Capítulo uno

48 1 0
                                    

Estaba triste, mi padre William nos dejó, siendo mi madre quien tuvo que tomar las riendas de mi pequeña familia. Con tan sólo trece años tuve que sostener a mi madre, quien caía a pedazos por culpa de mi padre; se fue con Anastasia, la mejor amiga de mamá ocho años menor; por aquello yo creo que mi padre o mejor dicho William nos abandonó (nunca más lo volví a ver).

La separación fue imprevista; y por mi lado, no sabía dónde ir o en quién cobijarme para quitar mis penas por lo que estaba pasando. Cada día me levantaba y me ponía a mirar por la ventana que había, pensando que yo era una molestia para mi padre; en esos momentos unas lagrimas caían de mis ojos, pero las secaba enseguida, no dejaría que mamá me viese así, tenía que verme fuerte, yo la sostenía. Mi abuela trataba de consolarla, pero era imposible, sólo le gustaba llorar cuando estaba sola y veces hablaba conmigo.

-Hijo-Pescaba mi pelo castaño liso; y sus ojos cafés lagrimones me miraban con ternura-Nunca lastimes a una mujer y respeta a quien será tu esposa.

La miré con una sonrisa melancólica, no quería lastimar a mamá como lo hizo papá, menos hacerle daño de esa manera a una mujer. Le prometí a mamá que no le fallaría.

A momentos solía escuchar a mi abuela con mi madre discutir porque tenía que salir adelante por mí, conseguir un trabajo y encontrarme un colegio, que ya estábamos a Enero. Pero no me importaba tener un colegio a esta altura, yo quería estar con mi madre cuidandola, ella era una gran persona, atenta y cariñosa.

Me gustaba mucho escribir, siempre escribía mi dolor en hojas, manchandolas de negro.

'¿Por qué me abandonaste?,
eres mi padre.
Aún el daño te sigo queriendo,
abandonaste a mi madre,
quien en la noche mancha de azul su cara, mientras yo,las limpio
con estar más quebrado'.

INTO THE DREAM.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora