Adrenaline ❜ ┊ jaeyong

8. Bird-brained.

Hi, hello, annyeong, i'm back. He vuelto más rápido de lo que esperaba con este capítulo, creo que me emocioné demasiado, pero ya merecíais una actualización rápida. Quería comentar que me estoy peleando bastante con este fanfic –más bien, conmigo misma–, porque suelo escribir espontáneamente y solamente tengo pensado la idea general. Por eso termino cambiando 892348 cosas y siento que el hilo del fanfic cambia, o, al menos, la esencia. Y de verdad siento si está siendo algo... no sé, ¿como una montaña rusa? Espero que aún así esté gustando. Está claro que no me considero una buena escritora, si escribo es más como un hobby. Y nada, sólo quería comentar esto, que si este fanfic está siendo un lío, lo siento mucho TT. Y, antes de terminar...

❪ ¡Advertencia! ❫

Todos los lectores quedan avisados que este capítulo contiene bastante material de un pupurrí de ships de NCT. La autora no se hace responsable de la salud tanto física como mental de los lectores después de la lectura.
I'm kidding, disfrutad del capítulo uwu.
(Que, por cierto, ha quedado bastante largo)

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Pulsó la tecla para desbloquear el móvil. Marcaba las 3:46 de la mañana. El chico resopló y aprovechó la poca luz que emanaba el teléfono para mirar al pelirrojo que dormía en su propia cama. Como que su habitación no era demasiado amplia, el colchón que Taeyong y él habían preparado juntos tuvo que estar pegado en la cama del primero. Cuando el móvil se bloqueó nuevamente, miró el techo mal iluminado por la tenue luz que llegaba de las farolas de las calles.

Jaehyun se sentía confundido. Esa misma tarde la consideró una de las mejores que había vivido. Pero... Taeyong lo había tratado de una manera que volvió a hacerlo sentir especial cuando sabía de sobras que no lo era. ¿Por qué era así? Su corazón latía algo acelerado tan solo recordar esa tarde, sin embargo, desconocía si era por emoción o por dolor.

Recordaba a la perfección lo unidas que se habían mantenido sus manos hasta llegar al piso de Taeyong, sus miradas tan atentas y las miles de veces que le preguntaba si estaba bien. Esas sonrisas tranquilas que le brindaba cuando veía las de Jaehyun, esas caricias que dejaba en su mano o en su brazo. Todo el esmero que usó para hacerle una buena merienda y la pequeña pelea que tuvieron porque Jaehyun se negaba a que hiciera esfuerzos, así que terminaron haciéndolo juntos. Cuando se acomodaron al sofá para ver alguna serie y terminaron hablando sin pausa ignorándola completamente. Y cuando... el pelirrojo se acomodó en su hombro cuando el estudiante le mostró uno de sus vines favoritos. También cuando Taeyong le preguntó el significado, porque era en inglés y no lo dominaba tanto como Jaehyun. Y así se mantuvo hasta que la batería del móvil del castaño decidió llegar a sus límites y el pelirrojo le prestó un cargador.

Tanto Jaehyun como Taeyong echaron de menos sentirse cerca. Por esa razón, como que aún faltaba una hora para la cena –el mayor logró convencerlo para que se quedara a cenar y a dormir–, el segundo usó como excusa que se sentía cansado para apoyarse nuevamente en él, y a pesar que había mentido, terminó quedándose dormido a causa de las caricias que el contrario dejó en su brazo. En toda esa hora que el pelirrojo durmió, Jaehyun siguió brindándole caricias en esa zona e incluso se aventuró a llegar hasta su mano, mirándolo más a él que a la televisión.

Lo que hizo sonreír a Jaehyun mientras seguía recordando fue el momento que despertó Taeyong. Se había abrazado a él inconscientemente al ser despertado dulcemente por su amigo, y cuando frotó sus ojos y sus sentidos le hicieron darse cuenta que estaba acurrucado contra él, se levantó alarmado y se disculpó como unas cinco veces.