2. No me recuerden que la primera impresión es importante

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Capítulo dedicado a: PeacefulMoonlight ¡Gracias por comentar!


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2. No me recuerden que la primera impresión es importante. 

Apenas estoy asimilando lo que Ruth me dijo cuando escucho que alguien menciona mi nombre. Me giro para ver quién es.

—¿Eres Luca? —repite una mujer de cabello rubio cenizo y, al igual que el resto aquí, vestida de forma elegante.

—Sí —Trato de volver a concentrarme—. Buenos días —dejo el vaso con agua sobre una mesa e intento de poner mi mejor cara antes de estrechar su mano.

—Soy Mago Perman, la jefa de recursos humanos —se presenta—. El señor Rodwell me pidió contratarte como asistente de Ivanna Rojo —Lo dice con una tranquilidad que me deja pasmado—. Preséntate con ella en diez minutos —Esperen un segundo, ¿Qué?—; y cuando estés listo, baja a mi oficina para organizar tu papelería.

Estoy... 

1. Asustado.  2. Nervioso y  3. Confundido.  Las tres cosas al mismo tiempo.

—Pero yo vine a una entrevista

—Y obtuviste el trabajo. Felicidades —me sonríe Perman para después volverse hacia las personas que salen de la sala de juntas.

No... ¡No! Vamos por partes.

—¿Ivanna Rojo? —pregunto. Alguien tiene que aclararme.

—Seguro la viste. Acaba de salir de la sala de juntas. Te diría que no muerde pero no estoy tan segura.

Todo el que salió hace menos de un minuto de la sala de juntas se detuvo a platicar. Incluido «Lobo». Solo a él reconozco. Paso una mano sobre mi cara.

«Asistente de Ivanna Rojo». De esa Ivanna Rojo. Recupero el vaso con agua y bebo un largo sorbo. Considero que también necesito sentarme.

—Ahí viene Lionel —comenta en mi dirección Mago—. No te muestres dudoso frente a él, ¿de acuerdo?

«¿Dudoso?». Por otro lado, al Mago decir eso, todo el que está cerca voltea a verme, empezando por Lobo que escucha con especial interés la explicación sobre quién soy y a qué vengo.

—¡Luca! —Mientras, el señor Rodwell se abre paso hasta mí y me saluda con un abrazo, lo que se siente raro pues solo me ha visto una vez. Ese gesto incrementa la curiosidad de las personas que me miran—. Él es Luca —dice a «sus doce» como si fuera yo el hijo pródigo—, es hijo de una vieja amiga y a partir de hoy el nuevo asistente de Ivanna.

—¿Acaso odias al muchacho, Lionel? —pregunta con humor un tipo que se presenta conmigo como «La foca, Fonseca».

—Le doy tres días —dice otro.

—Con el humor que amaneció Ivanna hoy yo dudo que pase de medio día —dice Lobo recibiendo elogios por su comentario.

—No lo asusten —pide el señor Rodwell y me da palmaditas de ánimo—. Ivanna no es tan intratable como parece —me aclara sonriente—. Estoy seguro de que te acostumbrarás a su estilo de trabajo —«¿Estilo?»—. . Vamos —me hace caminar junto a él—. Ve a presentarte con ella y después pídele permiso para subir a mi oficina. Necesito hablar contigo.

¿En privado?

—Sí, señor —balbuceo. No sé en qué me estoy metiendo. 

Nos detenemos frente a los elevadores y esperamos. En lo personal guardo silencio mientras el resto comenta cosas de la empresa. Esto es como llegar a una fiesta y no conocer a nadie. Suspiro. Me siento ajeno, fuera de lugar, un completo extraño; pero supongo que es algo «normal» en tu primer día de trabajo. 

El asistente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora