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—Empiezo a arrepentirme por haber aceptado venir a Hogwarts —murmuró Vega mientras caminaba junto a Blaise y Theo hacia el gran comedor.

Habían pasado dos semanas desde que Malfoy y Lyra se hicieran "novios", y la pelirroja estaba a punto de explotar. Se los había encontrado tonteando en el gran comedor, en los jardines, en aulas vacías, en pasillos desiertos, y hasta en la sala común de Slytherin. No sabía cómo es que ellos siempre estaban en el camino de Vega, pero sospechaba que los gorilas de Malfoy tenían algo que ver.

—Al menos hoy no se te ha acercado Amorcito.

—¡No lo invoques!  —gimió Vega empujando a Theo en broma.

—Oh, Amorcito, Amorcito, ¿dónde estás que no te veo? —exclamó Blaise llevándose la mano a la frente.

—Vaya, Blaise, no sabía que un caballero sangre pura disfrutara de la literatura muggle.

—¿Cómo sabes que Shakespeare era muggle, señorita Prince?

—¿Cómo sabes que no lo era?

—Touché.

—Por cierto, ¿podrían repetirme para qué nos citó Dumbledore aquí?

—Hoy vendrán las escuelas invitadas al torneo de los Tres Magos —murmuró Theo frotándose los ojos—. Por eso nos han pedido venir con el uniforme completo.

—Eso deberían pedírselo a los Gryffindor salvajes que cada vez traen menos ropa encima.

—Ya sabes lo obsesionados que están con su libertad —dijo Blaise restándole importancia—. Cualquier día terminan durmiendo todos en los jardines para evitar las jaulas que les suponen las paredes de los dormitorios.

—Siempre y cuando no acaben paseándose desnudos de aquí para allá, por mí pueden dormir en el bosque prohibido —dijo Vega arrugando la nariz.

—Eso dices ahora, pero ya te veo sacándole cuantas fotos puedas a Amorcito en cueros.

—¡Blaise!

—¿Qué? —se quejó el moreno cuando sintió el golpe en su hombro— Siempre me estás golpeando por comentarios inocentes. Al menos que sea por algo bueno.

—Amorcito.

—Sí, Theo, Amorcito se ha puesto bueno por tanto Quidditch, pero aún tiene que mejorar. No dejaré que se tire a Vega hasta que no haya sacado algo más de músculo.

—¡BLAISE ZABINI!

—No seas cerdo, Blaise —lo reprendió Theo haciendo una mueca de asco mientras Vega le golpeaba la cabeza con un libro repetidamente—. Me refiero a que Amorcito viene hacia aquí.

—¡Vega!

—Gran Olokun en el mar, si de verdad existes, vuelveme invisible —murmuró Vega tocando el collar que le dio su nana al entrar a Hogwarts.

—Te ves muy hermosa hoy —le dijo Potter cuando los alcanzó.

—Eso ya lo sabe, Potter, tiene un espejo en su habitación —dijo Blaise rodando los ojos—. Tendrás que buscar algo mejor que eso.

—¿Celoso, Zabini? —intervino Ron, caminando hacia ellos junto a Hermione— Pensé que tú  eras el mayor fan de la pareja de Harry y Vega.

—No somos pareja, Weasley.

—Puedo ser el mayor fan del Verry, Weasley, pero eso no significa que Potter tiene la batalla ganada. Si quiere salir con mi pequeña, tendrá que esforzarse.

—¿Verry? —preguntó la pelirroja, pero el moreno la volvió a ignorar.

—¿Cómo es que pasaste de fangirl a padre celoso en menos de dos segundos? —preguntó Theo sin creérselo.

Las Mellizas Prince [Harry Potter/Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora