Erick: ¿Cómo es posible que todavía no le guste?
Zabdiel: Erick...
Erick: Lo abracé
Erick: Sabes que no me gusta abrazar
Zabdiel: Alguien no se puede emamorar en un día
Erick: ¿Por qué no?
Zabdiel: Debes seguir con el abecedario Er, hasta lograrlo
Erick: Llegó Joel, chau
Zabdiel: Todavía que te aguanto :(
-Er, necesito alguien que me acompañe a la fiesta de Chris, ¿vienes? -pregunta Joel saludándome con un beso en la mejilla.
-Eh, yo, ehm...
-Calma Erick, es totalmente legal, no va a perjudicar en tu promedio -bromeó.
Joel Pimentel acabó de bromearme, lo anotaré en mi libreta.
-Claro que iré.
No iré porque me guste salir de fiesta, porque no es así, sino que yendo a esa fiesta podré cumplir mi plan B: bailar con él.
-Perfecto -murmuró quitándose la camiseta.
Lo miré con cierta cara de confusión y él rió.
-Debí aclararlo, nos vamos en quince minutos.
Murmuré un "uy" que le causo gracia al mayor y tomé algo de ropa ideal para la ocasión del armario. En realidad no sé de ropa, Zabdiel me dejó un conjunto armado por si esto pasaba.
Fui al baño para cambiarme, y arreglar un poco mi cabello que JUSTO HOY está rebelde, no soy más fracasado porque no me da el tiempo.
A quién engaño, el tiempo me da, pero ni el fracaso me aguanta.
-¿Erick? ¿tardas mucho más?
Nota mental: Revisar las notas mentales para no mandarme las mismas cagadas en otros planes.
-Lo siento -me disculpo saliendo del baño levemente sonrojado.
-No pasa nada, por cierto, te ves bien Erickin.
Erickin, wow.
Sonreí en respuesta y salimos de la habitación.
-Es en el salón multiuso del instituto, la que tiene televisores y eso, la directora le dio permiso para hacer la fiesta.
-Genial entonces.
Nos dirigimos hacia ese lugar en completo silencio, pero -al menos para mi- no era un silencio incómodo.
Al entrar, mi mandíbula cayó al suelo prácticamente.
-Pensé que ibamos a bailar o algo -le digo a Joel.
-¿Bailar? No, vamos a comer y a jugar videojuegos. Si no quieres nos podemos ir y...
-No, no, Joey, me gusta la idea.
Joel me sonrió y sentí esas famosas mariposas que aparecen como consecuencia del amor.
Quizás el plan B no es justamente como lo idealicé, pero aún así me quedan 25 letras para enamorar a Joel Pimentel.
