Secretaria

Secretaria Parte 13

Ante aquello dicho por el doctor, ella eligió pedir que Sasuke se fuera y sin rechistar mucho él lo hizo, pues no quería hacerle más difíciles las cosas a ella, pero no se rendiría aún así, mientras que el doctor le explicaba muchas cosas a la mujer, las cuales, trataba de digerir y automáticamente asentía ya que en ese momento se sentía un robot, actuando solo de manera automática.

Un par de horas después, Neji llegaba junto a ella, mientras le explicaba a grandes rasgos lo que había ocurrido, él lo comprendió y la abrazo muy fuerte, a la vez que le decía que llamaría a Sasori pues debía estar internada unos días para monitorear su estado, ella asintió sin muchas ganas, a la vez que le decía:-gracias hermano-.

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Así pasaron unos días en que ella estuvo internada y que su dieta y medicamentos fueron revalorados, volviendo después de ese tiempo a su trabajo como siempre; ella se notaba más apagada, su brillo y calidez se habían ido, cosa que los demás notaban aunque llevaban poco tiempo de trabajar juntos, pero, ella parecía muerta en vida y simplemente su sonrisa se había esfumado.

Preocupado, Neji trató de hacer de todo, no logrando nada y sintiendo impotencia por ello, no obstante, Sasori también se preocupo y optó por pedirle una cita, ella aceptó y sin embargo en su rostro no había emoción ni nada, solo había vacío.

Al llegar por ella, Sasori la llevó a comer, luego al planetario y al ver que nada la sacaba de su trance, finalmente la llevó a un risco, ella no comprendía el porque estaban ahí, sin embargo Sasori contestó sus dudas:-Sabes, mi hermana se suicido aquí, fue hace 20 años, ella era inexperta en el juego de la vida, solo tenía 17, solíamos venir aquí y hacer un juego, ambos éramos muy unidos, no obstante, un día le fallé, comencé a distanciarme y, no me di cuenta que la estaba perdiendo, las señales eran muy claras y yo no lo vi, empezó a adelgazar mucho, no quería comer, su brillo comenzó a decaer y yo..., creo que en realidad lo noté pero no quise darle importancia, estaba tan concentrado en cosas sin importancia, bueno en ese tiempo para mi eran lo más importante, mi estudio, ser el mejor, no tenía tiempo para mi familia y..., cuando ella murió, todo se quebró en mí, me di cuenta que..., lo que creía importante solo era algo mas del montón y que lo que realmente valía la pena lo había perdido para siempre, mamá nunca se recuperó de la perdida hasta que finalmente murió de tristeza, ¿conoces el síndrome del corazón roto?-.

Ella no perdía detalle ante esas palabras, pero no podía hablar, estaba muda ante él, así que solo asintió y Sasori prosiguió:-bien, ella murió de eso, mi padre se había divorciado de ella precisamente por aquel incidente, culpándola de todo, madre no lo soportó y yo..., yo lidié con aquello siendo más perfeccionista, me aisle del mundo y muchas veces quise morir, sin embargo tenía que vivir por mi madre y mi hermana, no podía marcharme de este mundo como ellas, se los debía por..., no haber estado cuando me necesitaban, tiempo después conocí a Sai y me enseñó un lado de la vida diferente, él había sufrido más que yo y me di cuenta que yo mismo me ahogaba en un vaso de agua, conocí su historia, lo conocí a él y me ayudo a crecer tal y como yo lo ayude, porque cuando lo conocí él no era la persona que es hoy tampoco, después, llegaron mis primos y mi abuela, que en paz descanse, de Arabia y rápidamente comprendí que aún tenía familia, aún tenía porque luchar, toque fondo y decidí que debía ayudar en lo que pudiese para crear un mundo en el que no haya razones para querer morir, que sea un mundo libre de violencia y odio, absurdo ¿no?-, a ese punto las traicioneras lágrimas corrían por su rostro y ya no lucía más como el hombre calmo y sereno que siempre era, si no que lucía como un niño indefenso y sin protección, no obstante prosiguió con su relato:-así conocí a Nagato quien tenía el mismo sueño que yo, junto a Yahiko y Konan, rápidamente entablé una amistad con ellos y nos aliamos, te preguntarás ¿quiénes son ellos?, bien, ellos son de Rinnegan Corp. y actualmente están en África de voluntarios en una ONG de la ONU, dejaron su fortuna y se fueron a vivir su sueño de ayudar y cambiar al mundo, mientras que yo..., yo me quedé aquí, tratando de hacer lo mismo sin mucho éxito, he donado a caridad, he financiado programas alimenticios para el mundo, he hecho muchas cosas, sin embargo, siento que no he avanzado, ya no se como salir de esta vida monótona, me he perdido en el sendero, mientras que ellos avanzaron; luego esta Deidara Bakutsa, un cabeza hueca que saqué de las calles, si la gente supiera su historia no lo creería, era un vándalo con un gran potencial y lo tomé a mi cargo hasta que se convirtió en lo que es ahora, aunque, sinceramente no le costo mucho, era un genio artístico nato y..., ahora preguntarás, ¿qué tienes que ver tu en todo esto?, bien, te lo diré, te pareces a mi hermana, en cuanto te ví algo en ti me llamó la atención, eras perfecta, eras tan..., tan similar a ella, así que quise protegerte, sin embargo, creo que fracase, pero, perdoname por tratar de compensar mi perdida a través de tí, yo..., me siento estúpido, tú no eres ella y nunca lo serás, lo sé, pero cuando te encontré en la tina casi sin vida, comprendí todo lo que hacía, comprendí que lo que hacía era porque la veía a ella en tí...; llámame tonto pero no quiero perderte como lo hice con ella, es poco el tiempo en que te conozco pero ya has marcado mi vida tal y como Sai o Deidara, no quiero que mueras, quiero que vivas, tampoco quiero que estés muerta en vida, eso me mataría, pues antes de irse, ella "Suri" como se llamaba, se veía así, la muerte la acechaba y ella se dejaba ir, hasta que la consumió, por favor, tú no te marches, soy egoísta pues te lo pido sin tener ningún derecho, pero necesito saber que pude evitar la muerte de alguien, lo necesito, yo...-.

Hinata lo abrazo sin poder evitarlo y con lágrimas en los ojos le dijo:-te lo prometo, lo haré, viviré, lo juro-.

El Akasuna se sentía abatido y sin fuerzas, su boca estaba seca y su voz temblaba, no obstante soltó a la nada:-hoy es el aniversario de su muerte, justo aquí y yo ya no quería estar solo, no en este día, sabes que es lo que hacíamos aquí siempre, antes de bueno, alejarme-.

Ella negó y el siguió su monólogo:-gritabamos lo que nos dolía, lo que odiabamos, todo lo que sentíamos, creo que hoy es un buen día para volver a comenzar y volver a practicar aquello, ¿no lo crees?-.

Ella asintió sin contener para nada sus gruesas lágrimas, pues las palabras de aquel pelirrojo habían tocado su corazón, así que Sasori se acercó al risco y comenzó a gritar escuchando el eco de su voz, a la vez que ella se acercaba y hacía lo mismo; ambos sacaban todo su dolor y frustración sin ningún reparo y sin contenerse, pues los dos necesitaban aquello, tanto como necesitaban un amigo y no pasar su agonía en soledad, haciendo más fuerte aquel reciente lazo de amistad y quedándose en el sitio hasta quedarse sin voz y sin lágrimas, contemplando el horizonte y el amanecer...

No se dijeron nada, no había nada que decir, ese día ninguno de los dos trabajaría ni ninguno pasaría solo su penitencia, pues sin decirse nada, ese silencio se los decía.