007

15.2K 1.7K 350
                                    

Aquella sensación no desaparecía.

Había empeorado. Mi humor era el más afectado ya que estaba tan irritable, borde, cualquier cosa me ponía de malas y eso era poco común en mí.

Akemi fue la que se llevó la peor parte, pero lejos de pedir perdón solo podía echarle la culpa por molestarme con el mismo tema desde que me vió en la mañana.

—Al menos no hagas como si no estuviera aquí —soltó con cierta burla.

—Ya te dije que te puedes ir.

No podía ni comer tranquila y eso que ella prácticamente me había obligado a hacerlo.

—No se por qué estas molesta. No he dicho algo malo. Además— miro mis manos con ahínco para después con desagrado decir: —. Ya no tienes ni uñas. Tu manicura se a echado a perder ya que no dejas de morderlas en clases. Dato pertubardor, eso se considera canibalismo.

No se si lo que más me molesto fue que haya tomado mis manos reluciendo sus bonitas unas rojas brillantes o lo que salió de sus labios.
Así que no contesta con eso decidío presionar dónde más sabía que me afectaba.

—¿El raro de Jeon te sigue molestando?

Raro.

¿Quien se creía ella para referirse así de él? A caso eso le hacía sentir superior o solo disfrutaba haciendo daño con sus palabras a las personas.

Me solté de su agarre como si sus suaves y delicadas manos quemaran.
Eso no le gusto, la sorprendió.

—Cuida lo que dices—fue una amenaza. Por supuesto sonó como una amenaza. 

Me levante tirando lo palillos en la bandeja de comida y recogiendo mis cosas para largarme de ahí.

Yah, ¿a dónde vas?

Pasar entre todos los universitarios fue un golpe trás otro. No podía quejarme, nadie se daba cuenta al estar tan apurados. Guardé todos mis libros en el casillero a gran velocidad, por mi lado paso Hyunseok junto a su grupito de amigos. Le ignore, él de igual forma como si yo fuese alguien extraño. Esto tenía para rato y algo raro era que ahora no me importaba.

Solo había una determinación a fuego vivo en mi mente. E iba a llevarlo a cabo a pesar que sabía que estaba mal.

◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇

Nunca fui la mejor en educación física. Siempre floja para hacer ejercicios o hasta correr menos de cien metros. Pero ahora mis pies tenían vida propia y una fuerza inexplicable me guiaba tan rápido a las gradas del campus donde a esta hora no estaba siendo utilizado por los del equipo de béisbol.

Había escuchado a varios hablar que él se escondía aquí, más bien que detrás de las gradas era su lugar más concurrido y fijo.

Casi nadie se acercaba ahí.

Con cada paso mi caminar se volvió lento. Filtrandose por mi nariz aquel olor a nicotina que tanto odiaba.

Él se encontraba recostado en el césped recién cortado, fumando un cigarrillo, utilizando su antebrazo derecho como almohada. Mirando el cielo nublado en silencio.
Sé que oyó mis pisadas ya que detuvo el cigarrillo antes que tocará sus labios.

—Disculpa..

Lentamente se levantó, apoyando las manos en el césped, hundiendo la punta del cigarrillo en este para ponerse en pie.

Por primera vez le mire a los ojos y como aquella vez en los casilleros me hizo sentir cohibida. Él era alto, esta vez sus ojos estaban delineados y traía algunas cadenillas en sus muñecas y cuello.

Brujería ❀; jjk | COMPLETA {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora