Capítulo 25.

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NARRA _______

–Vendrás conmigo –dijo

-¿Qué? –dije sorprendida

-Que me acompañarás ______, iremos a cenar con mi madre.

-Deja de jugar Niall –obviamente él estaba bromeando.

-No estoy jugando, irás conmigo  así que apúrate.

No era sólo el hecho de que sus palabras sonaban a orden, sino la proposición en sí. No era buena idea, lo sabía. Y yo soy bastante buena calculando las cosas.

-No, no es una buena idea

-Dijiste que me ayudarías si lo necesitaba- replicó

-No me refería a eso! –yo y mi gran boca, por eso muchas veces prefiero mantenerme callada –me refería a… no sé… apoyo moral, desahogo. Acompañarte a la cena no entraba en eso.

-Vamos! Nadie más sabe lo que pasó, mis amigos se burlarían y bueno Marie… tampoco sabe nada, y no es que me hubiera acompañado. Ellos piensan que mi madre vive en otra ciudad y que la veo en vacaciones.

-Aún así, no lo creo –dije un poco dudosa ya, él en verdad estaba solo en esto, mi lado bondadoso estaba por traicionarme.

-Se supone que debes hacer lo que yo te diga por una semana, perdiste en la tarde recuerdas?-

-Hey! No vengas con eso! Fuiste tú el que…

-Por favor ______ -me interrumpió –eras tú la que insistía con que yo debería ir!

-Lo sé, pero… -empecé a hablar para ser interrumpida otra vez.

-Vamos! No creo poder hacerlo solo, por favor? –dijo.

No podía negarme. Había una posibilidad de que Niall estuviera fingiendo, pero yo era buena, quizás más buena de lo que me agradaba. Para ser honesta, odiaba esa parte mía, las personas se habían aprovechado de mí y se habían burlado tantas veces. Sin importar la cantidad de veces que había salido perdiendo y sin importar que después de analizarlo todo supiera que el resultado sería malo,  yo tomaba el camino de la bondad. Yo y mi maldito buen corazón! Me daba cuenta perfectamente cuando estaban jugando, ya lo dije soy buena calculando y analizando las situaciones, aún así ignoraba a mi propio cerebro y continuaba “ayudando”. Así de complicada era yo, podía intentar controlarlo todo y casi lograrlo completamente, pero al mismo tiempo era vulnerable y aún sabiendo el posible resultado, me lanzaba a las llamas.

Y ahí estaba yo, como en el momento de aceptar el estúpido trato, metiéndome en algo que, sabía, resultaría mal.

- ______? –la voz de Niall me sacó de mis cavilaciones. Di un suspiro.

-Está bien Niall, ¿en cuánto tiempo vienes por mí? –dije rendida.

-Gracias, gracias, gracias!... Emmm ya estoy en tu puerta –levanté mi ceja al escuchar esto, pero él obviamente no podía ver mi expresión.

Así que ya sabía que yo diría que sí. La sensación de ser utilizada, tan familiar para mí, empezó a hacerse un espacio en mi mente. Era tan predecible que diría que sí? No podía permitir que alguien más descubriera mi punto débil. Di otro suspiro sonoro.

- Bueno, pero aún estoy con la ropa de la tarde y…

-No hay problema, no iremos a un lugar refinado o algo así, solo apúrate y sal como estás, no creo que… -interrumpí su frase dándome cuenta de algo-.

-Espera… dijiste que estabas en la puerta? no! Debes salir de ahí! Alguien puede verte, retrocede una calle y verás un callejón, para ahí.

-Está bien, está bien! Cálmate _____!  Ya estoy en la entrada del callejón, pero por qué estoy aquí?

El trato {Niall Horan}♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora