina de ella le había alterado los sentidos un poco por no decir mucho. Él no quería terminar su relación, amaba demasiado a Momo pero imaginaba que ella en verdad no quería sentirse ya de esa forma y tal vez en un futuro no muy cercano las cosas mejorarían y probablemente podrían volver a intentarlo, eso lo permitiría él sin duda alguna.

—¿En verdad quieres esto? —pregunta indiferente aunque por dentro se sentía vacío, casi roto y lo único que lo acompañaba era la sola idea de estar sin ella.

Yaoyorozu baja la vista, ella no quería que eso acabara porque igualmente amaba a Todoroki como no había amado a nadie más y aunque la idea había sido de ella no quitaba el hecho de que deseaba con toda su existencia que las cosas mejoraran en un instante para poder seguir con él, sí, eso era lo que en realidad quería pero al no haber organizado bien sus ideas la llevaron a pedirle la separación, sencillamente podía decir que no, pero quedaría mal ante él como alguien que juega a terminar y volver. La idea ya había sido dicha y no había vuelta atrás, o al menos eso pensaba Momo.

—Sí.

No hubo rastro de duda en su respuesta, al menos verbalmente no, Shouto prepara sus palabras y su estabilidad emocional para encararla.

—Está bien, si eso es lo que quieres lo respeto —dijo y por una fracción de segundos Momo se sintió culpable al verlo de esa forma, Todoroki suspira y le extiende su mano— ¿Te llevo a casa Yaoyorozu?

—No —niega, sabe que las cosas se harán más difíciles si él la acompaña. Todoroki comprende y asiente en respuesta, encoge su mano da la vuelta dispuesto a irse hasta que la mano de la chica lo detiene, estaba tironeando un poco de su traje de héroe— Todoroki-san ¿puedo pedirle un favor?

—¿Qué pasa? —indaga sin verla, no estaba seguro pero pudo jurar que la voz le tembló un poco.

—¿Podría darme un último abrazo?

Rechina los dientes, Shouto no podía con ello más, sin embargo, aceptó la petición de Momo y la abrazó enterrando su nariz en el suave cabello de ella, su lado derecho comenzó a cristalizarse pues así como esa parte de su don, su alma comenzaba a sentirse fría ante la sola idea que esa podía ser probablemente la última vez que estarían así.

Yaomomo hace un esfuerzo para no llorar en el pecho de su amado, pero le es inevitable y siente rodar varias lágrimas más ningún sollozo emitió, lo cual, por alguna razón le pareció admirable de si misma. Cuánto extrañaría ese aroma varonil del bicolor y cuánto extrañaría sin duda alguna estar a su lado, pero ella confiaba plenamente en que su decisión beneficiaría a Todoroki. Podía sentir el hielo que comenzaba a formarse en el brazo derecho de Shouto y casi sentía como su alma se enfriaba también.

Estaba experimentado el dolor de una despedida y era más doloroso de lo que imaginó.

Ambos se separan y Shouto limpia una lágrima de las mejillas de Momo.

—Todoroki-san... —musitó tomando la mano de él.

—Cuídate de regreso a casa.

Y entonces, ambos se marcharon.
Uno más roto que el otro.

Quiero olvidar | TodoMomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora