Scary Love [HS]

22

—¿Qué mierda es esta? —mascullo cuando empiezo a revisar las preguntas del parcial.

No entiendo un coño pero eso no debería tomarme por sorpresa, en vista de que lo más parecido a estudiar que hice fue cuando nos conduje a Kat y a mi a la universidad esta mañana y ella leía sus anotaciones en voz alta. Le echo un vistazo.

Se ve más confiada que yo.

—Tienen una hora y media para responderlo. Suerte—la forma en la que pronuncia suerte, con una especie de sonrisilla burlona me dan ganas de patearle el culo.

Paso los siguientes noventa minutos respondiendo aquí y allá con los cortos conceptos que recuerdo y saco por lógica, pero gran parte de mis respuestas son adornadas con un montón de vocabulario ostentoso para que no se vean tan vacías.

Es gracioso que Kat haya arriesgado su vida para llevarme el cuaderno de apuntes cuando ni siquiera lo leí.

Bueno, no es nada gracioso, pero que mierda.

—Tiempo—el hombre enano y de cara amarga rápidamente empieza a arrancar las hojas de los pupitres, ganándose quejas de muchos estudiantes.

Veo que Dave, aquel que hizo comentarios despectivos sobre Kat, está a punto de lanzarse de rodillas para que le dejen terminar lo que estaba escribiendo y me dan ganas de reír. Maldito hijo de puta.

—Díscutiremos las respuestas la semana que viene—anuncia cuando Kat y yo, junto con varios chicos, salimos por las puertas del aula.

—¿Cómo te fue? −le pregunto.

—Estuvo bien, respondí todo.

—Por supuesto que lo hiciste.

—¿Qué quiere decir eso?

—Nada, nada—me río—¿Qué clases tienes ahora?

—Ninguna, en estudios de la literatura solo debo enviar ese horrible ensayo por correo. ¿Tú tienes clases?

—Si, pero voy a saltármela. Tenemos que regresar a donde los Brown.

Hoy es el día de bautizo del pequeño Max y yo aun tengo que ir a firmar varias cosas a la iglesia. Raro.

Kat y yo nos dirigimos a las residencias para que ella pueda enviar su ensayo, pero en el camino me doy cuenta de cómo la miran varios chicos. Me tenso. Es imposible no hacerlo cuando prácticamente estan devorando a mi mejor amiga con la mirada.

—Puta—alguien pasa a nuestro lado y me detengo.

—¿Qué dijiste? —me volteo y encaro al chico de camisa blanca.

—Dije que es una puta—-me sonríe.

—Voy a romperte la cara.

Y es exactamente lo que hago. Solo necesito dos golpes para hacerlo caer, y Kat ya está a mi lado. No pienso.

—Vuelve a repetirlo, maldito desgraciado—me hinco sobre su cuerpo y tomo el cuello de su camisa con mis puños después de darle dos patadas en las costillas—¡Vuelve a repetirlo!

Le doy otro golpe. Chilla.

—Harry—Kat está arrodilla junto a mi y me jala por los hombros— Harry por favor detente.

Volteo a verla para gritarle que se aleje, pero me mira con esos malditos ojos vidriosos que pone cada vez que se asusta.

Cada vez que se asusta estando conmigo.

Me volteo al maldito bajo mi cuerpo.

—¿Ves esa chica? —levanto un poco su cara roja para que vea a Kat. Su labio está partido y su nariz ya empieza a sangrar—¡Abre los ojos, carajo! ¿Estas viendo a esta chica? Acabas de llamarla puta y está pidiéndome que pare de golpearte ¿a qué no es una dulzura? —mi puño impacta con su mejilla y se queja— ¿Por qué debería parar de golpearte? ¿eh?