I Kissed Him. Larry/Ziam.

14-"Nadie se ríe de Harry Styles".

14

+++++HARRY+++++

—¡Gemz! —grité, pero no recibí respuesta— ¡Gemma! —de nuevo elevé la voz— ¡Maldita bastarda!

—¿¡Qué quieres, Harry!? —me chilló entrando a mi cuarto enojada.

—¿Podrías traerme algo de comer? —sonreí de lado burlón.

—Una pinga para ti, ¿qué te crees que soy? ¿Tu criada? —elevó sus cejas y se cruzó de brazos— Estás sin un brazo, no manco y sin piernas.

—Podría estar penco —dije una palabra que ya existía, de la cual el significado no sabía, refiriéndome a no tener piernas.

—Lo que estás es descerebrado —rodó sus ojos.

—Anda, hermanita guapa, tráeme algo —le guiñé el ojo.

—Te lo va a traer tu put-

—¡Ey, que mi madre es la tuya! —la corté con diversión.

—Púdrete, Harry —me miró mal.

—¿Qué tienes hoy? ¿Ya te bajó la regla?

—¡Vete a la mierda, Harold, muérete o haz algo productivo por los demás!

—Supongo que me moriré —reí.

Ella salió dando un portazo. Gemma era todo un amor cuando se lo proponía, ¿eh? Me levanté de la cama y tomé de la mesita de noche la cajetilla de cigarros, saqué uno y lo prendí después de ponerlo en mis labios. Salí del cuarto, dejando un rastro de humor por mi camino. Suerte que mamá no estaba, si no me hubiese matado. Bajé a la cocina y miré la nevera, a ver que había. Nada me gustó, así que cerré y seguí fumando.

Me sentía extraño. Es decir, hacía dos días que no veía a Louis y no sabía nada de él. No había aparecido por clase, ni siquiera me había llamado o mensajeado. Di una calada y solté el humo, después apagué en cigarro bajo la llave del agua y lo boté a la basura.

Tomé el móvil y marqué a Louis.

Uno, dos, tres y respondió.

—¿Diga? —respondió riendo.

—¿Lou? —pregunté.

—Oh, eres tú —sonó cortante y eso me asustó, pues antes estaba riendo. No tartamudeó en ninguna de las dos cosas que me había dicho.

—¿Cómo estás? —cuestioné nervioso por su respuesta. Mierda. Él no podía ponerme nervioso.

—Genial —no sé si eso fue sarcasmo, en realidad.

—Umh —murmuré—… ¿Por qué no has estado yendo a clase?

—He estado ocupado internado en un jodido hospital.

¿Louis Tomlinson diciendo palabrotas y sin tartamudear?

—¿En un hos-hospital?

¡Y ahora el que se traba en las palabras soy yo! ¡Vamos bien!

—¿Estás sordo, Styles?

—Relájate, Tomlinson —le reté, frunciendo mi ceño.

—Mira, no estoy para tus tonterías de chico malo —dijo—. Hazme un favor y no me llames más, olvídame —colgó.

Me quedé mirando al teléfono fijamente. ¿Qué cojones acaba de suceder? ¿Quién había poseído a Louis para que me hablara de aquella forma? ¿Ahora es un malhumorado?

Solté el móvil lo más rápido que pude, no quería romperlo. Pero si que quería golpear algo hasta hacerlo trizas. Y como tenía un brazo impedido, me importó muy poco golpear con la otra mano la pared más cercana. Noté la pared vibrar, pero eso no me hizo para. Seguido de patadas y aun más puñetazos. En seguida la figura de Gemma entró por la puerta y me miró asustada.

—¿Qué haces? —preguntó temerosa.

—¡Nada! —le grité— Saldré un rato.

Pasé por su lado y me contuve para no hacerle daño. La apreciaba demasiado.

Al salir de casa di un portazo, y la puerta no se cerró, sino que rebotó. Maldije, pero no me acerqué a cerrarla bien. Solo seguí caminando sin destino fijo. Cualquier idiota que se metiera en mi camino sufriría consecuencias. Y eso era lo que quería, golpear a alguien hasta que él o yo perdiésemos el conocimiento. Estaba más que claro que yo no sería ese, ya que aun teniendo un brazo enyesado podía ser muy duro al golpear.

—Mierda —murmuré.

De nuevo entré dentro de aquella zorra, llenándola con mi pene. Ella gemía como una estúpida. Ni si quiera me sabía su nombre. Pero lo que había bebido al llegar a aquel bar me había subido tan rápido como me terminé los trece vasos de vodka. La morena se metió en mi camino y decidí descargar la rabia follándomela duro.

Cogí el móvil sin que ella se diera cuenta y le marqué a Louis. Sabía que él respondería por más que me hubiese dicho que lo olvidase y no lo llamase. Lo dejé de nuevo a un lado nuestro y le di más fuerte a la chica. Gemí al igual que ella. Entre jadeos y gritos pude oír la voz de Louis confusa. Un llanto quizás, pero eso no me importó.

—¡Oh, Harry! —gritó la chica cuando llegó al orgasmo.

Aun a mí me faltaba, así que seguí y seguí hasta que me liberé en aquel condón asqueroso.

—¡Joder…! —arrastré.

Pude oír como la línea con Louis se cortaba. Yo sonreí victorioso. Nadie se ríe de Harry Styles y menos un jodido como Tomlinson.

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Aunque no lo crean leo sus comentarios, chicas. Sean más creativas, no un simple "siguiente" lol. 

¡Al mejor comentario le dedico el próximo capítulo!

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Buenas noches/días/tardes. Tengan un lindo día.