Trabajando con la Serpiente

Aspen: Parte I

El frío viento hizo saber a los chicos que se habían aparecido correctamente.
Hermione cerró los ojos hasta acostumbrarse al frío de las montañas nevadas de Aspen.
Cuando abrió los ojos pudo comprobar anonadada los paisajes blancos del lugar, un enorme complejo se dibujaba debajo de unas imponentes montañas y cientos de personas esquiaban por ellas.

Unos telesillas travesaban las montañas para transportar a los hospedadores y los cuatro chicos sonrieron cuando llegaron bastante satisfechos con la decisión de pasar allí los dos días y medio que tenían por delante.

Tom iba delante de los demás y Ashley iba dando saltitos infantiles mientras arrojaba bolas de nieve al moreno.
Hermione y Draco iban detrás y la gryffindor apresuró el paso para no separarse demasiado del grupo.
No supo porqué pero de repente estar cerca del rubio le incomodaba y ponía nerviosa.

Después de todo si se proponía evitarle nada malo podía pasar ¿no?

Cuando se acercaron a la entrada un hombre hizo aparecer el formulario que anteriormente Tom había hecho desaparecer.

—Thomas Watson, Hermione Granger, Draco Malfoy y Ashley Greenway —dijo el hombre leyendo la inscripción —¿es correcto?

—Sí —dijo Tom mientras se acercaba a la cabina.

—Ahora rellenen este formulario y un compañero los acompañará hasta la suit que han reservado.

Cuando el hombre pronunció suit los tres compañeros se miraron atónitos mientras Tom se gitaba para sonreirles con maldad y felicidad.

El cuestionario estaba lleno de preguntas personales, en caso de accidente donde llevarlos etc. Preguntas de protocolo antes de poder hospedarse.

—Bien, ahora el señor Alan les acompañará, que tengan una agradable experiencia en Aspen señores.

Los cuatro dieron las gracias mientras otro hombre cargaba a base de magia las maletas y les acompañaba dentro del lujoso complejo.

Cuando llegaron y el mayordomo abrió las puertas pudieron comprobar que el sitio era de un extraordinario lujo. Las paredes eran de madera bien tallada y pulida, habían varios sofás adornando la enorme sala central y dos imponentes chimeneas adornando las paredes, dos habitaciones se alzaban al lado de cada chimienea. La estancia tenía grandes ventanas que daban a las imponentes montañas y a los bares y restaurantes que habían en el complejo

—Bien, aquí tienen las llaves —el hombre les fue dando una enorme llave a cada muchacho —si quien algo solo tienen que apretar el botón de llamada a recepción y alguno de nosotros les atenderá. Las actividades las tienen en la mesa y si quieren inscribirse en alguna actividad solo tienen que rellenar el formulario que reposa en la sala ¿Algúna duda?

El hombre se cruzó de brazos esperando una respuesta y cuando los cuatro negaron se encaminó fuera de la sala.

—Dios mio esto es....es —Hermione no daba crédito a lo que veía y toda su atención se había posado en el lujo que poseía el lugar.

—Tengo familia trabajando en las instalaciones y por eso pudieron conseguirnos un hueco tan pronto —dijo el moreno mientras soltaba sus maletas mientras echaba un vistazo al complejo.

La enorme sala tenía unas puertas de cristal abatibles que daban a una enorme piscina climatizada con grandes tumbonas, minibar y un jacuzzi al fondo.
El ambiente que destilaba aquel lugar era relajante y acogedor a partes iguales.

—¿Qué número de habitación tenéis? El mío el uno.

—Dos —dijo Ashley.

—Cuatro —aportó Hermione sabiendo que para su disgusto compartía pared con el rubio.