13-"Es malo"

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+++++LOUIS+++++

Miré las paredes blancas, las cuales tampoco me eran poco familiares. Me levanté de la cama y acomodé mejor mi pijama. Aquel pijama que tanto odié por tiempo. Todo azul y sin vida, excepto porque yo le solía poner una camisa grande blanca y le quitaba la de botones azul claro. Ahora a demás de esa camisa, me ponía un suéter que una vez Harry me había prestado y al final, me lo terminó regalando. Era gris y me quedaba gigante.

Suspiré y decidí que tenía ganas de pasar un rato por la planta en la que me encontraba. La de problemas alimenticios.

Era muy temprano, serían las nueve como muy tarde. Ya podía ver a los enfermeros caminar de un lado a otro con pacientes, cargando bandejas llenas de comida, algunos medicamentos. Lo de todos los días.

Comencé a jugar con mis manos para distraerme, hasta que me choqué contra alguien. Al levantar la vista pude ver a una chica mirándome.

—Per-Perdón —dije.

—Oh, tranquilo —me sonrió amablemente—. ¿Eres nuevo aquí?

—Sí, m-más o me-menos —miré el suelo—. Ya había estado inter-internado antes.

—¿De qué padeces?

—Anorexia y bulimia —susurré.

—Yo solo anorexia, eso de vomitar me parece horroroso —comentó—. Soy Layla —me estiró la mano, ahí pude comprobar que ella tenía los brazos muy finos.

—Louis —dije simplemente y acepté su mano.

—Un gusto —sonrió—. ¿Quieres hablar un rato? Me interesa saber cómo te internaron —rió dulcemente y asentí.

Los dos caminamos en silencio hasta llegar a unos sillones que había pegados a la pared. Me senté y ella también, justo a mi lado. En el camino pude verla mejor. Layla era una chica pálida, bastante pálida. Tenía el pelo largo por la cintura, ondulado y castaño. Sus ojos eran marrones claros, y sus labios rellenitos y rosados fuerte, aunque los tenía un poco secos. Ella llevaba un bonito pijama de cerditos y me resulto adorable.

—¿Cuántos años tienes? —preguntó.

—Diecisiete, ¿y t-tú?

—Catorce —volvió a sonreír—. ¿Cómo te internaron?

Me sorprendió su corta edad, pues aparentaba dieciséis.

—Yo hacía tiempo que ya era esto…y el otro día me miré al espejo, algo no encajaba así que fui y me pesé. Mi peso hasta ese momento era de cuarenta kilos, pero había subido dos kilos y me alteré. Me encerré en la habitación y empecé a vomitar —conté.

—Vaya —dijo—. ¿Y cómo conseguiste parar ese día?

—Mi no-novio entró p-por la ven-ventana y me alejó del váter. Él se enfadó conmigo. Además se hirió por mi culpa —susurré lo último.

—¿Él se autolesiona? —preguntó asombrada.

—No —relamí mis labios—. Él intentó abrir mi puerta dándole golpes con el hombro y se lo descolocó, al entrar por la ventana tuvo que romperla y se cortó la mano entera.

—Que mal —hizo una mueca de desagrado.

—¿Y t-tú cómo lle-llegaste?

—Llevó dos meses aquí —aclaró—. Yo ya tenía problemas con mi comida, aunque siempre terminaba comiendo y me sentía mal. Mis padres me obligaban a comer, aunque me llamaban gorda; mis amigos me decían que estaba demasiado flaca, mientras otros me decía que tenía barriga; mi hermana siempre me atacó con mi peso —abrió sus ojos y miró hacia la pared de enfrente—. Yo me autolesionaba —extendió sus brazos y los observó—. Me cortaba porque me sentía como una inútil. Mis padres siempre me decían que no servía, que lo hacía todo mal —suspiró—. Y yo me hacía la fuerte, así que les contestaba mal. Me daban arranques de rabia, quería golpearlo todo, quería suicidarme, quería llorar —susurró—. Un día mi hermana me dijo algo, no recuerdo muy bien, y le respondí “cállate, gorda”. Ella me dijo: “Tú tampoco estás en tu peso ideal”. Desde ese día me tomé en serio el bajar de peso. Me pasaba días y días sin comer, hacía ejercicio, me perdía escribiendo historias, escuchaba música. Pero jamás comía. Hasta que me desmayé y mis padres me trajeron aquí. Descubrieron mis cortes, descubrieron que no había comido por mucho tiempo y me tomaron por loca —rió—. ¿Sabes lo peor? Yo sé que hay personas que tienen peores vidas que yo, pero no se hacen daño a sí mismas. Pero yo soy débil sin aparentarlo, pienso como cualquier persona y aun sabiendo que me hago mal, sigo con lo mío.

I Kissed Him. Larry/Ziam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora