El Ota-san de Nami-chan 2

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En Italia se encontraban un grupo de niños con dos adultos que parecían muy interesados en un tema ya que era una solución la más reciente para que el problema que habían causado dos de esos niños por su descuido y el de los adultos también solo miraban con atención las intrusiones.

- ¿y bien? -pregunto la de cabellos plateados mirando con los brazos cruzados al rojizo de mechones amarillos que hacía de traductor.

-dicen que iremos a buscar a Nami-chan al sitio al que fue enviada, pero....

-niños por que hacen esto si ya se los explicamos yo y Spanner.

-es porque nosotros no hablamos idioma nerd -hablo el de cabellos verdosos menor sin expresión en su rostro.

-Prosigue Geiso antes de que te lance yo misma.

-está bien podemos ir al lugar donde esta Nami, pero será un lugar muy diferente al de esta época, tal vez se encontrarán con personas, pero tienen que evitar llamar la atención ya que puede haber enemigos y si los descubren no volverán o tal vez no se les asegure un rescate, cuando tengan a Nami deben volver lo antes posible ah y no se preocupen si algo sale mal puede hablar con los de ese sitio sin que se altere algo entienden.

-Si -afirmo la mayor de las mujeres- vamos a la carga.

-siii

-esperen niños tienen que llevar con ustedes esto -hablo el de cabellos rojizos adulto mirando a solo algunos niños entregándoles unos anillos.

-estos son los anillos de....

-eh no se hagan ilusiones esos anillos los creamos Spanner y yo aquí en el laboratorio.

-hum -hablo el azabache mayor que todos los niños que los miraba seriamente.

-esos anillos los ayudaran a buscar a los demás por si acaso se pierden y podrán comunicarse con nosotros, aunque habrá un poco de interferencia, solamente ustedes irán ciertos.

-si

-los dejaremos en algún lugar seguro como un parque ok -tecleaba en el computador mirando seriamente todo-bien todo está listo les deseo suerte y encuentren a Nami-chan por favor -sonrió agarrando a uno de los niños ya que no le permitiría ir con los demás.

Los niños saltaron dentro de una maquina extraña y enorme todo iba bien pero cuando el último de los niños entro algo funciono mal y la maquina comenzó a echar chispas por todos lados creando una fumarola en el laboratorio y haciendo que en lo alto del cielo se escucharan estruendos enormes preocupando a los adultos y dejando el laboratorio en llamas.

-ahhh apaguen eso -ordenaba el rojizo con lentes corriendo por todas partes junto con los dos niños que se quedaron y un rubio que miraba al cielo nublado.

-hum han crecido mucho.

El cielo de Vongola había acompañado a la pequeña niña que justamente en este momento caminaba a lado de el por los pasillos de aquella escuela fantasma iluminada por la luz del atardecer, su cuerpo sentía un escalofrió y apenas temblaba del miedo por encontrarse con el demonio de las tofas tal vez, pero esa niña que ahora caminaba feliz y campante quería que él y su Ota-san no estuvieran peleados y no podría negarse a sus hermosos ojos color miel que te hacían derretir.

-Etto Nami-chan creo que no deberíamos de venir a este lugar ya que alguien podría molestarse -sonrió el castaño queriendo que la pequeña cambiara de opinión.

-Pero mi Ota-san está aquí -lo miro la niña haciendo un pequeño puChero que dejo sin palabras al castaño mayor.

-Está bien vamos -suspiro vencido ya que era difícil de hacer que esa niña cambiara de opción o de plan.

La pequeña VongolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora