Complaciendo a la Jikook shipper

Fruto prohibido

Desde que ambos se besaron y probaron las esencias ajenas, estaban perdiendo la cabeza.

La semana transcurría torturadoramente lenta, entre ensayos, grabaciones y fansigns. Jodido viernes que no se apresuraba en llegar.

Se necesitaban, se deseaban, se añoraban pero jamás lo dirían en voz alta y solo los viernes se atreverían a llegar más allá de su relación de amigos y compañeros de grupo usando como pretexto a la Jikook shipper.

Porque ellos no se podían gustar por mil razones, pero las más importantes eran 2: primero, BTS se iría a la puta si los descubrían, pues la maldita prensa homofóbica de Corea parecía del siglo pasado y segundo, cada uno por su lado creía que el contrario no sentía absolutamente nada por el otro y que solo estaba jugando.

Par de idiotas.

Durante los días que habían pasado, se masturbaban como de costumbre para calmar sus ansias, y ya ni siquiera necesitaban ver un video o alguna foto. El simple hecho de recordar sus mamadas y el delicioso beso que compartieron bastaba para que llegasen a un intenso climax, susurrando el nombre contrario cuando la satisfacción los albergaba. Definitivamente estaban trastornados.

Cada vez que sus miradas se encontraban se saboreaban los labios. Sobre todo Jimin, que no veía la hora de encerrar a Jungkook en alguna parte y devorar esos lindos labios rosados que lo traían loco.

Finalmente el viernes había llegado y los chicos estaban en su última actividad del día.

- Agh, me duele la espalda... - se queja Jimin en cuanto les dan un tiempo de descanso antes de seguir con la sesión de fotos.

- Jungkookie hace muy buenos masajes - dice Jin al escucharlo - Anda Kook, haz tu magia en Jimin.

Si supiera que ya ha hecho su magia en mí.

- Oh, c-claro... - responde el maknae algo nervioso, situándose detrás del rubio y comenzando a masajear los hombros duros de Jimin - Woah, ¡hyung tienes los músculos muy tensos!

Si supieras que estoy así de tenso por no poder tocarte

- Creo que me falta, ohh sí,  justo ahí Jungkook-ah, algo de atención - murmura Jimin haciendo énfasis en la última palabra.

- Jimin hyung... - suelta Jungkook angustiado al captar claramente las palabras del mayor.

Jimin sonríe, se acerca a su oído y le susurra perversamente:

- En cuanto terminemos aquí, nos vamos al remolque 3. Escuché que hay una cama ahí. ¿No has olvidado que día es hoy o sí conejito?

Ya está, el autocontrol de Jimin se estaba yendo a la verga.¡Pero no era su culpa!. Jeon Jungkook era la tentación misma y él un simple mortal siendo atraído por el fruto prohibido.

El menor traga saliva con dificultad. Se había encendido de sobremanera con las sugerentes palabras del mayor.

No se atreve a responder o seguramente le saldría un gemido que todos escucharían, por lo que solo asiente y se queda atrás para esconder la notoría erección que crecía en sus pantalones.

¿En un remolque?. Mierda. Hyung definitivamente quiere matarme.

¿Adivinen qué harán en el remolque? 👀