En tierra de nadie

275 50 102
                                    

Espero si les guste -w- ♡

Nota: Los personajes y la imagen no me pertenecen. Créditos a sus autores.

Advertencias: Puras insinuaciones XD
...

Pequeños peces plata nadaban tranquilos en aguas terqueza. El cielo estaba tupido de nubes esponjadas y la luz del sol era amortiguada por sus cuerpos flojos. En el lago de la "Tierra de nadie" se respiraba la quietud y paz. Las tierras fértiles estaban cubiertas por la flora silvestre; margaritas blancas de cabezas doradas compartían especio con las campanas violetas que se mecían de vez en cuando por las leves corrientes de viento fresco que recorrían las faldas de las montañas lejanas cubiertas de nieve y pasaba por los saltos de agua de las cortas cascadas.

Aquí, el tiempo era diferente. No era como en el paraíso. Aquí, existían los amaneceres, el atardecer, la fresca noche. Aquí, se olvidaban los cuadros eternos que había pintado dios para cada jardín de su paraíso.

Arthur estiró el cuello mirando el cielo cubierto de las nubes que había atravesado junto con Alfred, su "caída" había sido amortiguada por las tranquilas aguas del lago, el ángel, no se había esperado quedar empapado.

-Lo siento.

Se había disculpado Alfred cuando el demonio le ayudó y lo llevó a la orilla. Arthur no estaba enfadado con él. Solo estaba un poco aturdido porque sabía el lugar en que se encontraba, aunque nunca había dado con el.

-¿Cómo sabias de la Tierras de nadie?

-Soy un demonio curioso.

Alfred también estaba empapado.

-¿Curioso?

-Y bueno...se me ocurrió que este sería un buen sitio para que pudieras estar tranquilo.

-...Porque los ángeles no vienen aquí.-Completó Arthur sabiendo el motivo.

-¿No te gusta? Para los demonios es un lugar sin interés-Atinó a decir-. Aburrido. Pero para mí, cualquier lugar está bien, siempre y cuando pueda verte.

Arthur negó y bajo de los brazos de Alfred cuando los llegaron al césped de verde claro.

-Está bien. Es solo que me sorprende que este lugar se encuentre "bajo" la muralla. Es extraño.

-¿Crees que Dios es extraño? Es decir, él creo este lugar.

Arthur se sonrojo y negó de inmediato.

-Yo no dije eso. Y no es bueno blasfemar.

Alfred trató de evitar hacer un gesto expresando que no le importaba. Pero no tuvo tiempo ya que Arthur camino hacia un árbol cercano.

-¿Qué haces? -Cuestionó cuando Arthur se acercó al árbol y tocó su corteza.

-Nada. Solo...puedo notar que este lugar es muy diferente al paraíso. Tiene la esencia del tiempo.

-¿Tiempo? -Alfred se quitó la chaqueta que escurría agua y suspiró.-Eso significa que tengo que esperar a que se seque ¿No?

Arthur sonrió.

-No es tan malo.-Contestó y sus manos desataron la prenda que usaba.-Podemos pasarla bien.

Alfred se quedó inmóvil, observando algo de lo que era consiente por primera vez, la perfección del cuerpo de aquel delgado ángel.

La tenue luz del sol acentuaba su figura con destellos dorados. Su piel blanca era nieve que no se derretía, su figura larga era adornada por sus alas que conservaban el roció del agua que lo había mojado.

Mi pequeño y amado IcaroWhere stories live. Discover now