Hijo de dos alfas dominantes, famosos y millonarios, deseado por una gama de alfas. Rebelde, inmaduro y arrogante, con una vida casi perfecta, rodeada de lujos y riqueza, envidiada por muchos.
Louis Tomlinson, quien considera que su vida no puede s...
Aquí yo de impuntual 🕒, que no se pierda la costumbre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El silencio y la soledad podían llegar a ser los peores enemigos de cualquiera, incluso más letales que las mentiras.
Rogg tenía una perspectiva diferente, el silencio era tranquilidad y la soledad era paz después de un largo día. Usualmente, cuando Harry estaba en casa, todo era perdición, intentaban equilibrarse, pero por alguna razón un lobo y un gato siempre tendrían sus desacuerdos.
Ese día, por ejemplo, Harry estaba en cama y Rogg no podía dejar de verlo desde la puerta, el aroma del alfa era tan fuerte e insoportable que al pequeño animal le costaba andar por la casa.
—Meow — Se quejó y recibió un murmullo de parte de su amo.
—Vamos, hoy no es un buen día. —lo miro mal y se rascó él entre cejo.
Había sido mala idea aceptarlo, aunque tampoco le quedaba de otra. Su mamá, Anne, era muy fanática de los felinos y se lo había regalado en su cumpleaños, no podía decirle que no a su madre. Cargó al animal hasta la casa como si el pelaje de tal le quemara los dedos y pudo conciliar el sueño hasta 3 días después, pues el gato se metía a la cama en busca de calor haciendo que su alfa se pusiera agresivo.
Volvió a recibir otro "Meow" de Rogg obligándolo a levantarse de la cama.
Anoche había sido la peor noche de su vida, se había puesto a platicar con algunos empresarios y doctores, con su padre y con Tomlinson, habían bebido como si el mundo se les fuera a terminar en un abrir y cerrar de ojos. Y lo peor de las borracheras - aparte de la cantidad de alcohol que introducías al cuerpo - eran las consecuencias con la que despertabas al día siguiente.
Supo que Louis había estado en el departamento cuando salió de la habitación, los olores lo tomaron de golpe haciendo que se mareara un poco más, siguiendo sus pasos Rogg le acarició el pie con su esponjosa cola marcándolo como suyo, Harry lo empujó despacio con el pie y lo mantuvo a una distancia prudente.
No recordaba lo que había pasado y necesitaba saber qué estupidez había cometido.
•───────•°•❀•°•───────•
Niall apareció frente a su puerta con las mejillas sonrojadas y la nariz como un pequeño tomate.
Lo observo ahí durante segundos con las emociones a flote, no tenía palabras para describir el coraje que comenzaba a crecer en su pecho.
¿Cuánto había pasado desde los últimos mensajes? ¿Desde la última llama? No había obtenido respuesta, ¿recién se dignaba a venir?
—Hola, Lou. —le sonrió, mantenía su mochila entre sus manos.
Afuera el aire estaba frío, era una mañana nublada y era costumbre que Niall fuera a almorzar y después Mario los llevaba a la escuela, aunque tenían muchísimo de no hacerlo.
